Mario Casarrubias Salgado, líder de Guerreros Unidos y vinculado a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, falleció por un paro cardio respiratorio y una neumonía provocada por COVID-19 este 25 de julio.
De acuerdo con la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, Casarrubias Salgado (quien padecía diabetes tipo II e hipertensión arterial sistémica) dio positivo a la enfermedad y presentó neumonía atípica por el virus, así como insuficiencia respiratoria aguda.
El deterioro provocó que el 21 de julio fuera intubado, tras presentar una saturación del 72% de oxígeno.
“Durante su hospitalización se le brindaron las atenciones hospitalarias de alta especialidad y trato humanitario, incluso para establecer comunicación a distancia con su familia, buscando su favorable evolución, agotando los recursos médicos al alcance”, publicó la comisión en un comunicado.
Casarrubias Salgado estaba detenido en el Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano, pero fue trasladado el pasado 8 de julio del Centro Médico “Adolfo López Mateos” en Toluca, Estado de México, al Hospital Central Militar en la Ciudad de México.
El cuerpo fue entregado a sus familiares la mañana de este lunes para los servicios funerarios.
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