Aborto legal y discapacidad: “Identidad de lucha; que no nos digan cómo y qué desear”



Una vez más el proyecto de aborto legal, seguro y gratuito llegó a una instancia de debate constitucional. Mientras decenas de muertes y malas cirugías continúan sucediendo en el silencio de la clandestinidad, y divide a sus víctimas por el acceso (o la falta de acceso) que determina su clase social, la Argentina hoy tiene el poder de evitar que esto siga sucediendo; brindar un amparo que abrace, prevenga y acompañe la libertad individual por sobre mandatos impuestos.”De alguna manera en las maternidades y feminismos -como madre también me toca- luchamos sobre esta falta de acceso a los derechos, en contra de las esterilizaciones forzadas, de que nos digan cómo, cuándo y qué desear: si queremos apoyar la lucha por el aborto o el lenguaje inclusivo”, visibiliza en diálogo con Filo.News, Laura Alcaide, activista femidisca, integrante de Orgullo Disca y en periodismo FemiDisca, dos organizaciones que trabajan con la interseccionalidad entre feminismos y discapacidad.

Laura es comunicadora, activista, una persona ciega y madre de dos hijes y une por venir. Asegura que con la marea verde y el Ni Una Menos “muches compañeres empezamos a organizarnos desde los movimientos discas para poder interseccionalizar algo que cuesta muchísimo que dentro de los feminismos y es que se incorpore la identidad disca”.”Hablamos de identidad disca como política, identidades que tenemos derechos a reivindicar en contraposición a la vergüenza. Muches en nuestro nombre dicen que no podemos apoyar esa lucha, que por tener una discapacidad no podemos abortar o exigir ese derecho. Y muches directamente no quieren que maternemos, que traigamos más hijes con discapacidad al mundo y los esterilizan forzadamente en nombre de prevenir abusos”, añade.Se llama esterilización a un método anticonceptivo que está reglamentado en la Ley 26.130, con los argumentos que recientemente explicaba la comunicadora y activista. Organismos, y diversas personas piden ya que sera modificada. Y acá una salvedad necesaria, el artículo especifica el concentimiento de la persona a realizarse esa práctica, sin embargo, no es consensuada en la múltiples casos por lo que se denuncia su “violación a los derechos humanos”.

Flor Cambareri

“En nuestro país se siguen cometiendo esterilizaciones forzadas a personas con discapacidad, sin su consentimiento, de parte de sus familias generalmente, por esa tendencia a pensar que ese cuerpo gestante no va a tener la capacidad criar ese hije y no dándole la posibilidad de elegir”, complementa Florencia Cambareri.Flor también es activista disca, lo que creció desde su cuenta de Instagram Repensar la Discapacidad donde brinda información y reflexiona sobre cuestiones vinculadas a dichas identidades. Además es Técnica en Recursos Humanos -con tesis en “Inclusión laboral de personas con parálisis cerebral a través del empleo con apoyo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, que motivó su experiencia desde su  discapacidad motriz- y estudiante de Abogacía.

“Abortá la culpa” | Foto: Gentileza Laura Alcaide

“Hay un prejuicio muy grande acerca de si las personas con discapacidad o diversidad funcional están a favor del aborto y por qué lo están, ya que la mayoría de la sociedad tiende a pensar que si las familias dejaron nacer a ese bebé con discapacidad cómo después esa persona al crecer va a estar a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Lo cierto es que no se trata de eso”, detalla.Esto evidencia una doble moral que cuestiona gran parte de la sociedad. Si bien por un lado condena, por otro prácticamente obligan a ser madre -o tener hijes- a toda costa, pues sobre en esta cuestión recae por supuesto el mandato a maternar, que es la gran cuestión ya que esa es nuestra misión en esta vida. Y esto es grave error: imposibilitar el derecho a elegir, cómo, cuándo y en qué situación.”Una persona pro vida me preguntó una vez cómo podía ser que yo estuviera a favor de la legalización del aborto cuando mis papás me habían dejado nacer”, recuerda Florencia quien evidencia: “cuando se encuentran con una madre con discapacidad o una persona gestante en embarazo, sugieren el aborto por el prejuicio de cómo esa persona va a poder criar un hije, cómo va a sostenerle, qué futuro va a darle, que va a tener vergüenza de crecer en un entorno con la diversidad funcional presente”.De acuerdo a una estadística el 75% de las personas con discapacidad la adquieren a lo largo de la vida, como fue el caso de Flor quien nació prematura de 6 meses, momento en que sufrió una falta de oxígeno en el cerebro lo que trajo su discapacidad motriz conocida como parálisis cerebral.”Mi mamá siempre me enseñó de diversidad, también me contó de las personas travestis y trans desde chiquita, que la vida es una sola y que hay que ser feliz sin importar lo que digan los demás”, cuenta en un posteo desde sus redes, en el contacto con sus seguidores. Relación que evidencia la importancia del vículo elegido, de la maternidad no impuesta y el amor que se construye. Era en diálogo con Filo que Flor también desandaba la cuestión del goce y la falta de visibilización que esto conlleva en las personas con discapacidad o diversidad funcional: “La sociedad piensa que las personas con discapacidad no tienen deseo, son asexuadas, que no tienen sexo no sólo porque no quieren sino porque también nadie quiere tenerlo con ellas y quién sabe cuántas falacias más, creo que tiene que ver con la idea de la infantilización, de creer que somos ‘seres angelados’. Eso invisibiliza el hecho de que hay personas con discapacidad que forman parte del colectivo LGBTIQ+. ¿Por qué a una persona con discapacidad no le puede gustar alguien de su mismo sexo? Abran más sus cabezas, sean menos prejuiciosos y dejen que todas las personas hagan lo que quieran en su intimidad siempre y cuando prime el respeto, el consenso y el cuidado”.

