Fernando Quirós descartó haber pensado en renunciar: “de ninguna manera”


El ministro de Salud por la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, pidió disculpas y afirmó que “de ninguna manera” pensó en renunciar después de la desorganización en la campaña de vacunación en el distrito, donde esta mañana se vieron largas filas de adultos mayores en espera en las inmediaciones del Luna Park y en la sede del Club Atlético San Lorenzo.”Cada uno puede pensar y pedir lo que considere apropiado. Lo que tengo que hacer es ocuparme de atender a la gente en la pandemia y resolver este tema de acá a mañana”, sostuvo Quirós.En declaraciones al canal A24 y consultado sobre si había evaluado dejar el cargo después del desorden registrado en el centro vacunatorio del Luna Park, el funcionario respondió de manera contundente: “No lo pensé de ninguna manera”.

El funcionario planteó sus “sinceras disculpas a los 4 mil adultos mayores que tuvieron que vacunarse y a los familiares que los acompañaron”, ante las “dificultades que hubo por el amontonamiento de gente”.”Subestimamos que mucha gente se anticipara a su turno y se agolpara en las primeras horas del día y eso desordenó muchísimo el proceso de vacunación”, amplió Quirós, quien aseguró que el plan fue “rediseñado” para mañana.Una jornada de caos
Con largas filas propias a las demoras y la falta de organización, así también como sin ningún asiento para poder esperar, desde las 8 de la mañana el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires estrenó la campaña de vacunación en el Estadio Luna Park, uno de los centros cedidos de manera gratuita al distrito para llevar adelante el proceso de inmunización sobre adultos mayores de 80 años y residentes de geriátricos.Desde este martes 9 de marzo, el edificio ubicado en la manzana delimitada por las calles Bouchard, Lavalle y las avenidas Eduardo Madero y Corrientes, en el barrio porteño de San Nicolás, se convirtió en vacunatorio y se espera poder aplicar un total de 2.100 dosis diarias de la vacuna Sputnik V a los adultos mayores.En tanto, durante el comienzo de la primera jornada de vacunación, en las afueras del predio, la organización, tanto desde lo administrativo como sanitario se vio desbordada con filas de más de una cuadra, con gente amontonada y sin la distancia social requerida, entre ellos adultos mayores esperando parados sin sillas en las cuales poder descansar.



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