La semana en los Países Bajos dio inicio con diferentes centros de votación habilitados y protestas contra el actual Gobierno y sus duras restricciones para hacer frente a la pandemia como panorama general. Después de dos jornadas, en el día de hoy tendrá lugar el grueso de la votación en el marco de las elecciones legislativas donde el Partido Popular por la Libertad y la Democracia del actual primer ministro Mark Rutte (en el poder desde 2010) parte de nuevo como favorito.El partido que gane más escaños será el primero en encabezar las conversaciones, pero con un total de 37 espacios con posibilidades de entrar en el Parlamento podría ser difícil formar dicha coalición.
La amenaza constante de la pandemia ha evitado la rudeza de los choques políticos que suele caracterizar una campaña electoral, y los sondeos previos a los comicios legislativos que se desarrollan entre este lunes y el próximo miércoles en Países Bajos presentan a un candidato claro en cabeza: Mark Rutte, de 54 años, que aspira a su cuarto mandato.El llamado electoral desde lo formal contará entonces con un total de 37 partidos y 1.579 aspirantes a un Parlamento de 150 escaños. La cifra de listas bate el récord de 28 partidos registrado en los comicios del año 2017, en tanto que de las cabezas de lista, diez de ellas son protagonizadas por mujeres.Este miércoles habrá un total de 9.200 colegios habilitados en todo el país, en tanto que a partir de la pandemia, el debate entre los ocho candidatos de los grandes partidos (desde la extrema derecha, la democracia cristiana, los liberales, la socialdemocracia hasta los ecologistas y los socialistas radicales) tuvo lugar sobre el cierre de la jornada de ayer. Países Bajos es uno de los miembros fundadores de la Unión Europea, en tanto que su economía depende en gran parte del mercado único del viejo continente.
Sin embargo, en los últimos años ha aumentado el descontento con Bruselas, algo visibilizado sobre el cierre del 2020 con la disputa entre Países Bajos y sus socios europeos por el fondo de recuperación pactado. Con Mark Rutte a la cabeza, desde La Haya afirman la necesidad de una mayor eficiencia en el gasto de dinero público, en tanto que los países del sur se sienten molestos por una actitud que consideran egoísta y excesivamente moralista.
