¿Qué conservamos? – El Mostrador



En tiempo de crisis múltiples es fácil creer que todo es cambio. Sin negar la evidente necesidad de cambios profundos, igual de importante es conservar.  En todo cambio, lo importante es lo que se conserva y lo explica con claridad el profesor Humberto Maturana: “El mundo que va a surgir depende de nosotros, de lo que hagamos, de lo que conservemos. El futuro no lo podemos predecir, pero sabemos que irá en una dirección u otra según vivamos nuestro presente. Creo que podemos ser optimistas si nos ocupamos y logramos que las personas entiendan que depende de ellos y ellas el cómo seguirá la historia de la humanidad”.
Inspirado por el reciente solsticio que marca un nuevo ciclo de la naturaleza y en que los pueblos originarios celebran la renovación de su energía vital, seleccioné cinco aspectos que son esenciales para las empresas familiares y que pueden servir de claves para avanzar hacia conversaciones que generen encuentros y un mejor futuro para todas y todos.
1.-Conversaciones con apertura. Podría parecer redundante pero muchas veces hablamos sin escuchar y mucho menos dejándonos transformar por ese encuentro con el otro. ¿Cuántos empresarios habrán recibido la visita de Daniel Undurraga, Oskar Hjertonsson y Juan Pablo Cuevas y no lograron conversación con apertura? Unicornios como Cornershop tienen como uno de sus ingredientes infinitas conversaciones que desplegaron raíces.
2.-Somos junto a otros. El valor de las personas y de reconocer que solo junto a otros crecemos y aprendemos. La centralidad de la familia, de los amigos, colaboradores y de todos con los que nos relacionamos y son parte de nuestras vidas. Aunque todo parte de mi pequeño círculo de conocidos, somos una gran comunidad humana y cuidar la emoción que nos une es clave. Yo puedo, pero en la medida que cuido de los otros y que los otros me cuidan.
3.- Cuidar la Casa Común. Lo dice la Carta Encíclica Laudato Si´ del Papa Francisco, los pueblos originarios desde siempre, muchas organizaciones de la sociedad civil y cada vez más empresas que con honestidad trabajan desde la sostenibilidad: somos naturaleza. Por lo tanto, conservar la naturaleza puede evitar la tragedia de la especie humana. Podemos sobrevivir, pero transformados por las lecciones que la Madre Tierra nos viene dando.
4.- Buena gobernanza. Al igual que en los países, la buena gobernanza es el proceso mediante el cual las empresas gestionan y propician su desarrollo. Las empresas familiares son pequeños mundos y ahí sabemos que los mejores resultados los logran las que tienen una cultura familiar con valores compartidos, directorios diversos y profesionalizados, dueños y alta dirección alineados, protocolos que les permiten trazar un camino común y resolver las diferencias.
5.-Flexibilidad continua. Casi al final del libro del Tao se puede leer “En el mundo no hay nada más blando y flexible que el agua, pero tampoco hay nada más capaz de vencer lo que es duro y rígido, no hay nada que pueda alterarla”. Imprescindible conservar y promover esa flexibilidad a que nos invita Lao Tse. En la vida diaria, en los negocios, en los gobiernos, en nuestros modelos mentales, es imprescindible esa capacidad del agua de fluir, de buscar siempre nuevos caminos y de vencer romper o rodear lo rígido. La fantasía del control y la planificación solo nos limita.
En conjunto estos cinco principios nos hacen más libres, sostenibles y responsables, y haciendo una respetuosa aplicación metafórica del trabajo del doctor Maturana: cuidan nuestra congruencia “organismo-nicho” como familia empresaria, como comunidad y como sociedad, sosteniendo la “familia-poiesis” de la cual depende nuestra supervivencia, bienestar y progreso.
 
Gonzalo Jiménez Seminario
CEO Proteus Management & Governance
Profesor de ingeniería UC

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



Source link

Related Posts

Add Comment