presidente huye, ante avance de los talibanes



El presidente Ashraf Ghani abandonó Afganistán este domingo, dijo un ex vicepresidente, ante el avance de los talibanes, que parecen estar a punto de tomar el control del país tras una ofensiva relámpago.
“El ex presidente afgano ha abandonado la nación, dejando a la gente en esta situación”, declaró Abdullah Abdullah, ex vicepresidente del país y jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, en un video publicado en su página de Facebook.
“Dios lo responsabilizará, y la gente lo juzgará”, agregó.

No indicó adónde se dirigía Ghani, pero el grupo de prensa afgano Tolo News apuntó que podría estar camino de Tayikistán.
Que Ghani dejara el cargo era uno de los pedidos clave de los talibanes en los diálogos de paz con el gobierno afgano, aunque el mandatario había optado por aferrarse al cargo hasta ahora.
Este domingo, los insurgentes habían capturado sin resistencia, la ciudad oriental de Jalalabad, horas después de tomar la norteña Mazar-i-Sharif, la cuarta mayor ciudad afgana y principal centro urbano del norte.

Así, los talibanes controlan casi todo el país, tras 10 días de conquistas aceleradas contra las fuerzas gubernamentales y caudillos locales.
Talibanes conducen un vehículo militar oficial en la ciudad de Kandahar, el 13 de agosto de 2021.
Los talibanes afirmaron que desean una “traspaso pacífico” del poder en los próximos días, dos décadas después de empezara una intervención militar liderada por Washington y ordenada a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
En un primer momento, el grupo ordenó a sus combatientes que no entraran en la capital, afirmando que las fuerzas del gobierno se encargarían de garantizar la seguridad.
Pero más tarde, Zabihullah Muajhid, un portavoz, tuiteó que las fuerzas talibanas deberían ocupar las zonas desertadas por las fuerzas afganas, para mantener el orden.
Los talibanes también prometieron que no buscaban vengarse de nadie, tampoco de los militares o funcionarios que trabajaron para el actual gobierno.
Por su parte, el ministro de Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, aseguró que se llevaría a cabo una “transferencia pacífica del poder” a un gobierno de transición.
La OTAN, que también se retira de Afganistán, reclamó una “solución política al conflicto, que es más urgente que nunca”, según un portavoz.
Evacuaciones
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció que ya empezó la evacuación de diplomáticos estadounidenses y de civiles afganos que en el pasado cooperaron con Estados Unidos y que pudieran temer por su vida.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó el despliegue de 5.000 soldados en el aeropuerto de Kabul para proceder a la evacuación, que concierne a unas 30.000 personas.
Como la víspera, este domingo los helicópteros estadounidenses proseguían sus incesantes rotaciones entre el aeropuerto y la embajada de Estados Unidos en Kabul, un complejo gigantesco ubicado en la “zona verde” ultrafortificada del centro de la capital.
Biden amenazó a los talibanes con una respuesta “rápida y fuerte” si realizan algún ataque que pueda poner en peligro a estadounidenses.
Su administración defendió su decisión de poner fin a 20 años de guerra, la más larga que haya librado Estados Unidos.
En este sentido, Antony Blinken, rechazó las comparaciones entre la situación en Kabul y la caída de Saigón en Vietnam en 1975, y reiteró que Estados Unidos había “logrado sus objetivos” en la guerra de Afganistán.
“Esto no es Saigón”, dijo el secretario de Estado estadounidense a ABC. “Entramos en Afganistán hace 20 años con una misión y esa misión era hacer frente a los que nos atacaron el 11/S. Esa misión fue exitosa”.
Por su parte, las autoridades danesas y alemanas anunciaron el domingo que todos sus expatriados habían sido transferidos al aeropuerto de Kabul, mientras que los canadienses ya abandonaron el país, según Ottawa.
En cuanto a Suecia, el personal de la embajada será evacuado dentro de poco. “Esto también afecta a los empleados locales afganos”, precisó Ann Linde, ministra sueca de Relaciones Exteriores.
