Lanzan una investigación para estudiar los efectos de la tecnología en los jóvenes


La pandemia de coroanvirus (COVID-19) y sus consecuencias en la salud física y mental y en la rutina diaria afectaron a las y los chicos y adolescentes, con actividades que se tornaron monótonas desde el año pasado y nuevos hábitos a los que debieron adaptarse como la virtualidad de las clases, los encuentros con amigos y amigas a través de videollamadas, entre otros.En este contexto, la Asociación Civil Chicos.net lanzó Chicos.net LAB, un laboratorio de investigación que tiene como objetivo analizar hábitos, comportamientos y cambios de los chicos y chicas en relación con la tecnología a partir de las experiencias vividas en este tiempo.
“Esta realidad exige comprender sus necesidades para poder acompañarlos y fortalecerlos a fin de que puedan desarrollarse plenamente en una sociedad en constante transformación”, afirma Mariela Reiman, directora de Chicos.net.En el marco de este lanzamiento, Chicos.net LAB llevó a cabo, junto a Youniversal (consultora regional especializada en investigación y tendencias), una serie de entrevistas con adolescentes varones y mujeres de entre 13 y 18 años, de sectores medios y sectores populares del AMBA. “Explorar su relación, expectativas y límites con la tecnología y con su mundo cotidiano nos permite comprender el hoy pero también tener una perspectiva futura”, asegura Ximena Diaz Alarcón, Fundadora de Youniversal.El desafío mayor que se desprende del informe es el de poder “dosificar” la cantidad de horas que los y las jóvenes disponen delante de las pantallas dentro los hogares. En este sentido, una de las adolescentes -de 16 años- que participó del estudio destacó la autorregulación que logró: “El control me lo puse yo, porque el año pasado me pasaba todo el día frente a la pantalla… todos en mi casa estamos afectados al uso de la tecnología para estudiar o trabajar. Pero este año estamos mejor organizados”.En esa línea, Marcela Czarny, directora de Chicos.net, resaltó que este año “notamos que surgió la necesidad de autocontrolarse, de no excederse. El gran cambio versus el año pasado fue precisamente la conciencia de tomar el control de cuánto estar con los dispositivos, ya que la mayor conexión a clases y la imposibilidad de juntarse físicamente con sus pares les agregó varias horas por día de pantalla y cansancio”.Además, el sondeo mostró que muchas veces la búsqueda de desconexión es sugerida por los propios padres y madres, preocupados por los efectos del exceso de tecnología en la vida de sus hijos y en su salud emocional.Precisamente, una de las opciones que proponen desde Chicos.net para evitar el exceso de tecnología es que los chicos y chicas realicen actividades de esparcimiento offline (desde tocar guitarra, cantar, bailar, cocinar, pintar), y otras que sí incluyen la tecnología pero no en “modo productivo” como sucede con la escuela, sino como recreos mentales y físicos que divierten y descomprimen la rutina.”Es importante continuar estimulando el espíritu crítico de los y las adolescentes sobre el tiempo y la calidad de las actividades que realizan con la tecnología y cómo eso repercute en su entorno y en ellos mismos”, concluye la directora de Chicos.net.



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