Dani La Chepi: “Hoy en día me planto desde el humor”


No deja faceta afuera. A Daniela Viaggiamari la conocemos como Dani La Chepi, sabemos que es humorista y la rompe en redes sociales. Recientemente vimos su regreso a la televisión siendo participante de MasterChef, por lo que seguimos descubriendo otra versión de sus talentos. Tuvo participaciones en producciones como “Chiquititas”, “Rincón de Luz”, “Floricienta” y “Casi Angeles” pero eso tampoco es todo. Pasó por el teatro, la radio, la escritura y realizó su debut como cantante con su tema “Qué vas a hacer” y es madre de Isa, una niña con un enorme carisma que traspasa pantallas.Este recorrido es sólo parte de lo que La Chepi conversó mano a mano con Julio Leiva para Caja Negra, el segmento de entrevistas exclusivo de Filo.News. ¿Listas y listos para romper el hielo?Siempre debajo de la punta del iceberg, hay aún más. Hoy Dani atraviesa un gran presente laboral, resultado del camino que trazó y viene defendiendo durante años, pero ahora, ¿qué le falta?”Me falta disfrutar un poco más, tomarme el tiempo y disfrutar hacerlo, lo hablo mi psicóloga”. Tengo como un impedimento de disfrute, viste muy criada a lo tano de laburar, laburar, laburar, laburar, porque puede faltar y no tiene que volver a faltar. Entonces todo el
tiempo estoy luchando con la exigencia. Esta frase de mi padre: ‘las vacaciones se inventaron para sacarle plata a la gente’. Todo el tiempo trato de salir de ahí. ¿Pudiste? No, pero lo laburo”, cuenta.

Dani La Chepi en Caja Negra

¿Cuánto de ese legado tano, el remo constante hay en los argentinos y argentinas? “Es como que las oportunidades para nosotros los argentinos y argentinas, en general, esta cosa de que te llega un laburo, primero decir que sí, pero después hay tiempo para decir que no y nada. Yo me crié con una imagen de familia de todo el tiempo de ‘cuida el cambio chico’,  y ‘guarda lo que puedas’. Viví con lo justo. Y es muy difícil salir de ahí. Cuando la vida me dio una oportunidad de decir hoy puedo pedirme sushi. Qué sé yo. Pero hoy puedo y lo tengo que disfrutarlo. Lo tengo que vivir con culpa de no sé de qué. Del halago del otro chiste de no o de no poder auto halagarme. De mirá qué bien lo que estoy logrando. Hoy en día me planto desde el humor”, asegura.Y la familia llevó al tema de la culpa, aquello que se transmite incluso hasta de forma inconciente y que podemos cargarlo durante toda la vida y hasta empapar nuestros vínculos con eso. Trasladarlo de madre a hija, de hija a hija. ¿Qué cosas hubieran sido distintas en su vida sin esa culpa?

Dani La Chepi e Isa en Caja Negra

“Yo creo que un programa”, reconoce. “Era cantante en ese programa y yo amo cantar, pero no era con la persona que hubiese trabajado nunca en mi vida y dije que sí. Por la culpa que me generaba decir que no a un trabajo, que capaz que en ese momento podría haber dicho que no, porque de hecho era una vez por semana. Era, pero me sentía tan ninguneada y tan
menospreciada en ese lugar, con esa persona que detestaba. Y lo igual lo hice. No podemos decir quien es ¿no?, claro que no. Basta ya”, señala.La televisión: ese de dónde venimos
Repasando los recuerdos de su paso por la televisión, habló de machismo y lo que debió soportar para mantener su trabajo: “La mujer estaba expuesta de otra manera. Era el culo y tetas. Que los jugadores de fútbol que iban a comer, comieran de tu cuerpo. Es una locura que en ese momento lo veía toda la Argentina y nadie lo vio mal. Yo no participaba tanto a lo macho porque no tenía el sex appeal de las chicas, no era sexy. Básicamente nunca lo fui. Pero no, no inspiraba eso. Estaba para ponerle onda, descontracturar”.”Era laburo para mi exposición, pero. No lo volvería a hacer nunca más en la vida. Nunca más, nunca más. La parte linda, bueno, era eso. Estabas en el prime time, en un programa super recontra pro y todo pero yo era muy culposa y miedosa de no decir algo para que no me saquen. Me acuerdo una de las personas de integrantes de ese programa. Un día nos reunió a todas y nos dijo: ‘yo entiendo lo que dicen, cuáles son las quejas y todo pero recuerden chicas, que hay una fila de 50 mil bailarinas en la puerta esperando a entrar’. Eso era laburar en televisión”, asegura.

