“Pequeñas Victorias”: Julieta Díaz, Natalie Pérez y Mariana Genesio Peña vuelven para “seguir desmitificando realidades que parecen ideales”


“Las familias fueron siempre una cosa rara”. Y esa no es ninguna novedad. Las experiencias que antes se buscaban compartir con frases del estilo “cada casa es un mundo”, hoy buscamos reescribirlas tratando de desarticular tabúes, con otros códigos, tal vez más desprolijos, o más bien, naturales. Porque ya sabemos que lo social y culturamente instituido, de normal no tiene nada.Esas palabras se las dedica la directora del colegio en que Vicky (interpretada por la revelación de la serie, Lola Loyacono) empieza su primer grado. Sí, Vicky ya no es una bebé, el tiempo pasó y comienza su primaria al tiempo que se obseciona con un tema tan sorprendentemente inabarcable y apasionante como lo es el espacio, con sus planetas, y galaxias. Y que por sobre todas las cosas no la limita, porque nunca se llega a saber todo lo que hay por conocer más allá de nuestra capa de ozono.Frente a la directora -mujer que se corre del estereotipo acartonado que suele construirse para liderar en una escuela-, las tres madres de Vicky, Jazmín (Julieta Díaz), Bárbara (Natalie Pérez) y Emma (Mariana Genesio Peña) llevan a cuestas sus historias, las incertidumbres y temores por el crecimiento de su hija, que manifiestan en una catarsis pronunciada con mucho tono de comedia.

Mariana Genesio Peña, Julieta Díaz y Natalie Pérez en “Pequeñas Victorias” | Foto: Gentileza Amazon Prime Video

Así arranca “Pequeñas Victorias”, spin-off de la serie argentina creada por la escritora Erika Halvorsen (autora de “Amar después de amar”, El hilo rojo y Desearás) y Daniel Burman, que desarrolla la historia de mujeres que se unen en una misma maternidad. Ahora en plural, y en formato miniserie, con parte de su elenco principal y nuevas incorporaciones, cambio de director (Juan Taratuto) y guionistas (Juan Taratuto, Matías Scartascini, Mara Pescio y Victoria Galardi), y otros condimentos, llega este viernes a Amazon Prime Video y en septiembre a Telefé, para contarnos qué fue de las madres y de la pequeña Victoria luego del broche temporada.”A mí me encanta el lugar donde arrancan los personajes. Ha cambiado mucho todo. Están bastante desconectadas y a lo largo del programa buscan volver a conectarse. Y todo compacto, en 10 capítulos”, reflexiona Julieta Díaz en diálogo con Filo.News.Pasaron seis años desde los hechos que vimos en la primera temporada y el arranque es una suerte de cimbronazo emocional para las protagonistas, que buscan encontrarse mientras lidian con sus fantasmas, diferencias entre sí (como si está bien creer o no en el Ratón Pérez) angustias, la carga mental siempre presente que las hace debatirse el ser “buenas” o “malas” madres, y cuánto pueden aprender de su hija.

Natalie Pérez y Lola Loyacono en “Pequeñas Victorias” | Foto: Gentileza Amazon Prime Video

Como dirá Emma en una escena: “Nuestras hijas están librando sus propias batallas y nosotras estamos para acompañarlas”.  

El puntapié inicial es interesante para reflexionar el desconcierto que a veces genera el cómo seguir adelante, cuando los ciclos se terminan, y ¿qué pasa después de que alcanzamos determinada estabilidad y nos miramos con incertidumbres? Algo que a la luz de la -todavía presente- pandemia cobra un valor altamente significativo, que podrá identificar a más de una o uno que mire: pues la vida misma está llena de “arrancar de nuevo”, y tratar de encontrarnos con lo que somos a medida que transitamos. En definitiva, conocer más allá de nuestra capa de ozono. Así nos topamos con Bárbara, Emma y Jazmín.
Pienso que la primera temporada llegó para instaler temas e historias que se tenían que representar en la pantalla, ¿cómo creen que llega ahora este spin-off? y ¿cómo llegan ustedes?

Julieta: Para nosotras fue importante contar una historia con diferentes tipos de maternidades, de familias; poder aportar un poco a la diversidad, abrir la cabeza. En este spin-off Victoria arranca su primer grado y nosotras entramos al sistema educativo, cada una con su tipo de maternidad, tratando de ensamblarse y de aprender una de las otras. Nos divertimos mucho.
¿Cómo fue componer a sus personajes para esta segunda temporada, a comparación de la anterior?

