Fuera de la vista del gran público y de los flashes de los fotógrafos Mora Godoy y Gustavo Sofovich llevaban adelante una relación que fue creciendo durante dos años, en donde poco se los vio juntos pero al ser consultados se mostraban muy enamorados.Sin embargo, hoy estarían separados debido a las fuertes personalidades de ambos, los ritmos acelerados de trabajo e ideas diferentes sobre la construcción del futuro.Según Gustavo, hay muchas cosas que lo habían enamorado de Godoy. “La vi bailar hace tres días y me partió la cabeza. La sensibilidad de Mora… Mora es chiquita, pero cuando yo la vi para en el escenario, el escenario le queda chico. Es inmensa, Mora. Es inmensa. Es una artista. Yo soy hijo de artistas y Mora es una mujer con una sensibilidad increíble. Es una hermosa mujer. Es un monstruo arriba del escenario, su arte…”. Declaraba en su momento el productor.Al tiempo que advertía: “No es una mujer más en mi vida. El otro día se me cayó una lágrima cuando la vi bailar. Salió con La Cumparsita y se me cayeron unas lágrimas. Me emocioné de ver la mujer que tengo al lado, la persona que tengo al lado. Es inmensa esta mujer bailando arriba del escenario, inmensa”.Por su lado ella decía lo propio de él: “Conocí a un Gustavo y no tengo idea lo que fue la otra vida con el otro Gustavo, que muchos hablan, que él mismo dice. Mi vida tiene que ver con una ferviente pasión por el baile y, te diría, una adicción a la danza y el baile. Tan fuerte que siempre estuve muy metida en eso. Y lo admiro muchísimo, lo admiro mucho a Gustavo como productor, en primer lugar, por todas las cosas que hizo y lo que está haciendo. Por cómo reinventó Polémica…, por el éxito que tiene el programa y todas las cosas que hace”.Y agregaba: “Esa mirada que tiene, sensible: una mirada de un productor con sensibilidad. Y que está pendiente: no solo de las personas que quiere, sino también de todas las personas que trabajan con él. Y podría decir muchas cosas más hermosas de Gustavo…”.Sin embargo y a pesar del amor que se propiciaban el uno al otro la relación habría llegado a un punto final. Donde las personalidades de cada uno hicieron mella en el día a día y terminaron pidiéndose un tiempo. Y el deseo de continuar cada uno por su lado.
