Madre e hijo, posibles víctimas del feminicida de Atizapan




Toluca.- Lugo de meses de trabajo en la casa de Andrés “N”,  feminicida de Atizapán, las autoridades mexiquenses localizaron más de 4 mil restos óseos que pertenecen a 19 personas. Entre las excavaciones se encontró la tumba de un menor de edad, según información publicada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.“Ya logramos rescatar, lamentablemente, lo digo así, más de 4,300 restos óseos que podrían ser hasta este momento, de cerca de 19 víctimas”, dijo ante la prensa el fiscal de la entidad, Alejandro Gómez Sánchez.Las exhumaciones en la casa llamado monstruo de Atizapán comenzaron desde marzo pasado, pero desde  julio las autoridades no han presentado cambios en el número de osamentas localizadas. Sin embargo, las investigaciones continúan en el predio para descartar la presencia de más fosas clandestinas.Todos los restos, incluidos los de un menor de edad, se encuentran en proceso clasificación e identificación. Para esto último, las autoridades tomaron muestras de ADN para compararla con las muestras brindadas por sus posibles familiares.“Es el caso de un feminicida serial de la mayor cantidad de víctimas que tenemos, al menos en lo que llevo al frente de la fiscalía, es el caso más dramático, más impactante.“Hay la posibilidad de una señora, una muchacha, que aparentemente iba acompañada por un menor de edad y que habrían sido víctimas”, aseguró Gómez Sánchez.La funcionaria hace referencia a María Noé Mares y su hijo Édgard de siete años de edad, quienes desaparecieron el 24 de diciembre del 2014, la última persona que los vio con vida fue Andrés “N”, mejor conocido como el monstruo de Atizapán por los múltiples feminicidios que se le atribuyen.Matilde Mares, hermana de María, declaró que ella era una madre soltera que vendía dulces en un puesto en la calle para mantener a su hijo. El señor Andrés le permitía guardar su puesto en su casa para ayudarle, también le llegó a prometer despensas y un lugar en un deportivo para que venidera sus cosas.El día en que desapareció la mujer, le aseguró a su familia que no iría lejos. Al pasar de las horas su ausencia y la de su hijo se hizo más notoria, por ello salieron a las calles a buscarlos, relató Matilde.En toda la colonia, solo el señor Andrés Filomeno, de 72 años de edad, declaró que vio a la madre y a su hijo en el día que desaparecieron, explicó Matilde. Añadió que este señor se ofreció a acompañarla al Ministerio Público para cooperar con las autoridades.“Lo llevé al Ministerio Público y declaró que sí la había visto pero nada más, no lo cuestionaron más, ni investigaron, no sospeché más de él porque era conocido de la colonia y parecía un hombre respetable”, dijo Matilde.Pese a las posibilidades de que Edgard y su madre formen parte de las víctimas del feminicida de Atizapán, Matilde aún espera poder encontrarlos con vida.Leer más: Lluvias, vientos y rayos: “Grace” toca tierra en Tecolutla, Veracruz en categoría 3 “Quiero pensar que está viva, ojalá regresé o se comunique con nosotros”, dijo ante los medios de comunicación luego de acudir al juzgado de Barrientos para brindar muestras de su ADN y cooperar con la investigación.



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