‘Socorristas en red’, la agrupación que acompaña a personas que deciden abortar



Una mujer se sube llorando a un colectivo en pleno centro de Necochea. Estaba decidida a interrumpir el embarazo,  pero no sabía cómo hacerlo ni dónde. Al lado suyo una señora, con una cara muy familiar; con esa idea rebotando en su cabeza, se dio cuenta de que ya la había visto en una marcha con el pañuelo verde a favor del aborto legal. Se acercó, le habló y pidió ayuda. “Mirá, la verdad que el número de las chicas no me lo sé, pero sé que se juntan acá”, le respondió, junto a una dirección. La joven se acercó, y como vio que estaba cerrado, dejó su número escrito con ladrillo en la puerta. Quería hablar con las socorristas.“Cuando llegamos y vimos el número escrito dijimos: es una chica que necesita comunicarse con nosotras. Ahí la contactamos”, recuerda Eugenia Ferrario, docente y activista feminista, en diálogo con este medio. “Fue algo muy lindo. Las personas que se comunican con nosotres pueden acceder a un aborto seguro y cuidado porque saben que les va a pasar y cómo les va a pasar”.
La información es poder

Foto: Instagram Socorristas en Red

“Socorristas en Red: feministas que abortamos” (SenRed) es el nombre de una articulación solidaria y voluntaria de colectivas de Argentina. Impulsado por la colectiva feminista La Revuelta, desde 2014 se encargan de dar información y acompañar a las personas con capacidad de gestar que decidieron interrumpir embarazos y que, frente a la ausencia del Estado, deben hacerlo en la clandestinidad. Hoy son 55 grupas con casi 500 integrantes que tejen la red por todo el país. Eugenia es docente. Fue cuando se sumó al Frente Popular Darío Santillán tuvo sus primeros contactos con el socorrismo: “Había compañeras que querían abortar; ya usábamos el pañuelo verde nosotras pero no sabíamos nada de acompañar abortos”, cuenta. Su base era el Manual: Cómo hacerse un aborto con pastillas, compilado por la organización Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto, que legisla sobre la práctica de interrupción de embarazos con misoprostol para reducir los riesgos y daños de abortos inseguros en un contexto de clandestinidad. “Ahí nos conocimos con unas compañeras y empezamos a formarnos como el Socorro Rosa de Necochea y Quequén, y desde ahí que soy socorrista”, cuenta Eugenia.¿Cómo funciona el dispositivo de acompañamiento socorrista? Vayamos paso por paso: en primer lugar la persona se debe comunicar con ellas a través de las líneas públicas, que se encuentran activas la mayor parte del día. Los números de contacto están disponibles en la página web, como también en carteles en las paredes, etiquetas, calcomanías, redes sociales y un podcast, e incluso la app “Socorro quiero abortar”, disponible en Play Store, que permite geolocalizar a la organización que esté más cercana.

Foto: Instagram Socorristas en Red

Cuando realizan la llamada, en primer lugar la telefonista les brinda apoyo, tranquilidad, y les deja en claro que no están solas. Luego, procede a hacer algunas preguntas para saber cuál es su situación de salud -entre ellas, si tiene que hacerse ecografía o si otras personas saben del embarazo-, como también preguntas no identitarias sino personales -edad, empleo, estudios, creencias religiosas y más- que forman parte de una “protocola”, un mecanismo que busca politizar los abortos para realizar sistematizaciones, estadísticas y relevamientos que funcionen como “evidencia rigurosa sobre procesos de aborto con medicación y sobre las mujeres y otras personas con capacidad de abortar que nos contactan”.Luego llega el momento de un encuentro presencial, proyectado desde la empatía y el cuidado, donde las socorristas conversan, escuchan y explican el uso seguro de misoprostol, la droga recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para interrumpir el embarazo, que se puede obtener en farmacias de todo el país según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y que propuso el Ministerio de Salud de la Nación.

