Sigue siendo complicado encontrar un día en que al interior de cualquiera de las oposiciones no se sepa de encontrones poco amigables, mensajes en doble sentido, o definitivamente fuego amigo directo con nombre y apellido. Y este sábado no fue la excepción.
En esta ocasión, se trata de la polémica instalada al interior del pacto “Apruebo Dignidad”, que también contempla al Partido Comunista, al Frente Amplio, organizaciones sociales e independientes, y que apareció luego de la inscripción de la exmodelo Adriana Barrientos para competir por un cupo en la convención constituyente.
Durante los últimos días tanto desde el PC como sectores del FA han pedido públicamente reevaluar la medida, y otros más directamente, definitivamente bajarla. Pero el tono y las formas terminaron por molestar de sobremanera al responsable de la polémica candidatura, el presidente del FRVS, diputado Jaime Mulet.
En este sentido, el ex DC no se guardó nada, y a través de una carta respondió en duros términos a sus socios, dejando entrever que todos tienen tejado de vidrio.
Respecto del Frente Amplio, Mulet les recordó quizás una de las heridas más profundas del conglomerado, señalando que “algunos de los dirigentes del FA olvidan sus propias tribulaciones, como cuando apoyaron la ley anti encapuchados”. Pero no se quedó ahí, y agregó que “su responsabilidad al sentarse presurosos al lado de la derecha en acuerdos que han prolongado el modelo con Piñera a la cabeza y el sufrimiento de un pueblo. ¿Existió acaso en el FA la misma actitud cuando en sus filas nominaron como candidatos a ex funcionarios o ex candidatos piñeristas?”.
En el caso del Partido Comunista, el diputado apuntó a la salida del parlamento del diputado Hugo Gutiérrez, quien también postulará como candidato para la convención constituyente, en este sentido apuntó a que “sin ir más lejos, los regionalistas no nos sumamos a los cuestionamientos al PC por permitir que el diputado Gutiérrez deje el parlamento para postular a la convención, aun cuando el PC fue uno de los impulsores de un proyecto de ley que apunta en sentido contrario”.
Finalmente, se dio por descartada cualquier posibilidad de bajar la candidatura de Adriana Barrientos, aludiendo a “un profundo prejuicio, hay veto, machismo y discriminación. Y una muy dañina forma de relacionarse entre los partidos que forman parte de una misma oposición”.
Cabe recordar que las diferencias al interior de la oposición, o de las oposiciones, se hicieron insalvables, al grado de sacrificar conscientemente el rendimiento electoral del sector con miras a la elección más importante de las últimas décadas, como ellos mismos lo han planteado, yendo en listas separadas, y llegando incluso en siete alternativas a algunos distritos.
La falta de un proyecto común y aglutinador, sumado a la falta de liderazgos, son parte de las razones que los propios dirigentes esgrimen para explicar el estado del sector en el proceso democrático más importante del país.
