Los hechos ocurrieron este sábado 7 de noviembre cuando personas comenzaron a reunirse en la asamblea semanal del Barrio Yungay. A eso de las 18:00 horas, un contingente de al menos ocho carabineros llegó para realizar controles de identificad; acto que para la organización vecinal fue “hostigamiento” contra sus actividades.
“Nuestra respuesta colectiva fue negarnos a dicho abuso, denunciar de inmediato por el altavoz lo que estaba sucediendo, llamar a la gente de la plaza a acercarse y cacerolear con lo que teníamos, en un acto de protesta contra la policía”, señalaron desde la asamblea en un comunicado.
“Dijimos fuerte y claro que no queremos pacos, no más muertxs por luchar, no más ojos mutilados, no más jóvenes arrojades al Mapocho, no más perdigones en nuestras cuerpas y que no permitiremos que vengan a amedrentar nuestros espacios de organización territorial”, añadieron.
Los vecinos del Barrio Yungay denunciaron lo ocurrido a través de redes sociales y llamaron a todas las demás asambleas territoriales a tomar las precauciones del caso porque “ni toda la represión de este Estado criminal hará que abandonemos la lucha y la organización”, concluyeron.
