Isabel Allende: “Una mujer sola es muy vulnerable, pero las mujeres juntas somos invencibles”


Isabel Allende no es sólo la escritora viva de lengua española más leída del mundo, sino también una feminista autodeclarada y franca. Así que no es de extrañar que su libro más reciente, “Mujeres del alma mía”, llegue a Estados Unidos en el Mes de la Historia de la Mujer días antes del estreno de una miniserie sobre su vida.
En su primer libro de no ficción en más de una década, disponible en inglés bajo el título de “The Soul of a Woman”, Allende repasa su relación con el feminismo desde la infancia hasta a la actualidad, recordando a aquellas mujeres que la marcaron, desde su madre Panchita y su hija Paula, hasta la agente literaria Carmen Balcells y las escritoras Virginia Woolf y Margaret Atwood. También reflexiona sobre el movimiento #MeToo, las revueltas sociales recientes en Chile y la actual situación global.
“El año de la pandemia ha tenido todo paralizado y mucho de lo que han hecho las mujeres ha sido salir a la calle a juntarse y protestar”, dijo la autora chilena a TheAssociated Press.
“La mujer sola es muy vulnerable, las mujeres juntas son invencibles… Pero no es que yo creo haya retrocedido ni se haya detenido, las cosas siguen andando”, añadió.
Además se anunció hace poco que sus primeros 50 años de vida serán dramatizados en “Isabel: La historia íntima de la escritora Isabel Allende”, una serie de tres episodios que se estrena el 12 de marzo en HBO Max, protagonizada por la actriz chilena Daniela Ramírez.
La miniserie, dirigida por Rodrigo Bazaes, enmarca la historia con el deceso de su hija, quien murió en 1992 a los 29 años sumida en un coma profundo y con daño cerebral grave debido a una crisis de porfiria, según relató la misma Allende en su libro “Paula” de 1994.
“Me hizo llorar a gritos porque empieza con Paula en el hospital y termina con su muerte. Lo vimos con mi hijo y los dos tuvimos que parar porque llorábamos a mares con la primera escena. Pero después se mejora en el sentido de que ya no es tan emocional para nosotros”, dijo la escritora, quien se expresó sumamente complacida e impresionada con el resultado.
Allende suele empezar un libro nuevo cada 8 de enero. El año pasado, el confinamiento le permitió terminar dos: “Mujeres del alma mía” y una novela titulada “Violeta” que empieza con la pandemia de 1918 y termina con la pandemia de ahora. “Es la vida de una mujer en ese tiempo”, adelantó sin dar de momento una fecha de publicación.
Has dicho y escrito que desde niña te molestaban las injusticias contra las mujeres, pero ¿cuándo y cómo te diste cuenta de que eras feminista?

¡No existía la palabra! Cuando yo era chica, en Chile, imagínate los años 40, vivíamos en una familia conservadora, católica, patriarcal. Mi madre había sido abandonada por el marido y vivíamos con puros hombres, mis tíos y mi abuelo. Y él era el patriarca absoluto. Era un hombre buenísimo, yo lo adoraba, pero era la autoridad máxima, era como Dios. Crecí con esa sensación de que mi mamá estaba en una situación de injusticia, en una situación de desigualdad, de vulnerabilidad. Mi mamá vivía en la misma casa y supongo que mi abuelo pagaba el colegio y todo eso, pero mi mamá nunca tenía dinero, nunca tenía libertad. Por ser una mujer separada estaba muy mal vista y tenía que cuidar mucho su reputación, por lo cual también estaba muy limitada. ¿Y cuándo me vine a dar cuenta que esa rabia que yo sentía tenía un nombre? Creo que no fue hasta la adolescencia, porque no había referentes. Y no pude darme cuenta de que existía verdaderamente un movimiento al que podía pertenecer hasta los 20 al menos.
¿Qué te llevó a escribir “Mujeres del alma mía”?

No fue idea mía. Di un discurso en Ciudad de México hace un tiempo atrás y el discurso fue un fenómeno viral. Los editores en España pensaron que lo iban a publicar como un librito así. Yo lo leí y dije, “esta cuestión está totalmente añeja, pasada de moda”, porque en poco tiempo habían sucedido el #MeToo, Black Lives Matter, las protestas de las mujeres en la calle, las tesis en Chile, tanta cosa que había sucedido que por supuesto no estaba mencionada en el discurso. Dije “no, esto no sirve”. Después me puse a pensar en mi propia trayectoria y en lo que había sido mi vida y cómo yo he vivido el movimiento, porque ha sido casi simultáneo, ¿te fijas? El movimiento por la liberación femenina es muy antiguo, pero realmente empieza con la píldora en los años 60, cuando la mujer por primera vez podía controlar su fertilidad. Eso creó un espacio que no había antes, un espacio que por supuesto mi madre no tuvo; mi mamá estuvo casada cuatro años y tuvo tres niños.



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