Tendencia de patios de luz mejora luminosidad y ventilación natural en interiores

Si bien la tendencia arquitectónica de los patios de luz es una técnica utilizada tradicionalmente hace varias décadas, recién en los últimos años está siendo tímidamente integrada en forma práctica en distintos proyectos de casas, departamentos y oficinas, una nueva forma de diseño que promete grandes ventajas.
Por sus características, este concepto arquitectónico permite aumentar la sensación de luminosidad, aire y amplitud de los espacios interiores y, al mismo tiempo, permite integrarse con nuevas formas de diseño que otorgan a todo el conjunto un valor adicional a la propiedad donde se encuentra inserto. Incluso facilita las condiciones sanitarias, permitiendo hacer mantenciones o reparaciones en forma sencilla, sin tener que intervenir la estructura de los edificios o incurrir en mayores gastos.
Lo usual es que los edificios consideren la instalación de chafts para el paso de los distintos circuitos sanitarios, desde aguas servidas, aguas potables, gas, electricidad, tendidos de comunicación, e incluso, los propios sistemas de extracción de gases y aireación. Estos espacios desordenan los espacios interiores y condicionan muchas veces los diseños de los departamentos por dentro, debiendo adaptarse a estas configuraciones casi en forma obligada.
Según la arquitecta Gisela Litvanyi, directora de Inmobiliaria Los Almendros 5 y Edificio Magritte de Viña del Mar, “el uso de patios de luz es una solución limpia, donde las instalaciones quedan a la vista, pero convenientemente ocultas por el propio diseño arquitectónico. Además, permite usar la luz natural durante todo el día y generar espacios libres sin mayores costos. Incluso, el diseño arquitectónico se ve muy favorecido con su uso, ya que los departamentos no solo cuentan con luz natural en todos sus espacios, sino además son permanentemente aireados en forma natural.
Estos espacios interiores se convierten en una expansión natural de los espacios como accesos, cocinas, logias y dormitorio”. La ejecutiva destacó que el hecho de tener patios interiores permite que los edificios tengan fachadas más limpias y estéticas.
“No existen hacia el exterior ventanas distintas y de apariencia forzada como comúnmente ocurre con los baños, cocinas o loggias, ya que las zonas de servicios y sus instalaciones dan hacia el patio de luz interior lo que permite no contaminar las fachadas”.
Teodoro Fernández Larrañaga, Premio Nacional de Arquitectura y arquitecto del proyecto Magritte, afirmó que “el concepto arquitectónico de este edificio fue lograr que en cada departamento todos los recintos cuenten con iluminación y ventilación natural. Cocina y baños, ubicados en el corazón de cada departamento, conforman un núcleo de servicios que facilitan la vida interior y la armonía con el entorno”.
En el mismo sentido, Gisela Litvanyi precisó que “los patios de luz son un concepto o aporte arquitectónico muy poco usado en el país. Aunque es aún poco habitual, claramente su uso no sólo permite un mejor funcionamiento del edificio en su conjunto, sino que aporta importantes beneficios en términos de ahorros de energía, que se estima puede llegar hasta un 40% por concepto de iluminación y acondicionamiento de aire. Este tipo de soluciones es apropiado para edificios de tamaño pequeño, de hasta cinco pisos, ya que por definición las redes de servicios como aguas, gas o electricidad quedan a la vista y su acceso se hace a través de escaleras externas o sistemas similares que no son visibles desde el exterior”.
“En el caso del Edificio Magritte, esto ha sido introducido desde hall principal hasta los patios de luz interior de cocinas, servicios y baños, con instalaciones a la vista que permiten una mantención y reparación sencillas, económicas, en menos tiempo, sin tener que incurrir en romper losas, paredes o intervenir espacios para la instalación de nuevos servicios”, acotó.

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