Poco queda del antiguo Bellavista, al menos del espacio reservado a la gastronomía y la bohemia. Las shoperías con complejo de discoteca se han tomado la calle Pío Nono, y espacios como el Patio Bellavista han optado por una oferta que va orientada a un público joven más interesado por el entretenimiento nocturno.
En medio de este panorama, La Bodeguilla de Cristóbal se asoma como uno de los pocos -si no el único- lugar donde se puede disfrutar de una buena comida. Una fachada que poco muestra y una terraza reducida esconden a un espacio con espíritu de tasca, donde la barra sirve para dar la bienvenida a los comensales, pero también como primera parada para disfrutar una caña de cerveza antes de pasar a la mesa.
Su carta poco ha variado en sus más de 13 años de vida, siempre enfocada en mostrar los sabores más tradicionales de la rica cocina española, pero sus sabores justifican la larga permanencia de algunos platos.
De su carta, probamos la Tortilla Española, un pequeño homenaje a la simpleza, sólo papas y huevo servida en su punto justo, con una leve costra en su exterior, mientras que por dentro se siente cremosa. Un balance delicado que acá se logra con creces.
Más intensas son su Habas Salteadas, servidas sin piel y con trompicones de jamón serrano recién cortado. Un poco menos de cebollín podrían darle más balance a este plato.
Los fondos muestra su vocación de sabores sin sutilezas, partiendo por la Fabada Asturiana, porotos cocinados en sofrito, tocino, morcilla y tocino que son un verdadero upercut al paladar; intensas, potentes e inolvidables.
Su Rabo de Toro al Tempranillo va por la misma dirección, donde este sabroso corte cocinado por horas en reducción de vino hace que su carne pareciera que se corta con solo acercar el cuchillo.
Si queda espacio para el postre, pida el Tocino del Cielo, mezcla de yemas de huevo y caramelo que puede ser el terror de los nutricionistas, pero el paraíso de los golosos.
Ajena a las modas, con una cocina honesta, seguro de su propuesta y con una clientela fiel que los ha seguido a pesar de los avatares del barrio, La Bodeguilla de Cristóbal es, hoy por hoy, una de las cocinas españolas más sabores de la capital, donde la abundancia, la intensidad y el ajo están presentes con orgullo y sin disfraces.
Un lugar para disfrutar sin culpas de una cocina española casera y el último bastión para los paladares exigentes del Barrio Bellavista.
