El Instituto Desafíos de la Democracia junto con la Fundación Konrad Adenauer presentaron en la sede de la Fundación alemana, el libro “Diálogos para el nuevo mundo: 70 propuestas para el Chile pospandemia”. La publicación reúne un conjunto de propuestas de 70 líderes de opinión para abordar las brechas y desafíos evidenciados post estallido social y pandemia.
Dentro de dichos referentes se cuentan Juan Luis Ossa, uno de los coordinadores de programa de Sebastián Sichel; el mismo Sebastián Sichel; Macarena Lobos, coordinadora de campaña de Yasna Provoste; Verónica Pinilla, una de las encargadas de programa de la misma campaña de Provoste, y Diego Pardow, coordinador del programa de Gabriel Boric.
La iniciativa es consistente con el trabajo que viene desarrollando el Instituto Desafíos de la Democracia como el proyecto “IV República, ideas base para un gran acuerdo constitucional”, en línea a generar una plataforma de diálogo y propuestas de carácter transversal, convocando a actores de diversas corrientes políticas y experiencias profesionales y sociales.
El lanzamiento se hizo a través de un panel de conversación donde participaron Alejandra Mustakis, Verónica Pinilla, Juan Luis Ossa (participantes de la publicación y miembros del Instituto Desafíos de la Democracia), además de Andreas Klein, representante en Chile de la Fundación Konrad Adenauer, y los editores del libro, Aldo Rojas y Juan Cristóbal Portales.
Tal como señala Portales, quien también es director ejecutivo del Instituto Desafíos de la Democracia, “las propuestas relativas a 11 grandes nudos críticos para el desarrollo humano, social, político y económico del país, fueron recogidas durante 3 meses de diálogos en mesas temáticas que conforman los capítulos del libro, con el ánimo de aportar al debate público y electoral bajo una mirada más profunda, transversal y dialogante”.
Los temas abordados fueron: el camino para construir mayor cohesión social y enfrentar condiciones de desigualdad permanentes; Democracia resiliente y cómo preparamos la institucionalidad para enfrentar la crisis actual; Derechos de las personas y la libertad, ¿categorías en riesgo?; Seguridad de los datos personales ante la vigilancia digital, biopolítica y biopoder; Nueva salud pública; Educación y el desarrollo de habilidades y competencias para el mundo pospandemia; ¿Más Estado y gasto público? Respuestas de la economía social de mercado para un nuevo desarrollo económico; Trabajo, teletrabajo, automatización productiva y nuevas prácticas laborales en el sistema productivo chileno; Agenda prodescentralización y ciudades justas: Hacia la superación de la segregación, hacinamiento e
inequidades territoriales; Modernización del Estado y atención eficaz de las nuevas demandas ciudadanas; Pymes y emprendedores como foco de innovación y desarrollo del Chile pospandemia.
Portales además señala que es interesante recoger en un solo espacio ciertas ideas comunes de referentes y nuevas voces que hoy aparecen debatiendo en veredas presidenciales tan distintas. “Es interesante ver a Verónica Pinilla, Macarena Lobos, Juan Luis Ossa o Sebastián Sichel coincidir en la necesidad de generar mayor cohesión social desde políticas públicas que pongan en el centro a las personas y se definan bajo una activa participación ciudadana y una democracia que incorpore elementos importantes de deliberación local. O en la relevancia de avanzar hacia un Estado moderno, menos burocrático, descentralizado, que ensanche nuestra base económica y productiva, con mecanismos de control público y transparencia, que pueda generar respuestas y políticas efectivas a esa falta de cohesión social desde una mirada integral, pero también de mercados que funcionen competitivamente, con ciertos principios y prácticas que ayuden a la competencia, expandan la libertad de las personas y no fomenten los abusos”.
O las coincidencias de los referentes anteriores con Diego Pardow en el sentido que la crisis actual y el debate por nuestra democracia debe incorporar necesariamente un nuevo contexto y cultura política que la definen. No se puede entender bajo lo lógica y clivaje de los 90, sino más bien desde una dinámica participativa y generacional. La crisis de octubre de 2019 exige a la política y la institucionalidad abordar los desafíos país bajo una nueva estructura, elencos, políticas y prácticas. Y situarlos en un escenario democrático bien complejo donde incluso ciertos sectores más jóvenes de la sociedad tienden a validar progresivamente la violencia como forma de lucha. Esto es, donde la violencia física, de barricadas, o los cortes de tránsito, no son percibidos de manera tan violenta con si lo entienden sectores de más edad.
Este ejercicio concluye Portales, también está dirigido a socializar la necesidad y posibilidad de construir reflexiones y soluciones compartidas a grandes problemas presentes desde el encuentro y diálogo de sectores o miradas que hasta hace poco parecían no conversar u operar desde trincheras político-ideológicos en apariencia muy lejanas”.