En la piel, la posibilidad de sentir y elegir | Gentileza: Laura Alcaide

“Hice un cambio en mi militancia al tener a uno de mis hijes con discapacidad. Empecé a cuestionarme ya no desde mi individualidad sino por su futuro”, expresa Laura. Punto de inflexión en su vida que la llevó a conectarse -si bien ya lo venía haciendo- con diversas organizaciones de personas con discapacidad  “para verdaderamente dejar un mundo más igualitario para todas las generaciones”.Laura no sólo está a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito; lo lleva tatuado en su piel como estandarte de la lucha que está tan latente como el embarazo que cursa, porque entiende que es una necesidad colectiva.”Empecé a hacer foco en cuán difícil es asumir una discapacidad como identidad teniendo un hije con discapacidad, porque nos internalizamos situaciones de violencia y no las notamos como tales. Y al maternar y maternar a un hije con discapacidad nos paramos firmes, sabiendo que no queremos que pase por esas instancias de discriminación sino que puedan asumir su identidad como política y libre: estar juntes en el patio de la escuela, acceder a una Educación Sexual Integral única, y que no haya una educación especial y otra por niveles”, destaca. Y ahí radica la verdadera integración, porque hablar de inclusión, como dirá la ilustradora Ro Ferrer, es saber que un sector de la sociedad está por fuera a diferencia de otro.

Hoy 3 de diciembre, en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, visibilizemos que estas situaciones no deben -ni debemos permitir- ocurrir más. “Es un día que levantamos las banderas como todos los días y les invitamos a nuestra lucha porque nos faltan muchas revindicaciones”, sostiene Laura. Según la Organización Social del Trabajo, a nivel mundial, un 80% de las personas con discapacidad en edad económicamente activa todavía se encuentran desempleadas. Y en nuestro país, la ley de Cupo del 4% para personas con discapacidad sigue sin cumplirse.”Tengo 26 años y nunca pude acceder a un trabajo formal”, visibiliza Florencia, aunque es necesario aclarar que su activismo y aporte social debería considerarse como tal. Además de que nos encontramos ante un sistema mediante el que la falta de ingresos dificulta aún más el acceso a medicinas y tratamientos, además que a un desarrollo íntegro de la persona.

Flor Cambareri | Foto: Instagram

Las historias son muchas. Los derechos se hacen lugar en la agenda, con cantos por la vida y su mejor calidad. De hecho, el Congreso va camino a tratar un proyecto de ley -que así como la Ley Micaela orientada a la capacitación de género- establece la importancia de que se dicten capacitaciones en diversidad funcional y discapacidad en los diversos poderes del Estado y sus funcionarios, funcionarias y funcionaries.”Somos muchas las personas con discapacidad y diversidad funcional que estamos a favor de la legalización del aborto porque entendemos que no es una cuestión individual sino colectiva de todos los cuerpos gestantes”, asegura Florencia a espera de la ley.”Necesitamos que la sociedad se haga cargo de las barreras que a diario tenemos que atravesar. Nadie padece su discapacidad, es una identidad de lucha”, cierra Laura.
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