Miles de afganos atrapados en Kabul a 48 horas del plazo fatal



Las oportunidades para miles de afganos que intentan salir de Kabul estaban a punto de expirar el domingo (29.08.2021), a menos de 48 horas de que concluya el plazo de la retirada de las fuerzas internacionales y cuando varios países han detenido ya sus vuelos de evacuación.
“La evacuación ya prácticamente terminó, Estados Unidos en estos momentos solo está evacuando a sus ciudadanos, son los únicos a los que se les permite entrar al aeropuerto, así que los afganos no pueden entrar a las instalaciones tras el atentado del jueves”, dijo a la agencia Efe el director de la Organización de Asistencia a Migrantes de Afganistán, Abdul Ghafoor.
Las evacuaciones internacionales, que deben concluir antes del 31 de agosto conforme advirtieron los talibanes, se vieron seriamente comprometidas tras el ataque terrorista del pasado jueves reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el aeropuerto de Kabul, que dejó al menos 170 muertos y más de un centenar de heridos.
Aún después de la masacre en el aeropuerto que dejó decenas de cadáveres en las calles, cientos de personas acuden a la terminal donde todavía pesan alertas por nuevas amenazas de ataques terroristas.
“Todavía hay mucha gente esperando una oportunidad para irse, pero no creo que haya otra oportunidad. No hay forma de que puedan salir ahora”, lamentó Ghafoor.
Solo ciudadanos extranjeros son permitidos en el aeródromo, y los talibanes tomaron el control de todas las entradas, por lo que las posibilidades de que afganos salgan en este momento, incluso aquellos en las listas para ser evacuados, son casi inexistentes.
“Tenemos miles de periodistas atrapados, que ahora están escondidos”, entre otros muchos grupos vulnerables, explicó el activista que asegura que los pedidos de ayuda no cesan. “Estamos hablando de miles de personas, que por alguna razón no pudieron entrar al aeropuerto”, insistió.
La terminal aérea de la capital afgana ha estado las últimas dos semanas rodeada de decenas de miles de personas que intentan entrar para abordar uno de los vuelos de evacuación, lo que ha mantenido el lugar en completo caos.
Prometen ayuda
En tanto, 95 países se comprometieron a hacer que los talibanes cumplan su promesa y permitan la salida de Afganistán de aquellos que lo deseen, después del martes 31 de agosto.
El compromiso aparece en una declaración conjunta distribuida por el Departamento de Estado en Washington y que firmaron 95 naciones, incluida España, además del alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El grupo dijo haber recibido “garantías” de los talibanes para la salida de los nacionales de todos esos países, así como de los afganos que hayan trabajado con ellos. Prometieron seguir emitiendo los documentos necesarios para que esas personas puedan salir de Afganistán.
El viernes, uno de los negociadores de los talibanes, Sher Mohammad Abbas Stanekzai, anunció que el grupo no impedirá que nadie deje el país y prometió que los afganos podrán viajar de manera libre.
Biden rinde homenaje bajo fuertes críticas
Mientras, en medio de un pesado silencio solo interrumpido por el llanto de los deudos, Joe Biden recibió los restos de los 13 militares estadounidenses muertos en el ataque en Kabul, una ceremonia difícil para un presidente fuertemente criticado por su gestión de la crisis afgana.
Uno tras otro los ataúdes fueron depositados en la pista del aeropuerto de la base militar de Dover, Delaware, delante del presidente y su esposa Jill. Con la mano en el pecho, Biden observó el descenso de cada uno de los féretros transportados por los soldados hacia vehículos oscuros, a veces agachando la cabeza en signo de meditación.
Bajo un cielo cargado, vestidos de negro, la pareja presidencial estuvo acompañada del jefe del Pentágono, Lloyd Austin; el secretario de Estado, Antony Blinken; el jefe de Estado Mayor, el general Mark Milley; y otros altos funcionarios militares. Las familias estaban a distancia, protegidas de las cámaras. Los sollozos a veces rompían el silencio.
Dos de las trece familias habían pedido que no se filmara el descenso de los restos de sus respectivos seres queridos. Cinco de los 13 soldados muertos tenían 20 años, la duración de la guerra más larga protagonizada por Estados Unidos, lanzada en 2001 en Afganistán.



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