Noruega, que gestiona la cartera de Afganistán en el Consejo de Seguridad de la ONU junto con Estonia, pidió que el organismo efectúe una “reunión urgente lo antes posible”.
Soldados afganos piden amnistía a talibanes
Miles de soldados afganos invadieron las oficinas del gobernador de la ciudad de Herat, oeste de Afganistán, en busca de los talibanes, no para combatirlos sino para solicitar un documento de amnistía.
Herat, la tercera ciudad más grande del país, cayó en manos de los talibanes el jueves, quienes están ahora en las puertas de Kabul, la capital afgana.
Ismail Khan, de 75 años, uno de los señores de la guerra más conocidos de Afganistán, se rindió a los talibanes tras la caída de Herat, de la que había sido el amo indiscutible durante décadas. Los insurgentes se han comprometido a garantizar su seguridad.
Miembro del Taliban en la ciudad de Herat, el 14 de agosto de 2021.
Al tiempo que aumentan los temores de represalias violentas y que los talibanes se acercan a una toma total del país, los soldados afganos en Herat, casi todos vestidos de civil, se reunieron para tratar de obtener una carta de amnistía de los nuevos amos de la ciudad.
En el despacho del exgobernador de Herat, los talibanes anotan nombres y examinan listas y en una hoja de papel, con su membrete, escriben notas de amnistía, algunas válidas durante mucho tiempo, otras solo durante unos días.
Un soldado afgano presente en el encuentro dijo a la AFP que su unidad estaba rodeada por los talibanes antes de la caída de la ciudad. Ahora, dice, solo quiere estar a salvo.
¿Cuál ha sido el papel de los talibanes en Afganistán?
En 1994, el movimiento de los talibanes (“estudiantes en religión”) apareció en Afganistán, un país devastado por la guerra contra los soviéticos (1979-89) y que enfrentaba una lucha fratricida entre muyahidines desde la caída del régimen comunista en Kabul, ocurrida en 1992.
Formados en las madrasas (escuelas coránicas) del vecino Pakistán, donde estos islamistas suníes se refugiaron durante el conflicto con los soviéticos, los talibanes estaban encabezados por el misterioso mulá Mohammad Omar, fallecido en 2003, y sucedido por el mulá Akhtar Mansur, asesinado en 2016 en Pakistán.
Actualmente, los talibanes están dirigidos por Haibatullah Akhundzada y el mulá Abdul Ghani Baradar, cofundador del movimiento, encabeza el ala política.
Como la mayoría de la población afgana, ellos son esencialmente pastunes, el grupo étnico que ha dominado el país casi ininterrumpidamente durante dos siglos.
Cuando estuvieron en el poder, los talibanes impusieron una estricta ley islámica que prohibía los juegos, la música, las fotografías y la televisión. Negó a las mujeres el derecho de trabajar y las escuelas para niñas fueron cerradas.
En marzo de 2001, la destrucción con dinamita de los budas gigantes de Bamiyán (centro) provocó la indignación internacional.
La sede del poder se trasladó a Kandahar, donde el mulá Omar vivía recluido en una casa construida por Osama bin Laden, líder de Al Qaida.
El territorio de los talibanes se convirtió en un santuario para los yihadistas de todo el mundo, que llegaban hasta allí para entrenarse, en particular los de Al Qaida.
A mediados de 2018, estadounidenses y talibanes iniciaron unas discretas negociaciones en Doha, interrumpidas varias veces tras los ataques contra las tropas de EEUU.
El 29 de febrero de 2020, Washington firmó un acuerdo histórico con los talibanes, que preveía la retirada de los soldados extranjeros a cambio de garantías de seguridad y la apertura de negociaciones.
El 8 de julio de 2021, el presidente estadounidense Joe Biden declara que la retirada de sus fuerzas, que comenzó en mayo, se “completará el 31 de agosto”.
Los talibanes, a la ofensiva desde mayo, llegaron el 15 de agosto a las puertas de Kabul, después de haber tomado el control de casi todo el país sin encontrar gran resistencia.
Con información de AFP
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia. Tú puedes ayudarnos a seguir. Sé parte del equipo.
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.#YoSoyAnimal



Source link

Related Posts

Add Comment