Poco ejercicio y mala alimentación: como la obesidad se transformó en la segunda pandemia de niños y adolescentes



Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad han alcanzado cifras alarmantes durante la última década. A causa de esta enfermedad cada año mueren 2,8 millones de personas en el mundo, y en Chile -según datos del Ministerio de Salud- la cifra de fallecidos es una persona por hora.
De acuerdo con la secretaria ejecutiva de Elige Vivir Sano, Daniela Godoy, Chile es uno de los países de la OCDE con mayor obesidad y sobrepeso en adultos, solo superado por México. Pero en la población juvenil las cifras tampoco son alentadoras, Según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 (antes de la pandemia) siete de cada diez mayores de 15 años tienen obesidad o sobrepeso.
“En el caso de los escolares, según el Mapa Nutricional de Junaeb 2020, el 54% tiene obesidad o sobrepeso. Esta situación es crítica y es por eso por lo que desde antes de la pandemia estábamos trabajando con sentido de urgencia y prioridad en la Estrategia Cero Obesidad que tiene por objetivo detener el aumento de la obesidad infantil a 2030. Ahora, estamos reforzando esta estrategia adecuándola a la realidad actual con el COVID-19”, explica Daniela Godoy.
En 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la obesidad como una pandemia, situación que, a una década, con la llegada del covid-19 este fenómeno se agravó aún más. Según datos del organismo, la obesidad afecta a 124 millones de niños y adolescentes en el mundo, mientras que 216 millones padecen sobrepeso.
Por otro lado, Tania Jaramillo Chahuán, nutricionista integrativa explica que la obesidad es una enfermedad metabólica multifactorial, justamente porque hay varios factores que la pueden desencadenar. “Para su desarrollo, pueden estar influyendo factores genéticos, psicológicos, actividad física, alimentación, estrés, descanso, niveles elevados de cortisol, alguna patología como el hipotiroidismo, entre otras. Todos estos factores, pueden llevar a padecer enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, mayor riesgo de algunos tipos de cáncer, por lo tanto, es de suma importancia educar a la población y a los niños a adoptar hábitos de vida saludables”, señala.
Reducir el impacto de la obesidad y sobrepeso en menores de edad
La constancia del ejercicio físico y una alimentación balanceada son los aliados para no llegar a la obesidad y el sobrepeso. La actividad física, según expertos se considera importante tanto para la salud física y mental.
Es por esto por lo que, una de las medidas más importantes se buscó implementar por el programa Elige Vivir Sano este año, franja deportiva que ha sido útil para actividades tanto físicas como una simple caminata.
“Creemos que ha sido valorada y está siendo usada por las familias. Una encuesta realizada por la U. San Sebastián a fines de marzo e inicio de abril mostró que en la RM el 22% dijo que ha utilizado la banda horaria, principalmente para caminar (40%), andar en bicicleta (20%) y trotar (17%)”, señala la secretara ejecutiva del programa.
De acuerdo con la experta, la Encuesta Plaza Pública Cadem, en la tercera semana de abril, mostró que el 33% afirma que durante la Cuarentena ha salido a caminar, correr, pasear o hacer deporte de forma individual durante el horario permitido, “Un reciente estudio de la Asociación Chilena de Municipalidades mostró que 19,2% de los encuestados dice estar haciendo más deporte durante la pandemia y el 31% está ocupando la franja horaria Elige Vivir Sano. Esto es muy relevante porque antes de la pandemia estudios realizados en el país que mostraban que más del 50% señalaba que había reducido el deporte o la actividad física”, aclara Daniela Godoy.
Por su parte la nutricionista Tania Jaramillo recomienda que cuando un niño o adolescente está sufriendo de algún trastorno alimentario debe ser asesorado por un profesional especializado que oriente a toda la familia con mucho amor y cuidado. “Los padres deben acompañar a sus hijos en este proceso, ya que muchas veces los niños han adoptado hábitos y actitudes que han visto en la casa, por lo tanto, los padres también deben cambiar su estilo de vida y/o su relación con la comida”, apunta.
Sin embargo, para evitar las crisis de ansiedad por comer, la especialista sugiere que es fundamental comer de manera consciente, es decir, evitar realizar otras actividades como ver televisión, el teléfono mientras comemos. “También es muy importante encontrar el origen de la ansiedad, nutrirse de forma adecuada durante el día, planificar lo que se comerá durante la semana, manejar el estrés, hidratarse, realizar actividad física y dormir las horas necesarias para un correcto descanso”, expone.



Source link

Related Posts

Add Comment