Diputado Leo Soto: “Es muy extraño que el Banco de Chile no hubiese encendido las alertas al ver los millonarios movimientos bancarios de Fuente-Alba”



El caso de corrupción protagonizado por el excomandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, por los delitos reiterados de malversación de caudales públicos y lavado de dinero, y su esposa Ana María Pinochet, tiene una nueva arista, tras los dichos del persecutor de la Fiscalía Centro Norte, José Morales, quien sostuvo que los bancos “facilitaron muchas operaciones” para que el exuniformado “siguiera con sus delitos”.
De acuerdo a La Tercera, en la acusación ingresada el viernes por Morales en el Séptimo Juzgado de Garantía, se notifica a la justicia el inicio, de manera separada, de otras dos investigaciones en el marco de las indagatorias a Fuente-Alba y su familia.
“El día 28 de julio del 2021 se procedió a separar investigación respecto de los siguientes hechos: Responsabilidad penal de personas jurídicas o de personas naturales, distintas a los imputados acusados, en particular bancos o Instituciones financieras y personas relacionadas a estos, que hayan participado en el delito de lavado de dinero”, indica el escrito presentado por el persecutor.
Según fuentes del citado medio, la investigación apunta a una posible responsabilidad del Banco de Chile -del Grupo Luksic- y otras cuatro instituciones bancarias. Ellas debían de reportar las operaciones sospechosas del general (r) a la Unidad de Análisis Financiero (UAF). Sin embargo, no lo hicieron hasta el 2014, cuando se hizo pública la indagatoria del Ministerio Público.
El equipo investigador realizará una serie de interrogatorios para dilucidar por qué a los analistas internos del Banco de Chile no les llamó la atención la gran cantidad de depósitos que el excomandante en jefe del Ejército hizo a sus productos financieros (cuenta corriente y tarjetas bancarias).
Por el momento, el único vínculo que une a Fuente-Alba y al Banco de Chile es la amistad entre el exuniformado y Andrónico Luksic. De acuerdo al procesamiento dictado por la ministra en visita Romy Rutherford en febrero de 2019, el excomandante en jefe realizó un viaje junto a su cónyuge, y una comitiva, a Londres, Bosnia Herzegovina y Chipre.
Tras su viaje a Londres, estuvieron en Croacia durante dos días, un destino que no estaba contemplado dentro del decreto (que daba cuenta del viaje). Luksic los invitó y permanecieron en un hotel de su propiedad.
Reacciones desde el Congreso
Esta arista generó reacciones, como las del diputado socialista Leo Soto, quien planteó que “es muy extraño que el Banco de Chile no hubiese encendido las alertas al ver los millonarios movimientos bancarios que durante años realizó el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba y su señora. Claro, porque no tenían ninguna relación con el único ingreso que tenía esta familia que era el sueldo del militar”.
De acuerdo al parlamentario, “si el Banco de Chile hubiese reportado como operación sospechosa estos millonarios movimientos bancarios que realizó el general Fuente-Alba se pudo haber frenado mucho antes este mega fraude, el Banco de Chile tenía el deber legal de reportar estas operaciones y al no hacerlo, habría cometido un delito castigado por la ley de lavado de activos”.
Además, Soto valoró el trabajo de la Fiscalía “investigando a bancos por delitos que facilitan el lavado de dinero sucio, Chile no puede ser convertido en un paraíso fiscal”.

Vea las declaraciones del diputado Soto:

“No había trazabilidad de cómo se gastaba”
De acuerdo a lo que sostuvo el persecutor en conversación con Radio Cooperativa, los bancos “facilitaron muchas operaciones para los efectos que esta persona siguiera con sus delitos y se aprovechara de los bienes que se había apropiado del patrimonio nacional. Hay que recordar que se trata de fondos públicos, no son fondos privados, lo cual agrava más la conducta”,
A esto se suma que “el señor Fuente-Alba tenía a su disposición una gran cantidad de recursos como consecuencia de los gastos reservados, estamos hablando de alrededor de 1.100 millones de pesos al año y dos millones de dólares, que hasta el año 2020 tenían una regulación bastante precaria que permitían obviamente que estos dineros no tuviesen ningún tipo de control después que eran extraídos desde BancoEstado en dinero en efectivo”, señaló hoy el fiscal Morales.
El persecutor explicó que “después no había ninguna trazabilidad de cómo se gastaba, ningún reporte documental de cómo se gastaban estos bienes y en el caso del imputado Fuente-Alba, si es que eran gastados en fines propios”.
“Hay autos comprados con tarjeta de crédito, aparentemente una trazabilidad lícita, pero después usted analiza cómo se pagan estas tarjetas de crédito y se pagan muchas veces con dinero en efectivo”, añadió.
“Es evidente que todo el mecanismo de prevención del lavado de activos, que en nuestro país es bastante importante y liderado por la Unidad de Análisis Financiero, falló absolutamente”, concluyó.



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