Cuando pensábamos que después de Manu Ginóbili y la Generación Dorada no íbamos a ver más compatriotas tirando al aro entre gigantes, ¿por qué ahora tenemos a Facu Campazzo, a Gabriel Deck, y próximamente a Luca Vildoza?Para un jugador de básquet, llegar a la NBA con los mejores del mundo es como tocar el cielo con las manos. Es lo máximo.El base Facundo Campazzo llegó a los Denver Nuggets en diciembre del año 2020, proveniente del Real Madrid, donde era una de las estrellas del equipo. Ahí ganó 11 títulos. En Denver, antes de que termine su primera temporada regular con el equipo, ya es titular.Este año se sumó Gabriel Deck a Oklahoma City Thunder. Si bien su equipo no está entre los mejores, el Tortu, como lo llaman, ya mostró que tiene todo para romperla.Hay más. Otro argentino, Luca Vildoza, acaba de firmar contrato con uno de los equipos clásicos de la NBA: los New York Knicks, que hacen de locales en el mítico Madison Square Garden.Pero no termina ahí. Pablo Prigioni, que fue jugador en la liga estadounidense, ahora trabaja como entrenador en los Minnesota Timberwolves. O sea que son cuatro los argentinos ahí. Y ese mismo equipo, Minnesota, eligió a Leandro Bolmaro, que actualmente juega en Barcelona, para que se sume en la próxima temporada.En breve van a ser cinco argentinos en la NBA. ¿O seis? ¿Va a haber una jugadora en la mejor liga de básquet del mundo?Florencia Chagas es la jugadora argentina que fue elegida para jugar en Indiana Fever, equipo de la WNBA, la NBA femenina. Con ella, en muy poco tiempo, podríamos tener a seis argentinos en el mejor básquet del mundo. Una cosa de locos.