Gracias a las recomendaciones de la misma red, brindan información sobre farmacias donde se puede encontrar la pastilla a un precio accesible, como también hospitales públicos donde no culpabilicen a les pacientes. Las socorristas no practican abortos: durante el proceso acompañan por teléfono o de manera presencial, de acuerdo a cada caso. Una vez finalizado también acompañan a un control médico post-aborto, siempre y cuando cada une lo desee. Ante cualquier duda, antes, durante o después, su teléfono sigue prendido y el apoyo está asegurado.‘El Estado abandona a las mujeres que abortan, nosotras no’; con esa frase como bandera y slogan, las socorristas cada año siguen ayudando a más y más personas a acceder a sus derechos: “Cuando todo lo legal y cultural indica que el aborto está mal, nosotras construimos desde un lugar que pretende que el aborto sea efectivamente una cosa también vinculada a lo emnancipatorio, al goce, a los deseos, libertad, emancipación”, analiza. Desde La Revuelta publicaron dos libros para conocer más sobre el trabajo socorrista: “Código rosa. Relatos sobre abortos” de Dahiana Belfiori y “Estamos para nosotras. Experiencias de socorrismo feminista en el siglo XXI” de Laura Rosso.La pandemia no detiene nuestros derechos
-Hola Rosa, ¿cómo estás pasando el aislamiento? Tengo una amiga que quiere abortar pero con todo esto del coronavirus no sabe dónde pedir ayuda. Qué le puedo decir?-Hola, ¿cómo andás? Decile a tu amiga que se quede tranquila que el aborto es un derecho esencial que no se suspende durante la cuarentena, les socorristas seguimos acompañando. El sistema de salud no le puede dar la espalda.Las socorristas recibieron mensajes como ese durante todo el año. Según calcularon, este año insólito de pandemia aumentó el trabajo: hasta la fecha acompañaron a 13.408 personas a abortar, a diferencia de los 12.575 que registraron en 2019. “Y todavía quedan algunos días del año”, aclara Eugenia. 

Foto: Instagram Socorristas en Red

Según cuenta, el gran salto en cantidad de acompañamientos ocurrió en 2018 -con cerca de 7 mil personas a diferencia de 4 mil del año anterior-, al calor de los movimientos feministas y el debate por el aborto legal en el Congreso. “Si hay algo que permitió toda la discusión fue correr el límite de lo que se pensaba alrededor del aborto, hablar del tema en todos lados, en la mesa familiar, en la escuela, en los trabajos. Sacarlo del clóset permitió sin duda que la información circule más, y eso triplicó la cantidad de acompañamientos”. Pero no fue fácil: el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas LGTTBIQ+ se vio dificultado por este contexto sanitario sin precedentes. A partir de los datos de LATFEM, en Argentina se realizan aproximadamente 54 abortos por hora, es decir 1.300 por día; en los últimos dos años, al menos 17 mujeres y niñas murieron tras realizarse un aborto inseguro y clandestino.Según la investigación colaborativa “Los derechos no se aíslan”, impulsada por Chicas Poderosas Argentina, este año aumentó la distribución de Misoprostol por parte del Estado. Tal es el caso de la dirección nacional de Salud Sexual y Reproductiva, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, que puso a disposición la línea 0800-222-3444 para dar información; según afirmó Infobae, los llamados para acceder a la ILE pasaron de 5 a 11 consultas diarias a 70 por día. 

A su vez, desde el Ministerio de Salud bonaerense difundieron el documento “Recomendación para la atención integral de las personas con derecho de interrumpir el embarazo y el acceso a los métodos anticonceptivos en el marco de la pandemia coronavirus”, mientras que la Coordinación Salud Sexual, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de la Ciudad de Buenos Aires dio recomendaciones para garantizar el acceso a los derechos sexuales.No obstante, la investigación destacó que el movimiento feminista sigue siendo el garante del acceso a la ILE, quienes trabajan en los territorios y tienen trato directo con las mujeres y personas gestantes con intención de interrupción del embarazo. Entre ellas está la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, quienes dispone de un recursero para mejorar el acceso a la atención de personas con embarazos no intencionales/no deseados, como también la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito invitaron a continuar la militancia desde las redes, en cumplimiento con los protocolos correspondientes.Esta ‘nueva normalidad’ implicó cambios en el dispositivo de acompañamiento de las socorristas, aunque ninguna apagó sus líneas: “Durante la pandemia no pudimos encontrarnos físicamente, por lo que todo pasó a ser por videollamada de WhatsApp, Zoom, Meet, Messenger, llamada telefónica común, de intercambios eternos por mensajes cuando la mujer no puede hablar porque convive con un varón violento en su casa. Cuando pasamos a DISPO nos empezamos a encontrar al aire libre y en espacios abiertos”.

