El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, pidió al país que respete el toque de queda nocturno, diciendo que es necesario para combatir la pandemia, pese a un fallo judicial emitido el martes pasado que afirma que la medida carece de base legal.
La política de Rutte contra el coronavirus se vio muy impactada cuando un tribunal declaró que su gobierno no había aclarado por qué era necesario utilizar poderes de emergencia en esa etapa de la pandemia. El gobierno dijo que apelaría el fallo.
Rutte sostuvo que el toque de queda era necesario para evitar una oleada de infecciones debido a nuevas mutaciones más contagiosas del virus, y declaró que haría todo lo posible para mantenerlo.
“Sería muy imprudente levantar el toque de queda en este momento”, dijo Rutte a periodistas. “Lo impusimos para contener al máximo el coronavirus y hacer posible recuperar nuestra libertad de forma segura”.
Rutte afirmó que su gobierno estaba trabajando en una ley de emergencia para darle al toque de queda una mejor base legal e instó a todos en los Países Bajos a limitar sus contactos sociales.
El toque de queda, que permite que solo aquellos con una necesidad urgente estén al aire libre entre las 21.00 y las 4.30 hora local, se extendió la semana pasada hasta al menos el 3 de marzo.
“El toque de queda se basa en una ley para situaciones de emergencia, donde no hay tiempo para debatir con el parlamento”, dijo el tribunal. “No había una necesidad tan urgente en este caso. Medidas de largo alcance como estas deben basarse en leyes adecuadas”.
El toque de queda, el primero en Países Bajos desde la Segunda Guerra Mundial, provocó varios días de protestas contra la medida, impuesta desde el 23 de enero, parte de restricciones en las que bares, restaurantes y tiendas no esenciales llevan meses cerrados.
(Reporte de Bart Meijer; reporte adicional de Anthony Deutsch y Toby Sterling; Editado en español por Janisse Huambachano)