Mariana: Tanto en mi caso como en el de las tres era muy importante tener en cuenta que la historia transcurre seis años después, por lo que iba a haber muchos cambios, no sólo en las protagonistas sino en todo el contexto. Cada una se relaciona con nuevos personajes, nuevos mundos. Emma está de repente viviendo en un country, casada, un poco desconectada de la maternidad, de sus amigas. Así que traté de encararla y transitarlo desde ese lugar.Natalie: Hay un pase de tiempo, que es importante. Bárbara justo empieza este spin-off desde un pozo. Todo lo que había construido desde con el nacimiento de su hija, con el paso de los años, la volvemos a ver en un lugar que no está bueno pero por suerte va redescubriéndose, sincerándose con ella misma y con el amor que le trajo la llegada de Vicky a su vida.Julieta: Jazmín es la más grande de las tres. Es mamá grande, igual que yo: fui madre a los 37 años. Ella está entre la maternidad y el trabajo, como la mayoría de las mujeres en este mundo organizado por hombres, que por suerte pareciera que está cambiando y que empieza a ser más mixto. Trata de acomodar todo eso mientras lucha con sus exigencias, de ser una persona más rígida para vincularse. Se encuentra también con estas diferencias que tienen que ver con lo generacional, cómo avanza el mundo. Siempre desde el punto de vista de la comedia dramática, el dramedy. Eso me divirtió mucho. Además tiene una historia de amor nueva, más inesperada.

Mariana Genesio Peña, Julieta Díaz y Natalie Pérez en “Pequeñas Victorias” | Foto: Gentileza Amazon Prime Video

***—¿Qué es para vos pegarla?—, le pregunta Emma a su amiga mientras comen una hamburgesa sentadas en el cordón de la vereda. —Casarme, tener un techo, llegar a fin de mes; bah una vida de mierda— le contesta mientras se rié pensando en la paradoja que acaba de decir. —Entonces sí la pegué—reflexiona la protagonista.Como cuenta Mariana, en esta temporada Emma apuesta a su relación con Antonio (Facundo Arana), viven en un country y todo perfila idílicamente. Pero el primer episodio pincha de entrada ese globo. Emma se queja a los gritos por el color de la heladera que encargó. Detalle que parece insignificante pero que esconde detrás una vida de carencias materiales y emocionales, marcada por una sociedad regida por estereotipos que estallan en su caracter, esa furia contenida, como una especie de inestabilidad que la angustia. Porque muchas veces le dijeron que no merecía, pero ahora lo tiene, porque ganárselo fue su victoria.Y me gusta aclarar esto porque mientras la serie la muestra, tal vez ¿distraída? ¿alejada? ¿inconforme? ¿irresponsable? frente a -en realidad- un Antonio más egoísta, que no encuentra cómo acompañarla. Emma lidia sus propias batallas mientras enfrenta su pasado en los bosques y construye valientemente su identidad.A Jazmín la búsqueda de indentidad la desestructura por otros caminos. —¿Está bien, yo suelto, pero quién agarra?— les pregunta a sus compañeras de crianza. La cervecera en la que trabajaba ocupando un puesto de liderazgo cerró y está viendo cómo continuar moviéndose en el mercado laboral. Movida que la cruzará con una relación que tanto a Emma como a Mariana (y así nos lo contó) le gusta mucho.Bárbara por su lado, lidia con sus ausencias. El desafío de transitar la maternidad la enfrenta con los referentes que ya no están. Con una madre que -como vimos en la primera temporada- exigía que le pasara dinero -lo que la lleva a subrogar su vientre-, la falta de su padre, y ahora la de Selva -el personaje de Inés Estévez que por decisión de las productoras no continuó en esta segunda parte- quien fue como una madre para ella.
Lo más valioso de la serie es que construye a los personajes desde lo psicológico, y esa búsqueda de identidad que las atraviesa toda la serie, algo clave para empezar a hablar de lo que nos pasa y cómo abordarlo, ¿en qué se sintieron identificadas y en qué se diferencian de sus personajes en ese camino?

