Sepa qué considerar al comprar lentes de sol


Si hasta hace algunos años eran considerados uno de los accesorios más populares en el mundo de la moda, hoy en día los lentes de sol se han transformado en una de las principales herramientas para el cuidado de la salud de los ojos, sobre todo en verano.
Su uso, además, toma mayor relevancia al tener en cuenta un factor: el daño que se produce por radiación UV es de carácter acumulativo.
“Entonces hoy, que estamos todos con una expectativa de vida mucho más larga, es mucha más la exposición a radiación UV que podemos acumular a lo largo de la vida, y por lo tanto cualquier ahorro a exposición UV que hagamos es una protección”, puntualiza el Dr. Pablo Altschwager, oftalmólogo pediátrico de la Red de Salud UC Christus y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica.
Según el especialista, además de daños inmediatos como la queratitis -conocida como ceguera de la nieve-, entre los efectos crónicos asociados a la exposición a la radiación UV se cuentan afecciones como la aparición precoz de cataratas, la degeneración macular e incluso la aparición de algunos cánceres de piel en la zona de los párpados.
“Por eso es que así como siempre se ha hecho énfasis del uso de protección solar para la piel, para los ojos también hay que hacerlo con los lentes”, apunta el oftalmólogo. “También hay que considerar que si bien parte de la exposición a la luz del sol es por la luz directa, hay una parte que es por la reflexión de la radiación del sol en las superficies. Por ejemplo en una playa se puede reflejar tanto en el agua como en la arena, en las ciudades se puede reflejar en los edificios, los ventanales, las mismas paredes. Por eso es importante usarlos en cualquier lugar”.
Filtro, tinte, tamaño
Ya con los beneficios de usar lentes de sol claros surge otra pregunta: ¿En qué fijarse a la hora de comprarlos? Para el Dr. Altschwager hay tres factores en los que hay que poner atención.
“Por un lado está el filtro UV, que eso es lo más importante. Luego está el tinte del cristal, que puede ser negro, verde, rojizo. Eso ya es más por comodidad y gusto del usuario. Lo tercero en lo que hay que fijarse es en el tamaño del lente. Ojalá sean lentes que cubran bien tanto el ojo como las estructuras perioculares, que cubran los párpados”, explica el especialista. Y complementa: “Eso también va a asegurar una protección de la zona periocular. Hay que recordar que cuando la gente se pone crema o protectores solares se echa en toda la cara pero en los párpados no. Entonces, al tener un lente que cubra bien la zona ocular y periocular también ayuda a proteger más”.
En cuanto al filtro UV, ¿hay estándares?

Sí. El estándar es que el filtro debería ser 100% UV o UV 400, que se refiere a 400 nanómetros, que es la longitud de onda límite de la radiación UV. ¿Cómo asegurarse que un lente lo tiene? En estricto rigor, uno debería esperar que los lentes que se venden en lugares del comercio establecido tengan filtro UV. Casi todos los lentes tienen una certificación de la Comunidad Europea, pero hay que tener cuidado porque algunos tienen una CE que se parece al de la Comunidad Europea pero son fabricados en China. En algunas ópticas deberían tener medidor de radiación UV, que son unos aparatos en los que uno pone el lente en medio y se debería ver qué porcentaje del UV filtra. Lamentablemente hoy, como muchas ópticas no tienen laboratorio ahí mismo, es difícil comprobarlo.
Yo diría que la recomendación pasa por comprar en lugares establecidos. Uno tiene que confiar que si se trata de un lugar establecido que cumple con las regulaciones, van a cumplir con esto.
¿Qué hay con los lentes polarizados?

Los lentes polarizados si bien disminuyen parte de la reflexión de la luz, te dan comodidad pero per se no dan protección del sol. En el fondo, tienen que ser polarizados pero además tener filtro UV. El filtro UV es independiente de los otros elementos. Lo otro, como que sean polarizados, que tengan un vidrio espejado o que sea un vidrio con tinte, es opcional.
Con el Covid hay que usar mascarilla y mucha gente prefiere dejar los lentes de sol de lado, porque se empañan. ¿El llamado es a utilizarlo de igual forma?

Por supuesto. Más todavía porque esta es una situación prolongada y que no sabemos por cuánto tiempo más se va a prolongar, y los ojos requieren cuidado. En las personas que usan lentes ópticos, especialmente si son niños que están en etapa de desarrollo de su visión, tienen que usar el lente óptico porque si no se va a afectar su desarrollo visual de por vida.
En los adultos pasa a ser un lente más de herramienta, pero en esta época, en cuanto a la protección del sol, sí el uso de lentes es recomendado. Y se puede hacer algo tan simple como comprar estas cintas adhesivas de papel que venden en la farmacia y ponérsela en la parte superior de la mascarilla. Eso inhibe que cuando uno respire pase toda la respiración hacia el lente. Esa es una buena alternativa.



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