¡Sí, estoy molesto! Cuando muchos mexicanos están muriendo. Cuando muchos vecinos, amigos y conocidos están cayendo ante este coronavirus, sí invade el coraje compartido con muchos mexicanos. Y da rabia cuando en vez de observar que el Gobierno se preocupa y ocupa por evitar que más mexicanos sigan muriendo, se lanzan distractores, se provoca pleitos mediáticos entre políticos de todos los colores.Se pone una cortina de humo para que la opinión pública no vea y valore las grandes pérdidas de vidas humanas que está teniendo nuestro país. Si da coraje observar al presidente López Obrador lanzar el distractor de una encuesta para enjuiciar a expresidentes.
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¿De cuándo acá la justicia se somete a una encuesta? Tan simple es que si hay delito, que se les acuse, se les lleve a juicio y se les meta al bote a todos. Pero no. Lo que busca y hará López Obrador es un circo político, y para eso, los magistrados que antes gozaban de una buena fama, hoy aparecen arrodillados ante el poder omnímodo del presidente.Sí, eso molesta. Y no es por defender a los lacras de expresidentes que han desfilado en nuestro país. Es por la insensibilidad de un presidente que en su campaña prometió que “primero los pobres”. Y sí, señor presidente, son principalmente los pobres los que se están muriendo con esta pandemia que no ha sabido cómo manejar el Gobierno.No encuentren cómo desviar la atención de los 82 mil 726 mexicanos muertos hasta el día de ayer. No hayan cómo evitar que los mexicanos nos estemos dando cuenta que lo que busca el Gobierno es solo un interés político que ya puso por encima de la salud de los mexicanos. Por encima de la seguridad de los mexicanos. Por encima del derecho a contar con un trabajo digno.Si da coraje porque en estos momentos diputados federales y senadores están trenzados en una lucha política que les marcó el presidente López Obrador. Que si la consulta se realiza en junio o agosto. Que si desaparecen 109 fideicomisos o no. Mientras todos caen en la distracción del momento, antes fue la rifa del avión, luego el “destape de la cloaca” que prometió el caso Lozoya. ¿Mañana qué? Otro distractor. El caso es no enfrentar la realidad. Sí, eso da coraje porque cinco de mis vecinos han muerto; porque un entrañable amigo periodista, Abraham García Ibarra, murió de Covid ayer. Y porque también ayer falleció un joven político, alcalde de Guamúchil, Carlos Mario Ortiz. Sí da coraje. Y todavía hay quien se ríe.¿Abrir los estadios? El tema es de salud y de dineros. Sí, efectivamente hay una crisis económica como consecuencia de la pandemia. Sí hay una necesidad de mantener empleos, de reactivar la economía. De permitir que sobreviven aquellos negocios que han resultado severamente golpeados por la pandemia. No les falta razón cuando expresan que la situación económica y el desempleo están golpeando el corazón de la actividad productiva de nuestro estado, de nuestro municipio.Tienen razón. Pero el otro lado es la salud. El coronavirus sigue presente en Mazatlán. En todo Sinaloa hay decenas de muertos. Tres mil 293 muertes son suficientes para prender los “focos rojos” y valorar la situación.¿Valdrá la pena exponer la salud de los ciudadanos? La apertura de los estadios para que presencialmente acudan las personas es sin duda una situación de alto riesgo. ¿Creen acaso que podrán controlar la sana distancia cuando acudan esos asistentes al baño?¿O también cuando estén bebiendo? En Mazatlán es donde más relajada está la gente y no respeta la sana distancia ni el uso del cubrebocas. ¿Qué les hace pensar lo contrario? Mientras no haya una autoridad que aplique la ley y obligue a respetar las disposiciones de salud, estaremos fritos.
