El ausentismo laboral se refiere al número de horas no trabajadas debido a faltas, salidas y retrasos justificados o no por parte de los colaboradores de una empresa. Según datos del último informe realizado por la Cámara de Comercio de Santiago e Inmune, los trabajadores pierden alrededor de 10,4 días al año a causa de licencias médicas.
Algunas de las causas de este fenómeno pueden vincularse al agotamiento, insatisfacción y frustración laboral. Manuel Araya, psicólogo clínico y organizacional de Psyalive.com, clínica digital especializada en salud mental, comenta que “estos problemas no representan sintomatologías diferentes a las de los cuadros de depresión, trastornos de ansiedad o trastornos fóbicos, sin embargo, la diferencia está en la causa que los provoca”.
Parte de estos síntomas son causados por una infraestructura inadecuada en el entorno laboral, una mala relación con los jefes, establecimiento de metas inalcanzables, presión en el trabajo, falta de reconocimientos, acoso laboral entre otros factores que terminarían provocando un alto absentismo laboral que afecta a distintas organizaciones.
Araya señala que “la mayoría de los colaboradores evita manifestar su malestar por miedo a ser desvinculados o perjudicados en sus lugares de trabajo, por lo que promover un clima laboral de confianza y crear vínculos sanos en los equipos laborales juega un rol fundamental a la hora de atacar estas problemáticas”.
Uno estos casos es la empresa Roche, quienes han puesto énfasis en esta temática para mejorar su productividad. “Desde que comenzamos a preocuparnos por esta problemática, hasta el momento no hemos tenido licencias por cuadros asociados a la salud mental y esperamos que continúe de esta manera. Ahora, yo creo que más que evitar licencias, nosotros les damos la instancia a las personas para que puedan conversar con un especialista y para que puedan tener una opinión objetiva de alguna situación que están enfrentando”. comenta.
Claves para reducir el agotamiento emocional de los chilenos
La pandemia por el Covid-19 ha creado cansancio acumulado y gran incertidumbre por lo que vendrá. Estos factores han llevado a un complejo deterioro de la salud mental, que por estos días se ha convertido en uno de los grandes problemas que viven los chilenos.
De hecho, según el informe “Un año del covid-19”, elaborado por la consultora internacional Ipsos para el Foro Económico Mundial, reveló que Chile es el segundo país del mundo donde más ha empeorado la salud mental desde el inicio de la pandemia.
Al respecto, Trinidad Covarrubias, consultora de bienestar de Willis Towers Watson, señala que “el cuidado de la salud mental no es algo muy instaurado en nuestra cultura todavía. Existe aún un prejuicio o estigmatización a la expresión, a las emociones, a pedir ayuda o realizar una consulta al psicólogo. De esta forma, muchas personas viven su estrés u otras condiciones de salud mental en silencio, lo que repercute finalmente en problemas más severos y en otras conductas compensatorias que causan más daños, como el consumo de alcohol, tabaco, drogas, suicidios, etc”.
Entre las principales causas que han llevado a un grave deterioro de la salud mental de los chilenos, Covarrubias sostiene que “muchas personas se sienten más solas que nunca, hay quienes sienten miedo a diario por seguir yendo a trabajar en medio de los riesgos de contagio, otros muchos han perdido su trabajo. Escuchamos tristes historias sobre familias y amigos que no pueden visitar a sus seres queridos en los asilos de ancianos o en los hospitales, impedimentos para casarse, personas que han caído en el alcohol u otras drogas como un mecanismo de afrontamiento, o sobre las secuelas que sufre un conocido tras el contagio. Todas estas historias suponen una carga emocional importante para todos nosotros”.
En esa misma línea, agrega que “cuando sumamos a esto la alta demanda de trabajo de los empleados, con límites poco claros de su horario laboral en teletrabajo, lidiando con la diversidad de roles profesionales, familiares, domésticos, financieros y personales, e intentando mantener la productividad que tenían en tiempos pre-pandémicos, resulta un alto costo a la salud: un aumento en la probabilidad de agotamiento entre los empleados que han mantenido este estado por más de un año”.
Desafío laboral
La encuesta de Diagnóstico de Bienestar realizada por Willis Towers Watson en marzo de este año a más de 580 trabajadores en Latinoamérica, da a conocer que el 82% de los colaboradores, específicamente en Chile, identifica el estrés como uno de los principales desafíos de su fuerza laboral, seguido por otras condiciones de salud mental como la ansiedad y la depresión en un 72%.
“Si las exigencias laborales no se complementan con otras iniciativas que velen por el equilibrio emocional del empleado, y que efectivamente satisfagan las necesidades de los diversos grupos, aumenta el riesgo de agotamiento, lo que favorece la pérdida de compromiso de los trabajadores. El agotamiento de los empleados es un desafío global al ser uno de los mayores factores de riesgo para la retención de talentos y para mantener una sana cultura organizacional de los colaboradores que se quedan”, asegura Covarrubias.
Para ello, la consultora enfatiza que “son múltiples las acciones que pueden realizar las empresas para reducir el riesgo de agotamiento. El primer paso es prevenir que ocurra el agotamiento, donde una de las claves es apoyar el bienestar de los empleados de manera integral. Esto puede incluir desde implementar iniciativas como sesiones de meditación, desafíos de actividad física y charlas para lidiar con la ansiedad, promover la resiliencia y favorecer buenos hábitos de sueño, hasta generar campañas que busquen reducir los estigmas en torno a la salud mental. A ello será esencial sumar un beneficio de salud mental para los empleados que están en riesgo o experimentan ya una depresión u otras condiciones de salud mental, como pueden ser las asistencias psicológicas o los Programa de Asistencia al Empleado (PAE)”.