Julio Leva en un mano a mano con La Chepi en Caja Negra

Y el tema los llevó a Cris Morena y su construcción de estereotipos y bellezas hegemónicas. “Creo que participé en casi todas las de Cris Morena, menos en ‘Rebelde Way’. En ‘Alma Pirata ‘Amacuro hice de la mamá de Luisana Lopilato. Una cosa inexplicable”, detalla.”Y son éxitos. Pero nunca en mi vida ni saludé a Cris Morena ni charlé con Cris Morena. La única vez me la crucé en el pasillo. No me animé a decirle ‘yo soy…'”—  añade— “Era un árbol 34. Nunca la gente me reconoce de ahí. Ahora, cuando algún seguidor sube un video visto y dice ¡esta sos vos! No se puede creer. Sí, esa soy yo. Y ahí empiezan: ‘no sos una pelotuda que hace videos, también sos actriz’.
También participó en “Resistiré”. “Hice de la ex de Pablo Echarri. Mirá que tuve dos escenas
recontra hot”— advierte— “Sí, sí, todo ahí de chupándole las fosas nasales a Pablo
Echarri. No sé lo que fue eso. Era parte, era el sueño de toda la piba, porque
en ese momento era el galán de nuestro país”.”Me acuerdo que Pablo Echarri tuvo un gesto increíble conmigo. Yo  tenía mucho miedo. estaba casada en ese momento y me llaman para hacer esto. Y yo dije que sí porque había leído las dos primeras escenas, que era como que me reclamaba guita y no sé qué viste y no había leído que me tenía que poner en pelotas. Yo no quería ponerme en pelotas. Y me acuerdo que llego y el director, era el Negro Luna, gran director y ya habíamos hecho enamorarte una novela con Celeste Cid también y Emanuel Ortega. Y yo tenía un personaje muy fuerte ahí. Ahí sí pegué toda la novela y estuvo muy buena la tira, muy
buena, muy graciosa. Era un personaje cómico; ahí también me puse medio en pelotas con Emanuel Ortega, pero. Fue como era gracioso, no me molestó. Entonces Pablo se da cuenta de eso y se acerca y me dice: ‘¿qué te pasa?’. Y el chabón me llevó a vestuario.  Una chica me hizo cambiar el pantalón, me puso una pollera, me puso doble bombacha la mía y una arriba me puso un corpiño muy que eligió con él. Entonces el replanteó la escena para dejarme abierta la camisa. me sacaba la bombacha, pero abajo tenía otra y me hizo sentir muy bien y me hizo sentir muy cuidada. Es un recuerdo que tengo muy lindo del chabón. No era una actriz de renombre, era la pibita que le pusieron ahí y el flaco tuvo una excelente gesto. Cuando salió esa escena mi papá, se me contó mamá que se encerró en el play room y lloraba porque decía se la están cogiendo a mi hija”, detalla.”Y todo el pueblo cantó…”
“Canté en una fiesta en la que estaba Maradona. Cómo me arrepiento de no haberme sacado una foto y no haber sido cholula. Estaba en una mesa el chabón y yo no paraba, canté todo el show mirando para el costado porque no podía creer que estaba él ahí. El chabón no podía pararse de la mesa porque la gente y los mismos invitados no lo dejaban en paz. Y decía pobre tipo, ¿no? ¿Cómo vive? Parece como que porque es famoso, entonces tiene que darme una foto. Yo mirándolo no lo podía creer”, reflexiona sobre el día que vio a Diego Armando.Cacho, como un padre
“Hay una escena, también digo que más allá de que te ayudan bastante, que cuando empecé a laburar con Cacho en ‘Café, la humedad’. Me entablé una relación de padre e hija con Cacho. Yo fumaba mucho en ese momento y armado y me decía: ‘pero es humo, estás metiendo humo, mírame a mí’. Para cantar tango era el whisky”, cuenta.”Tuve una relación muy linda con él y con su pareja, Marina, una gran mujer y. Íbamos a la casa, eh. Con Isa, porque vivía a diez cuadras de mi actual domicilio y yo no sabía que vivía ahí. Y un día me acuerdo, fuimos a un asado. A él le gustaba todo el tiempo invitar gente. Estaba muy solo también. Por su estado de salud no podía moverse mucho. Entonces era todo en la casa y bueno, íbamos, todos el Bambino Veira, Lerner, Palito Ortega, el Cabezón
Ruggeri, Beto Casella. Era fuertísimo eso y yo con mi triangulito y masita pleno verano de Carrefour. Y me senté ahí y me puse adelante todas estas bestias a cantar el tango que él me pedía que yo cantara”, recuerda.