Foto: Instagram Socorristas en Red

Con sus pelucas rosas y las banderas y pines con la palabra “misoprostol”, era fácil identificar a las socorristas en cada marcha multitudinaria, encuentros, congresos, donde se proponen sacar el aborto del clóset y así “armar el mundo que queremos”: “En tiempos de pandemia esa presencia sigue vigente con pantallas de por medio. “En tiempo de distanciamiento las socorristas cuidamos y estamos cerca. Con dificultades claro; muchas mujeres tuvieron que convivir con su agresor, o estar todo el tiempo cuidando a sus hijes, y además querer abortar y además no tener para comer por la crisis económica que se recrudeció en estos meses. Me parece que la pandemia hizo que todo se volviera más intenso, y en esa intensidad lo hermosamente político de nuestra red hizo que esa intensidad fueran ganas de estar más cerca. En tiempos de distanciamiento, las socorristas cuidamos y estamos cerca”.¿Cómo aprender a ser socorrista?

Foto: Instagram Socorristas en Red

El socorrismo como una forma de conectarnos y poner en práctica lo que no nos cuestionábamos antes del feminismo. Eso es lo que representa para Keoken Jaime, enfermera y activista en Socorro Rosa Tandil. “Nos hacen corrernos del lugar de pasivididad, individualismo que propone y que demanda este sistema cis heteropatriarcal”, analiza, en diálogo con este medio.No existe una sola forma de ser feminista, como tampoco de ser socorrista. Pero hay lugar para todes, para repensar(nos) la importancia de nuestros derechos desde una perspectiva de conexión y entendimiento con el otre. Por esa razón, en 2018 crearon la primera Escuela Socorrista del país, que se realizó en Neuquén y que luego se fue replicando en cada rincón del país.
“La finalidad es formarnos en el acompañamiento feminista de procesos de aborto. Son instancias de formación política, que nos encuentra a diferentes acompañanienates y mujeres cis, varones trans, personas no binaria para seguir disputando sentidos políticos en relación a nuestras autonomías, sacando al aborto de la clandestinidad, compartiendo experiencias, y también estrategias acerca de como seguir cuidándonos, de como cuidar a quienes escuchamos y acompañamos en sus procesos”, detalla. En Buenos Aires la primera escuela fue en noviembre de 2019 en la ciudad de Necochea. Fueron tres días de aprendizaje, actividades y encuentros con más de 150 asistentes. Este año no se pudo concretar por la pandemia, pero esperan volver a realizar un nuevo encuentro a futuro.“Las escuelas permiten hacer crecer este activismo de acompañantes de aborto a lo largo y ancho del país. Son espacios que nos permiten pensar juntas y afectadamente nuestra tarea coditiana, porque entendemos que el aborto es una cuestión de todos los días y que la mejor manera de vivir ese proceso es acompañades”, sigue Keoken.Luego agrega: “Algo que extrañamos mucho desde ‘Socorristas en Red’ es el encuentro cuerpado, poder escucharnos, mirarnos a los ojos, abrazarnos, la fiesta de encontrarnos, de lo colectivo, y un poco eso nos quedó rezagado con esto de la pandemia. Pero seguimos apostando por el encuentro donde ponemos nuestros afectos, diferencias y construimos acuerdo colectivos”.Seguimos en lucha

Foto: Instagram Socorristas en Red

Por primera vez en la historia de nuestro país un presidente envió un proyecto al Congreso para legalizar el aborto. De todas formas, desde Socorristas aclaran que no se trata de una lucha partidaria, sino de los feminismos históricos y las conquistas de derechos: “La marea verde está compuesta por un montón de olas primero. La lucha por el aborto legal es transversal, no conoce de límites partidarios, eso fue gracias a los movimientos de mujeres y disidencias cuando feminismo no era una buena palabra”, destacan. De cara a un nuevo debate en el Senado, desde Socorristas viven la vigilia esperando que la decisión esta vez sea histórica y en beneficio de la justicia social. Como explica Eugenia: “Al tabú del aborto se le gana con despenalización social, y eso se gana a partir de entender que abortar abortamos todas; que si no aborto yo, lo hace mi hermana, sino mi mamá, mi tía, mi compañera de trabajo, mi jefa. Las personas abortan desde siempre y lo van a seguir haciendo. Además de querer el aborto legal lo queremos libre, feminista. Nosotras acompañamos abortos porque cuidamos, porque nos tenemos”.
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