Los abogados, comunicadores profesionales



Hoy 12 de julio se celebra el día del abogado en nuestro país. No los quiero aburrir relatando el origen etimológico de la palabra abogado, ni la ya muy trillada historia de los inicios de la profesión en la época colonial. Prefiero que abordemos esta figura desde un punto de vista diferente.De inicio, debemos tener claro que “el abogado es un profesional de la comunicación”.
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Sí, en efecto, del mismo modo que los periodistas y comunicadores profesionales, el abogado debe transmitir ideas, hechos y argumentos, de forma clara y precisa, fundada y motivada, utilizando un lenguaje estructurado y de fácil entendimiento, tanto de forma escrita como verbal.Desde luego, la intención no es decir que los abogados y los periodistas sean iguales, pues aún y cuando en esencia, ambos son comunicadores profesionales, su público lector y escuchas, así como sus objetivos y fines son muy diferentes.La labor del periodista es informar con veracidad, al público en general, respecto de situaciones o hechos que tengan relevancia e incidan en la toma de sus decisiones cotidianas y trascendentes, tanto de los individuos como de la comunidad.En cambio, el abogado tiene por objetivo fundamental, la defensa de los intereses de sus clientes en procesos o procedimientos jurisdiccionales y judiciales, lo que hace, sustancialmente, mediante la “construcción de argumentos ganadores”, los cuales deben, siempre, abonar a una mejor y más completa impartición de justicia.El abogado además, previo a empezar a redactar y argumentar, debe tener la capacidad de saber encontrar la mejor solución al problema legal que se le plantea, lo cual únicamente puede conseguir con el estudio y la búsqueda exhaustiva de nortes legales, tanto en leyes, convenios internacionales, derecho extranjero comparado, así como en las doctrinas y las jurisprudencias, sin olvidar la experiencia, esa que sólo se adquiere con años de práctica.Un abogado completo, además de dominar el arte de la comunicación y análisis legal, debe ser una persona con un pensamiento perfectamente estructurado, que le permita ser capaz de sintetizar y simplificar problemas complejos, pues sólo así puede encontrar soluciones lógicas y que tengan sentido y, por tanto, que sean lo suficientemente convincentes para persuadir al juzgador que nuestro cliente tiene la razón, el derecho y la justicia de su lado.Esta habilidad fundamental, de encontrar, redactar, comunicar y, mediante eso, convencer al juzgador de que nuestra posición es la correcta en relación a la de nuestra contraparte en un juicio es, quizá, una de las de mayor relevancia e importancia que un abogado debe tener y dominar.Por si fuera poco, un buen abogado, adicionalmente a todas las habilidades, esfuerzo y años de práctica, para poder ser considerado como tal, debe tener una fuerte “formación ética” tan sólida y firme, que sea incorruptible, aún y cuando la situación específica sea exorbitantemente tentadora y atractiva.El ejercicio de la abogacía debe ajustarse a las normas de la moral y del derecho, siendo la única forma de privilegiar una actuación ética.También, un abogado completo, debe tener un “sentido social de ayuda al prójimo”. Estar dispuesto a dar su tiempo y conocimientos al servicio de un bien justo, aún y cuando no reciba ninguna retribución económica por ello.Hoy, quizá como nunca antes en la historia reciente de nuestro país, la función de los abogados tiene una importancia esencialmente relevante, pues se ha convertido en un verdadero y real contrapeso de los abusos del poder cometidos en contra de órganos autónomos y organizaciones no gubernamentales “ONG”.A la par, las asociaciones de abogados han demostrado realizar un papel trascendente para el respeto del Estado de Derecho, siendo uno de los principales exponentes de ello la Barra Mexicana Colegio de Abogados, A.C., agrupación de profesionales del derecho más numerosa e importante del país, con representación efectiva, mediante capítulos, en 22 estados de la República.A todos mis colegas abogadas y abogados, les deseo un muy feliz día y, que lo celebremos trabajando para la construcción de un mejor México, velando por la conservación del Estado de Derecho y de la democracia.Como siempre un placer saludarlo, esperando que estas pocas letras hayan sido de su agrado y, sobre todo, de utilidad.¡Hasta la próxima!

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