Desde hace varios meses, el río Paraná es foco de preocupación a nivel nacional por su histórica bajante, la cual acarrea mermas económicas sin precedentes.Según la Bolsa de Comercio de Rosario, debido a los costos logísticos motivados por el bajísimo caudal del Paraná, se estima a la fecha una pérdida superior a los 620 millones de dólares en exportaciones de harina y aceite de soja.
“Las exportaciones de harina y aceite de soja se están embarcando actualmente con precios que limitan el ingreso de dólares a la Argentina, en vistas de la menor competitividad de la mercadería argentina y las severas dificultades en la logística portuaria por el escaso caudal de la Hidrovía Paraná-Paraguay a la altura de Rosario”, explicaron en el informe divulgado.Y agregaron: “El bajo nivel del Paraná limita las posibilidades de carga en el Gran Rosario y reduce los precios de exportación de los principales subproductos del complejo soja, generando importantes pérdidas. El maíz también la sufre y da fuerza a los puertos del sur”.A esta coyuntura se le suma que las previsiones climáticas no son favorables para que el río aumente su caudal y vuelva, de a poco, a sus niveles normales. De acuerdo a lo relevado por el Instituto Nacional del Agua, hay tres escenarios posibles.
El primero de ellos augura la “continuación progresiva de la tendencia de bajante”, mientras que el segundo escenario ofrece una mirada más pesimista y un tercero, más crítico, pronostica lluvias débiles recién en el inicio del verano 2021/22.