Mariana: Hubo muchas cosas de esta transición de Emma en las cuales me sentí interpelada. Creo que todos en algún punto armamos como toda una estructura que con la erosión del tiempo, las costumbres y el estancamiento en las relaciones, que empieza a hacernos sentir inquietudes.Es lo que le pasa en su relación con Antonio. Luego de haber conquistado reinserción social, enamorarse, ser madre. De repente lo tenía todo y se encontró con que no era del todo feliz. Me sentí muy identificada con situaciones así en mi vida, con la necesidad de encontrar nuevos mundos. Además empieza a tomar clases de teatro, como yo, así que pude prestarle a Emma cosas de mi vida personal. (Y tal vez haya algo del mundo de la televisión, con sus diferencias, que también pueda o no vincularse; lo dejamos en un paréntesis).Natalie: Bárbara se la pasa metida en problemas, miente todo el tiempo, siempre está en un pozo depresivo y viendo cómo salir de ahí. Tiene todo que ver con la historia de su pasado oscuro que ya vimos en la primera temporada hasta llegar a subrogar un vientre tan joven que luego todo eso se transforma en amor pero en un principio era una forma de conseguir dinero.No me identifico mucho con Bárbara pero es una de las cosas que más me gusta a la hora de actuar: que los personajes sean bien distintos a mí. Me dio mucha felicidad interpretarla, siento que fue un crecimiento y que este spin-off es una nueva pequeña victoria para todas nosotras.Julieta: Hay algo de mi personaje que tiene que ver con lo estricto, y yo soy muy de la agenda. En algunas cosas me pongo obsesiva con el orden. También me veo un poco reflejada en esa autoexigencia en el ser mamá. Jazmín quiere encontrarse, sabe de su dureza y busca sus grietas para conectarse con sus amigas. Me gusta porque tiene una cabeza abierta, que contrarsta con esa cosa más empresarial y rigurosa de su trabajo. Y con su historia de amor… que pareciera que está muy alejada de su manera de pensar, pero se van a ir encontrando.
Si hay una revelación es la Pequeña Gran Victoria, ¿cómo fueron las escenas con Lola?

Natalie: Es un personaje, una dulce. Súper despierta. Creo que en la serie se refleja toda esa autenticidad de les niñes. Súper fresca e intuitiva. Si le llega a gustar esto va a ser una gran actriz, labura un gran camino. Tenía una forma de resolver en el set muy espectacular. Con sus “no es no”, muchos límites muy bien marcados.Me gustan mucho los niños, siempre disfruto de trabajar con ellos y fue muy espectacular la experiencia. Y fue inspiradora en escenas en las que hablábamos de Vicky haber tenido a Lolita, esa musa. Una nueva actriz en potencia.Julieta: Exigente aparte… si la cámara está ahí, entonces yo… Ojalá pueda guardar esa frescura, porque es muy difícil para los actores que arrancan chiquitos, pero deseo que no deje de jugar. Tiene una luz impresionante y me gustó que la dirección de la serie respetara mucho esa autenticidad de Lola. Es todo un desafío trabajar con niñas y niños en los sets.Mariana: Fue mucho más fácil trabajar con una nena que con una bebé, a diferencia de la primera temporada.

Mariana Genesio Peña, Julieta Díaz, Natalie Pérez y Lola Loyacono en “Pequeñas Victorias” | Foto: Gentileza Amazon Prime Video

¿Cuáles son hoy sus pequeñas victorias?

Natalie: Mi pequeña victoria en esta temporada fue haberme encontrado con mis compañeras.Julieta: En mi vida personal (como dije que en eso me parezco mucho a Jazmín) mis pequeñas victorias son poder tener un vínculo más profundo y respetuoso con todos los personajes de la serie. Las personas que somos más exigentes buscamos como esa forma de piedad, en principio con una misma.Mariana: ¿Vos estás diciendo que hay un Gerardo?Julieta: Te cuento en el almuerzo. Sea con los Gerardos, con las amigas y con una misma mi pequeña victoria es tener más paciencia y amor conmigo misma. Los vínculos funcionan cuando una conecta.Mariana: Me gustó mucho interpretar a Emma. Mi pequeña victoria es seguir corriéndonos de los estereotipos y desmitificando realidades que son ideales cuando a veces no lo son.

“Pequeñas Victorias” desarma esos ideales tal vez con otros ideales y llega como una comedia entretenida con tonos de comedia disparatada, y algunas representaciones -marcadas por mundos llenos de glam, oficinas enormes- de espacios que se diferencian a las realidades argentinas que se juegan en otros barrios y circunstancias.Producida por VIS, una unidad de ViacomCBS, en asociación con Oficina Burman, una compañía de The Mediapro Studio. Completan el elenco protagonista Alan Sabbagh y Alan Sabbagh, con participaciones especiales de Paola Barrientos, Ezequiel Campa, Julieta Nahir Calvo, entre otras actuaciones. Una historia que continuá luego de su primera parte, ganadora del Premio Internacional Rose  D’Or 2020 (y nominada a los Emmy Internacional), y nos invita a reflexionar desde nuestras identidades y propios crecimientos, con los que luchamos aunque ya no seamos niñas o niños.
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