Ya pasó un año y monedas desde aquel día en que Trueno lanzó “Atrevido”, su álbum debut, al mismo tiempo que estrenaba el videoclip de “Mamichula” y confirmaba su relación con Nicki Nicole. Para entonces ya estábamos en plena pandemia y atravesábamos una de las cuarentenas más duras a nivel global, por lo que a la presentación oficial del disco no le quedó otra que reducirse al frío formato del streaming. Hasta hoy.Si bien hubo un show en el Centro Cultural Sur en el medio, la presentación posta que se merecía un trabajo que lo posicionó como uno de los referentes “del nuevo rock & roll” se dio esta noche en el Gran Rex, en la primera de las tres fechas que agotó en el mítico teatro de Avenida Corrientes.
Acompañado por una banda y un corista que no le dejaban dar un paso en falso, Mateo Palacios se adueñó de la sala y con el mic en alto arrancó suspiros, gritos y aplausos de pie.Con la misma canción que inicia su álbum, arrancó el show: “2019” abrió paso a “Cucumelo”. A este oscuro track le siguió la BZRP Music Session, marcando que la fiesta había empezado. Sobre el escenario, Yesan, Kmi420 y Peligro (su papá) se intercalaban para darle apoyo vocal y arengar al público, que entre tema y tema retomaba su lugar en las butacas.Además de los tracks de su disco, estrenó tres nuevos temas en vivo: “Panamá” ft Duki (al que le mandó un shout out porque “no se pudo hacer presente”), “Solo por vos” y “Feel me??”, los cuales probablemente integren su próximo LP.
El fucking campeón argentino de freestyle no defraudó a su público y regaló dos espectáculos de improvisación: uno para abrir el tercer el bloque previo a “Background” y otro, más avanzado el show, sobre la instrumental de una murga que coronó un homenaje a Chucho, un amigo suyo que falleció en abril pasado.”Siempre fuimos y somos los mismos los que estamos arriba y abajo del escenario compartiendo un ideal. Les dedico mi canción a mis ñeris que están en La Boca y a mi hermano chiquito Chucho que está en el cielo”, tiró TR1.
Con el flow de siempre, surfeó exquisitamente esa irresistible base y cerró con un “para mí esto siempre va a ser un placer”.Después de eso, la cosa se puso heavy: vino la presentación de la banda con la bata y la viola al palo. La freestyle session con Biza hizo explotar a la sala y ahí Trueno hasta un poco recordaba al cantante de Rage Against The Machine así sin remera, transpirado y a los gritos.El mood siguió rockero con la interpretación Wosito-less de “Sangría”, hasta que llegó ese momento que no tan secretamente esperábamos todos: “Mamichula” en vivo junto a Nicki Nicole. Bajo una enceguecedora luz cenital, tomó el pie del micrófono y entonó las primeras frases en soledad. Pero a la hora de sumarse su voz, finalmente apareció ella.
Tras un intermedio, el Trueno reggaetonero dijo presente para “Ñeri” para luego dar un volantazo y volver a lo heavy para cerrar con “Atrevido”, despidiendo ahora sí ese disco que significó su entrada oficial a la música urbana.
Colgado de una de las escaleras laterales del escenario entona las últimas barras del tema que le dio nombre a su primer álbum y desde la platea la imagen recuerda a esa escena de “Feel me??” en la que, desde el top of the building, canta: “Mami ya no queda ná para dar / solo palabras de mi paladar”.
