Como ya es tradición, las Fiestas Patrias se conviertes en una de las mejores fechas del país realizar cualquier tipo de preparaciones a la parrilla. Y es que la entraña y el lomo dejaron de ser la única opción, y el pescado y los vegetales se han tomado un gran espacio en la asadera, por lo que carnívoros, vegetarianos y veganos pueden disfrutar de este 18 sin problemas.
Y para acompañar un buen asado, no puede faltar un buen vino. Por eso, Castillo de Molina, marca que recientemente cambió la imagen de todo su portafolio y sumó la nueva cepa Carmenere a su línea Tributo, recomienda cuatro vinos para maridar con tus preparaciones.
Cabernet Sauvignon: lomo vetado
Un vino elaborado con las mejores uvas Cabernet Sauvignon provenientes de los mejores viñedos del Valle de Rapel, tiene con un intenso y oscuro color violeta. En nariz es elegante, marcado por cerezas negras, arándanos y grosellas, que se entremezclan con sutiles notas a vainilla, especias, cedro y tocino, los cuales armonizan y complejizan el vino. En boca es jugoso, lleno de frutas negras con taninos presentes y armoniosos, de gran volumen y largo final.
Syrah: lomo liso
Este Syrah que posee todas las bondades y características del Valle del Maule. Presenta un color violeta brillante, con aroma elegante y complejo, marcado por frutas rojas y leves toques a fruta negra como berries y ciruelas, con sutiles notas florales, tocino y chocolate. En boca es equilibrado, con buen volumen, con taninos suaves y maduros. A la vez, presenta una rica acidez que lo hace fresco y con un largo final.
Pinot Noir: pescado
Elaborado con uvas de Pinot Noir provenientes del Valle de Curicó y del Valle del Elqui, es un vino que sorprende por su color rojo rubí y encantadores aromas a frutos rojos pequeños, como guindas ácidas, cerezas y frambuesas, con notas leves a vainilla y caramelo, aportadas por su paso en madera. En boca es fresco y frutal, con acidez balanceada, de taninos suaves, armónicos, delicados y de largo final.
Chardonnay: vegetales
Proveniente de los mejores viñedos del Valle de Casa Blanca y Valle del Elqui, es un vino elegante de color amarillo brillante, que muestra una intensa y compleja combinación de aromas minerales y a frutas como mandarina, durazno, damasco, manzana y notas florales. En boca muestra gran volumen, con mucha fruta y frescor. Es cremoso, balanceado y de muy buena acidez. Presenta un final intenso, complejo y persistente. Esta se convierte en una excelente alternativa para personas que no consumen proteína animal ya que es un vino 100% vegano.