Michoacán.- En redes sociales, vecinos de una comunidad del municipio de Gabriel Zamora, informaron que viven en constante amenaza por grupos del crimen. Señalan que hace unos días, les informaron que llegarían personas para realizar labores de cuidado a la población, que se comprarían radios y era necesario cooperar para ello; quince días después arribó gente armada, lo que generó una sensación de alerta.
“Nos llamaron a una reunión de puros hombres, donde una persona no conocida del municipio nos dijo ‘La gente tiene que ponerse, o está con nosotros o en contra, quien no quiera estar a la chingada’”, relata un poblador de forma anónima, mientras teme por su integridad, pero sobre todo por la de su familia.
Acto seguido algunos habitantes decidieron huir y quienes no tuvieron de otra se empezaron a llenar costales de arena para las barricadas y a organizarse para hacer las respectivas guardias, “nuestra comunidad es muy chica, así que se juntaron grupos pequeños se turnan para cuidarla en la mañana y la noche”.
“Si, la policía pasa, pero están con ellos”, responde a la pregunta de si se han hecho denuncias o si hay actuación policial al respecto; las personas que se ubican como del municipio aseguran que las barricadas y la presencia de estos individuos sin identificar, es para que no entren “los otros”, pero “no sabemos de qué cartel o grupo sean, ya acudimos con el presidente municipal, pero dicen que ellos no pueden hacer nada”.
El denunciante indicó que la forma en la que operan por el momento es bajo extorsión, “detienen a todos los autos que transitan por la carretera para revisarlos de todo a todo”.
Aunado a ello, a través de redes sociales y WhatsApp circulan amenazas “todo el que no apoye en las barricadas de los templarios así lo vamos a dejar”, lo mismo para otras comunidades de los municipios de Lombardía, Nuevo Urecho, Salvador Escalante y Ario de Rosales, según evidencia compartida en cuentas de Facebook.
Se reporta, hace unos días llegaron unos soldados de la Guardia Nacional a la barricada, pero la gente ya tenía la instrucción de decir que estaban ahí por su voluntad, porque siempre está una persona del grupo delincuencial para vigilar que nadie “se pase de listo”.
“Es justo que el Gobierno y los medio vengan y se informen sobre lo que nos está pasando”, claman los afectados.
