Coahuila e Hidalgo, entre excusas y culpados – La Opinión de Miguel Pérez Pompa



Fue una sorpresa para muchos los resultados de la jornada electoral de este fin de semana pasado, en la cual se esperaba un escenario mucho más favorecedor al Movimiento Regeneración Nacional, que daba la idea de que podía arrebatar las mayorías de los congresos locales en las entidades que son históricamente bastiones del priismo nacional en Coahuila e Hidalgo, situación que no se pudo concretar a pesar de las proyecciones que hacían algunas casas encuestadoras tomando en cuenta el efecto AMLO como catalizador de un posible triunfo en los comicios del domingo.
Desde luego ante una escena tan adversa como la resultante en el fin de semana, no se hicieron esperar los comentarios de los militantes y referentes morenistas al respecto de la actuación del partido en las elecciones de los dos estados, y es que como se comentaba, muchos esperaban resultados más competitivos por parte del movimiento que fundó Andrés Manuel López Obrador, las críticas no se hicieron esperar y fueron proferidas por los distintos grupos que se encuentran en la disputa interna por la dirigencia del partido, en donde se excusaban para culpar al de enfrente en la derrota.
Sin ánimo de que el descalabro en Coahuila e Hidalgo acrecenté la división interna del partido Morena, parece que así lo hace cuando un bloque busca culpables de la derrota y se excusa de la misma. Ciertamente, la condición por la cual no se logró una mayor competitividad en los comicios de este fin de semana se debe al añejamiento de la disputa interna por la dirigencia nacional que vive capítulos semejantes en los estados, de ahí la razón del poco tacto político en la búsqueda de la unidad para salir fortalecidos ante el proceso que se acaba de vivir.
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Este añejamiento de la disputa por la dirigencia nacional ha causado el exacerbamiento de las posiciones encontradas que solo podrán encontrar una salida en la conclusión de los diversos procesos internos que se han dejado pendientes desde el 2018, asunto que ahora más que nunca debe ser resuelto de la mejor manera para no perder tiempo ni enfoque en la lucha electoral que se vivirá en 2021, los resultados de Coahuila e Hidalgo solamente son un reflejo parcial de que el Obradorismo no fue encauzado correctamente por el Morena a falta de unidad partidaria y abonamiento a los muchos conflictos internos.
De esta manera, incluso se podría decir que el Morena no ha sabido utilizar la fuerza del Obradorismo sin su referente principal, mientras que a la sombra ahora esperan partidos de nueva creación como Redes Sociales Progresistas, Fuerza Social por México y Partido Encuentro Solidario que seguramente intentarán canibalizar la simpatía que se tiene al proyecto de AMLO a su favor.
Por su parte, el movimiento que fundó Andrés Manuel López Obrador en sus diferentes vertientes puede seguir buscando culpables, lanzar críticas y exculparse de las derrotas en Coahuila e Hidalgo, sin embargo, lo verdaderamente necesario aparte de culminar su renovación de dirigentes, será un largo proceso de autocrítica en el cual se puedan aceptar las diferencias, los errores y los aciertos para poder encauzar, ahora sí, la fuerza real del Obradorismo para hacer una realidad la Cuarta Transformación en los estados que tendrán elecciones este próximo año.
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