¿Un cercano le debe plata y no sabe cómo cobrarle? Siga estos consejos


Únicamente quedarse a solas con la suegra y sentarse en un baño público han de ser cosas que las personas evitan con tanta energía como el momento de cobrarle plata a un ser querido. Y es que no importa si se trata de un amigo o de un hermano, de $20.000 o $2.000.000. Pedir de vuelta lo que se prestó a un cercano nunca es algo cómodo.De acuerdo con el psicólogo de Psyalive, Ignacio Ribó, las ganas de eludir estos cobros pueden deberse a distintas razones, tales como la aparición de una sensación de incomodidad, un miedo a que haya consecuencias negativas o simplemente la rabia que puede producir el tener que hacerlo de nuevo.Afortunadamente, hay ciertos consejos que se pueden seguir para tener éxito cuando no queda más remedio que recordar una deuda.”Primero que todo hay que identificar, hacer una pausa y pensar qué es lo que me está ocurriendo a mí con esto de cobrar el dinero. Es súper importante identificar qué es lo que nos ocurre, porque todas las personas somos distintas y, por ende, todas hacemos cosas y reaccionamos frente a las mismas de una manera distinta”, dijo el profesional.Este paso, para Ribó, es importante porque ayuda a conocernos a nosotros mismos y también a dejar de evitar este tipo de situaciones que, según dijo, en ciertos casos pueden terminar provocando crisis de pánico u otros trastornos anímicos.¿cómo proceder?”Una vez me acuerdo que mi primo me debía harta plata y se la tiré como talla. Le dije algo así como ‘igual te acepto el auto en parte de pago’ y me pagó una semana después. El único inconveniente fue que no me habló durante meses”, contó el profesor de inglés Nicolás Fernández (38).Si bien en este caso se logró la devolución del dinero, se vio mermada la cercanía de dos parientes, cosa que quizás pudo haberse evitado si el recordatorio hubiese sido diferente. Para el psicólogo, en estos casos es fundamental “enfrentar a la persona, ser sincero y simplemente decirle las cosas”.”Nosotros tendemos a creer que cuando decimos las cosas podemos revivir lo negativo y eso es falso. Es preferible que eso que ya está dentro de ti, esa preocupación viva fuera que dentro de ti, porque entre más tiempo pase dentro tuyo más poder y más tamaño va a tomar. Por lo tanto, el efecto también será mucho mayor”, aseguró Ribó.Además de hablar directa y sinceramente, el experto recomendó llegar con la razón del cobro muy clara, haciéndose previamente las preguntas: ¿Busco el dinero porque lo necesito? ¿Porque es lo correcto? ¿Cuál es mi motivación para hacerlo? Y en base a eso, ver cómo proceder. “Pero siempre diciendo la verdad, porque por lo general tendemos a creer que le vamos a hacer un daño a otra persona, que la vamos a incomodar y en realidad todo esa incomodidad, esa preocupación, siempre vivió en nosotros mismos”, añadió.Usted no lo digaA veces, el fervor que nace de estas situaciones lleva a las personas a decir cosas que en realidad no sienten y eso es justamente lo que Ribó llamó a no hacer.”Hay que decir lo que uno siente, lo que uno necesita. Si quieres puedes escribirlo antes de decirlo, puedes decirlo al aire, puedes contárselo a un amigo o una persona cercana (al deudor no, por supuesto)”, aconsejó el profesional. No obstante, dijo, “en el fondo, más que evitar decir algo hay que evitar no decir algo y recordar que la estadística dice que más del 80% de las preocupaciones que nos generan ansiedad nunca se concretan en el mundo real”. Esto quiere decir que, muchas veces, “eso que nos impide pedir el dinero, eso que nos impide hablarle a un familiar, para esto vive en nuestra mente y no en la otra persona”, concluyó.



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