Avanza norma que regula los materiales de los cigarros y la prohibición de fumar o desechar colillas en zonas como playas, ríos y lagos



Por año se comercializan más de 5,6 billones de cigarrillos en el mundo, un 70%, los cuales son tirados al medio ambiente por sus consumidores poco consientes del daño que producen. Y gran parte de estos termina en las playas y océanos.
En este contexto, la Comisión de Medio Ambiente aprobó la modificación de la ley 19.419 que busca facilitar el reciclaje del tabaco y derivados para proteger zonas como playas, ríos y lagos de la contaminación que provocan las colillas de cigarros.
Colillas de cigarros
Las colillas de cigarros están hechas de acetato de celulosa, un material no biodegradable, derivado del petróleo, se utiliza para diluir y enfriar el humo inhalado por los fumadores y para atrapar parte del alquitrán que contienen los cigarrillos, demora de 18 meses a 10 años en descomponerse dependiendo de las condiciones ambientales.
El proyecto se originó en dos propuestas de diputadas y diputados. La primera fue presentada por los diputados RN José Miguel Castro y Andrés Longton, quienes apuntaron a un estudio efectuado por “Científicos de la Basura” de la Universidad Católica del Norte. Este señala que las colillas de cigarrillos son uno de los residuos con mayor presencia en las playas del país, representando algo más de un 40% de los elementos recolectados. Es decir, más de 2 colillas por metro cuadrado.
La segunda iniciativa, ingresada en su momento por la diputada Carolina Marzán (PPD), expuso su motivación por concientizar el riesgo para la salud al que está expuesta la población, recalcando que cada colilla de cigarro consumido contiene más de 7 mil sustancias o compuestos químicos tóxicos, siendo uno de los deshechos que más arrojan las personas.
Para Macarena Guajardo, directora ejecutiva de la Fundación Basura, las colillas al igual que cualquier otro residuo depositado en el entorno natural, genera impactos negativos en el medio ambiente por la evidente contaminación del paisaje y el riesgo que representa para los animales que pueden confundirlas con comida.
“Existe un impacto negativo para todos los seres vivos, prohibir fumar en playas es una medida que tiene distintos ángulos. Es efectiva pues permite de manera simple y directa, prevenir que haya colillas en las playas. Sin embargo, el problema no es que la gente fume realmente, sino que no se hagan cargo de sus residuos. Esta vez pueden ser las colillas, pero también son un problema las mascarillas desechadas y esas no están prohibidas porque ‘protegen la salud’. Pero vemos acá que, de igual manera, las dos son un desecho peligroso para la salud de los humanos y otros seres vivos. Entonces no soluciona ni ataca el problema de raíz, que es la falta de educación y cultura de las personas que las desechan en la playa”, agrega la experta de la Fundación Basura.
Normas regulatorias
En este sentido, se aprobaron las siguientes normas que regulan los materiales de los cigarros y las prohibiciones de fumar o desechar colillas:

Los filtros y las colillas de los cigarrillos que se comercialicen dentro del territorio nacional deberán ser fabricados solo con materiales biodegradables. No se incorporó como alternativa que estos sean susceptibles de ser reutilizables, reciclables o comportables, como planteaba el proyecto inicial.
Se incluyó a las playas de mar, ríos y lagos, dentro de los lugares donde estará prohibido fumar.
Asimismo, se prohíbe arrojar filtros o colillas de cigarrillos en la vía pública o en los patios o espacios al aire libre de aeropuertos, teatros y cines; centros de atención o de prestación de servicios; supermercados, centros comerciales y en establecimientos de salud públicos y privados.

“Inicialmente el proyecto establecía que las colillas debían ser de materiales biodegradables, compostables o reciclables, eliminamos los últimos dos, ya que la colilla en si tiene una gran cantidad de sustancias toxicas”, declaró Ricardo Celis, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Respecto de las modificaciones al Código Penal, la comisión aprobó incluir a la colilla de cigarrillo como un elemento prohibido de arrojar en las playas, acción que será sancionada con una multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales (cerca de 208.020 mil pesos).
La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destacó el proyecto y el trabajo de la comisión en querer avanzar en esta materia; ya que los filtros y colillas de cigarro son un producto que contamina agresivamente nuestro país, debido a la cantidad de material tóxico que contienen.
“En todas las distintas instancias de limpieza de playas que se han realizado en nuestro país, el elemento que encontramos más masivamente son las colillas de cigarro (…) Es necesario avanzar también en materia de reciclaje de estos residuos”, planteó.
La comisión concluirá la votación del texto en la próxima sesión, donde quedó pendiente para la votación quien fiscalizara el cumplimiento de la norma.



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