Ernesto Sabato fue una mente prodigiosa que acabó convirtiéndose en uno de los intelectuales más desafiantes de Argentina.Dueño de un estilo único de escritura, sus libros sin dudas marcaron a un antes y un después dentro de la literatura latinoamericana.Entre las novelas más reconocidas podemos encontrar “Sobre héroes y tumbas” de 1961 y “El Túnel” de 1948. Junto con otros de sus libros están consideradas como de las mejores novelas argentinas del siglo XX.Pero no solo se dedicó a la escritura sino que además sumó a sus pasiones a la física y la pintura, las cuales sirvieron como influencia para la creación de algunos de sus personajes más icónicos. Su prometedora carrera profesional en la que se doctoró le dio además una beca para trabajar en París.
En el año 1984 recibió el Premio Miguel Cervantes, transformándose en el segundo argentino en obtenerlo. Anteriormente solo había conseguido este reconocimiento, Jorge Luis Borges.Fue un activo militante del movimiento de Reforma Universitaria, fundando el Grupo Insurrexit en 1933, de tendencia comunista, junto con Héctor P. Agosti, Ángel Hurtado de Mendoza y Paulino González Alberdi, entre otros.En 1934 comenzó a tener dudas sobre el comunismo y sobre la dictadura de Iósif Stalin. El partido, que advirtió este cambio, decidió enviarlo por dos años a las Escuelas Leninistas de Moscú, en donde, según las palabras de Sabato: «Era un lugar en donde uno se curaba o terminaba en un gulag o en un hospital psiquiátrico».Regresó a Argentina en 1940 con la decisión de abandonar la ciencia, pero para cumplir con quienes le habían otorgado la beca se desempeñó como profesor en la Universidad de La Plata, en la cátedra de ingreso a Ingeniería y en un postgrado sobre Relatividad y Mecánica Cuántica.
En 1941 apareció su primer trabajo literario, un artículo sobre La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares, en la revista Teseo de La Plata.En 1945 publicó su primer libro, “Uno y el universo”, y para 1948 después de haber llevado los manuscritos de su novela a las editoriales de Buenos Aires y de ser rechazado por todas, publicó en la revista Sur “El túnel”, una novela psicológica narrada en primera persona.El túnel recibió críticas entusiastas de Albert Camus, quien lo hizo traducir por Gallimard al francés. Aparte de éste, la novela ha sido traducida a más de diez idiomas.Su trabajo en la literatura continuó y en 1961 publicó “Sobre héroes y tumbas”, que ha sido considerada como una de las mejores novelas argentinas del siglo XX.
Luego de atravesar algunas tragedias familiares como la muerte de su hijo, en un accidente automovilístico y el posterior fallecimiento de su esposa, publicó sus memorias bajo el título de “Antes del fin”.El 4 de junio de 2000 presentó La Resistencia en la página de Internet del diario Clarín, convirtiéndose de esta manera en el primer escritor de lengua española en publicar un libro gratuitamente en Internet antes que en papel.
Cinco años después, ya con 94 años, dejó de salir de su casa y se dedicó a la pintura. Asistido por varias enfermeras que le preparaban la comida y le leían por la tarde hasta que se durmiera. Sabato había perdido la visión y una bronquitis le complicaba severamente la salud. Sabato vivió hasta los 99 años, cuando un 30 de abril falleció en su casa de Santos Lugares. 55 días antes de cumplir 100 años, a causa de una neumonía derivada de la bronquitis que ya padecía. La prensa tituló el triste acontecimiento como: «último clásico de las letras argentinas»
