Río Negro: Su camping fue elegido como el mejor para ver el eclipse, invirtió y casi queda en la ruina



Marcelo Veggia de 58 años es el dueño de un camping de Tunquelen un hospedaje rural de 8 hectáreas situado en la localidad de Ministro Ramos Mexía, a unos 200 km de Las Grutas.

Pero esta historia comienza en 2017 cuando recibió un mail de unos alemanes que le escribieron interesados debido a que en el 2020 se iba a producir un eclipse de carácter histórico y según sus referencias, el mejor lugar para observarlo, era ese. Su camping. “Pensé que era una joda y no le presté mucha atención. Pero como ellos insistían en hacer una reserva, les mandé mi número de cuenta y cuando me depositaron el dinero recién ahí lo tomé en serio”, contó Veggia a Infobae. Pasó un año y un contingente de japoneses lo contactó por las mismas razones. Le comentaron que eran una empresa que se dedicaba a llevar grupos de personas a observar fenómenos meteorológicos y tenían planeado venir a nuestro país el 14 de diciembre del 2020 para observar el eclipse. 
“Me enteré que el eje central de eclipse iba a pasar a 300 metros del complejo nuestro. Recién ahí entendí el porqué de la insistencia de los japoneses y alemanes”

Incluso, este grupo de extranjeros viajó en dos oportunidades, antes de la fecha indicada, para visitar las instalaciones de Marcelo y chequear que todo estuviera ok. “Vinieron en el invierno de 2018 y después el 14 de diciembre de 2019, justo el mismo día en que tendría lugar el eclipse solar al año siguiente porque querían ver cómo era el día del eclipse un año antes para estudiar el clima”, relató Veggia, quien los agasajó con un cordero patagónico y luego los llevó de excursión para que conocieran las inmediaciones del predio. 

Los japoneses le confirmaron que eran alrededor de 200 personas que iban a pasar el día, pero a eso ya tenía la confirmación de los alemanes y se le sumaban algunos estadounidenses y una empresa de Bariloche que llevaría algunos otros turistas de Canadá. 
Con toda esa demanda, decidió invertir en el predio para poder alojar y brindar un buen servicio a los clientes. Decidió invertir 1 millón de pesos con el que amplió las instalaciones e infraestructura del lugar.

Colocó 30 camas más que se integraron a  la capacidad de las cabañas para aquellos que desistieran de pasar la noche en carpas, remodeló los baños, hizo instalaciones de agua y luz nuevas y conectó el WiFi.“Lo más alocado fue cuando los alemanes me preguntaron si tenía una pista de aterrizaje en el lugar porque ellos querían venir directamente desde Ezeiza para acá”, contó sorprendido por semejante petición.

En fin, dejó el lugar listo para recibir alrededor de 400 turistas, además contó con sinceridad que: “Tampoco teníamos la referencia de cuánto cobrar. Tres años atrás me resultó muy complicado sacar una cuenta sin tener una referencia, entonces dije ‘les cobro tres veces más’ y les pasé 90 dólares por día”, admitió Veggia sabiendo que algunos ya habían acordado pasar entre 4 o 5 días en su predio.“Entre los turistas había una pareja de Estados Unidos que pensaba casarse el mismo día del eclipse y hacer la celebración en mi camping. Pasaban los días y todo se volvía más loco. Imaginate que hasta el Canal 10 de General Roca pensaba venir a cubrir esa noticia”, recordó.Pero el 2020 no fue lo que nadie esperaba y la pandemia dejó paralizados los sueños de todos, el coronavirus negó la posibilidad de viajar y disfrutar de las actividades sociales, y los 400 turistas que tenía pensado recibir Marcelo, cancelaron su venida. 
“No me quejo, pero fue un año duro para nosotros. Tenía mucha expectativa y vi que se acercaba la fecha y seguíamos asilados por la pandemia…”, dijo Marcelo dando a entender que “muchas veces las cosas no suceden como se planean”.Y agradeció el gesto de los japoneses de no exigir la devolución del 10% de la seña. 

Ahora, el camping tiene albergados a unos 150 turistas argentinos entre los que hay porteños, bonaerenses, cordobeses y rionegrinos que llegaron desde localidades cercanas como General Roca, General Acha, y San Antonio Oeste. “A ellos les cobramos 500 pesos por día, nada que ver con lo que habíamos calculado recaudar”, expresó el locador. 
 Y concluyó: “Con esto del eclipse ya no me enganchan nunca más. Casi quedo en la ruina”.



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