Dani La Chepi en Caja Negra

“En muchas cosas ha sido muy mal ejemplo, pero para mí un gran ejemplo a no seguir mucho alcohol, drogas y montón de cosas más. Es como mi papá. Un buen ejemplo en un montón de
cosas y un muy mal ejemplo. Por eso, muy mal ejemplo es un gran ejemplo a no seguir”, señala.”El falso halago”
“Las redes, la televisión, los medios, son ese espacio en el que como contaba La Chepi, hay una belleza estereotipada. “Debería ser obligatorio decir estoy usando un filtro, yo no tengo esta nariz, no soy así. Mirá los dientes, son de mentira. Blanquearlo entendés porque hay chicas que no entienden que por eso llama tanto la atención, por ejemplo, que vos hagas algo normal salir con un chofer de recolección de basura. Fue noticia en todos lados. Lo peligroso es que sea noticia. Me dicen ‘te sirvió’. ¿Para qué?”, señala. 
“Igual estaba en MasterChef y podían levantar cualquier gilada que dijera, cualquier estupidez porque era un programa de veintipico puntos de rating. Y aparte yo no fui a una nota a contar, sino que en mis redes sociales la gente fue viviendo el paso a paso de cómo lo conocí a mi
pareja por la ventana. Era como una historia de amor. Pero en los medios, el amarillismo. No era la historia de amor, era ‘¡Guau! Qué bueno que salgas con alguien así, ¿no? Qué bueno que te muestres así, despeinada. Qué bueno que hables tan cerca con la cámara y tenés un diente abajo que es más largo que los demás, que bueno que tenés como granos. Es como el falso halago. No me estás alaga. En realidad me estás haciendo mierda”, manifiesta.La Chepi
No vamos a revelarles cómo es que surge el apodo, para eso van a tener que ver la nota, pero les repasamos algo que Dani cuenta que está bueno.

Dani La Chepi en Caja Negra

“En realidad yo siempre fui La Chepi porque me crié con dos hermanos varones en un barrio que se llama Boulogne,Y en esa época era otra la Argentina claramente, y jugábamos mucho en la vereda, y a mí siempre me gustaron mucho las actividades que hacían los pibes, porque
eran las actividades de chicos y chicas. Entonces yo también quería patear. No estar maquillándome y jugando con las muñecas. Y en un boliche pararme de mano cuando me tocaban el culo como a mi hermano. Le daba un poco de vergüenza que yo saltara viste de que me toca y era como no era femenino. Las señoritas se tiene que dejar tocar el culo
y decir ‘ay, qué grosero’. Siempre fui contra ese estereotipo. Entonces era como un pibe para ellos, para mí era una piba más que quizás no era la piba que ellos esperaban”, cierra.Hacia el final de la entrevista se abre la caja. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?



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