Delfina Pignatiello se convirtió en una de las figuras argentinas del deporte con su aparición en las piletas nacionales e internacionales y consolidando su enorme presente con sus logros en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 y en los Panamericanos de Lima 2019, con una gran proyección en su carrera.Sin embargo, detrás de la atleta hay una joven de 21 años que decidió plantarse en medio de la pandemia para pedir por los entrenamientos y además en un talento de las redes sociales, donde empezó a explotar su capacidad en distintos medios llegando al streaming de la mano de Twitch.Esta vez, se presentó con Doble Mérito para una entrevista cara a cara en donde hizo referencia a todo. Su carrera, elecciones de vida, los Juegos de Tokio 2021, sus sentimientos y vida fuera de la pileta y también sus objetivos como comunicadora y streamer.
A mediados de los meses de julio y agosto de 2020, Delfina se convirtió en una de las voces que terminó dando camino a los protocolos en la natación. “Al principio fue buscar alguna estrategia y comunicar lo que no estaba pasando a los atletas mientras veíamos que habían vuelto todos. En el momento que salí a hablar, traté de hacer lo más correcto pero dije basta”, contó.”Salía uno a hablar y lo mataban. Era re jugado y pudimos encontrar el lugar correcto y las palabras correctas para que nos escuchen y hagan algo. Me llamaron después varios políticos, pero no me meto en ese tema”, remarcó sobre los días que vivió en los que se puso al frente del reclamo y logró su cometido.En sus discursos, había puesto en duda su presentación en los Juegos Olímpicos por la pérdida de entrenamiento, pero luego eso se fue y ahora se mete de lleno en Tokio. “Estoy entrenando muy bien y estoy muy bien mentalmente, pero hay chicas que no pararon y en la elite se hace mucha diferencia”.
Respecto a su vida fuera del agua, remarcó: “Es 24/7 ser atleta de elite y saliendo de la parte del entrenamiento, me mento en el stream, leo, miro series y dibujo, cosas que me saquen la cabeza. Estudio también por que sino te quema el ‘bocho'”.”Hubo un momento que no quería saber nada con los Juegos Olímpicos, estaba muy bajoneada. Antes de eso (la pandemia) estaba súper motivada y después no quería ni hablarlo pero de a poco lo fui desbloqueando y pensando en que merezco estar ahí y disfrutar”.Por lo mostrado en las grandes competencias juveniles, Pignatiello fue puesta en un lugar de promesa, pero se siente abrumada a veces por dicho mote. “Agradezco que me pongan arriba y me tengan la fe, pero tranqui. Yo tenía 18 años y me ponían allá arriba y necesitaba apoyo emocional. No me gusta pensarlo”.
Los Juegos Olímpicos también llevan la idea de que algún atleta deberá cargar la bandera de Argentina en la presentación y la lista es corta. En ellos, se especula con su nombre, pero ella eligió a su candidato. “Me compromete un poquito pero estoy muy fan girl de Campazzo y estoy para que la lleve”.Fuera del agua, Delfi encontró su respaldo en las redes sociales como para mostrar otra cara de su día a día y de su vida. Así fue también como llegó el momento de ser streaming y ya lo siente como propia. “Si hay algo en lo que me destaco mucho fuera del deporte es que soy muy memeable. Me hacen meme al toque”.”Antes pensaba más sobre eso pero ahora que estoy viviendo sola es como que: ‘¿sabés que?, haceme meme todo”. “Todo lo que logré formar desde el streaming me llena una banda”, relató, que igualmente es consciente que a veces es un ambiente abrumador.
“A veces me saturan las redes. O me tomo un descansito o hago una limpieza. Me pasó con Twitter que tenía tweets muy viejos de muy chica, muy boludos, y me puse a pensar que soy profesional y que hay un par de cosas que tienen que seguir la línea del profesionalismo. Por eso un día lo eliminé y empecé uno de cero”, relata.”Me gusta mucho la parte de ser freelancer y emprendedor. Estoy todo el día pensando en hacer algo nuevo y me gustaría hacer algo en Twitch, pero no hay nada en el mundo mejor que estar dentro del agua. Siempre estoy buscando ser yo misma no tengo que complacer a nadie ni rendirle cuentas a nadie. Se que soy distinta, quizás no me siento ni prodigio ni promesa ni nada”, cerró en Doble Mérito.
