El actor y director chileno Oscar “Cuervo” Castro, creador del Teatro Aleph, falleció en Francia por coronavirus, informó este domingo radio Biobio.
La información fue confirmada por Consuelo Valdés, ministra de las Cultura, las Artes y el Patrimonio. A través de Twitter, señaló que hoy es “un triste día para el teatro”.
“Intérprete, director y gestor que dedicó su vida al teatro en Chile y el extranjero, con un compromiso inclaudicable. Un abrazo a su familia, amigos y a las distintas generaciones que guió”, escribió.
La cuenta del teatro Aleph, en tanto, confirmó que su partida se debió a causa de la covid-19.
“Queremos confirmar con enorme tristeza, el fallecimiento de nuestro director, maestro y amigo, Óscar “Cuervo” Castro, a causa de covid. Seguiremos luchando por una cultura libre, fraterna, comunitaria y de excelencia. Te extrañaremos maestro de nuestro corazón”, señaló el teatro en Twitter.
Trayectoria
“El Cuervo” Castro, como era conocido, falleció a los 74 años tras una prolífica carrera en las tablas que comenzó en 1966, cuando fundó el teatro Aleph siendo aún escolar junto a otros amantes de la dramaturgia en Santiago.
Durante la década de los setenta, Aleph se transformó en una de las compañías teatrales más vanguardistas, pero debió cerrar tras el golpe militar de 1973.
Castro fue detenido y trasladado a un campo de detención en Santiago en 1974 y dos años después fue exiliado a Francia, donde refundó el teatro Aleph en la localidad de Ivry-sur-Seine. Asimismo, su madre, María Julieta Ramírez, fue secuestrada y desaparecida.
Entre sus obras destacan “La triste e increíble historia del general Peñaloza y el exiliado Mateluna”, y “La noche suspendida”. También actuó en la película “Ardiente paciencia”, en la que hizo del cartero que le llevaba la correspondencia al célebre escritor Pablo Neruda, en 1984.
Castro, quien se casó tres veces y tuvo cinco hijos, fue nombrado Caballero de Artes y Letras por el Ministerio de Cultura de Francia en 1992 y recibió la Orden de la Legión de honor en 2018.
En 2013 cumplió su sueño de reabrir el teatro Aleph en Chile, que funciona en una casona en el sur de Santiago, en La Cisterna.
