El rol de los educadores de párvulos: «Estamos preparados profesionalmente para dar oportunidades de aprendizaje»



Cada 22 de noviembre en Chile celebramos el día de la Educación de Párvulos, el cual conmemora la creación de la primera Escuela de Educación Parvularia de nuestro país y de Latinoamérica. Se valora con esta celebración el gran rol que cumplen estos profesionales de la educación, que proporcionan instancias para que los niños descubran, construyan y se desarrollen en el mundo que los rodea, lo cual se relevó aún más en estos difíciles tiempos de pandemia.
La función de la Educación Parvularia se define en la ley N.20.307 art.18, como responsable de atender integralmente a los párvulos desde su nacimiento hasta el ingreso a la educación básica, con el fin de favorecer de manera sistemática, oportuna y pertinente, el desarrollo integral, proporcionando aprendizajes relevantes y significativos, apoyando a la familia en su rol insustituible de primera educadora.

Al nacer, cada ser humano llega al mundo desprovisto de habilidades y destrezas, pero con un gran potencial, ya que, entre los 0 y 6 años de vida, es cuando el cerebro realiza la mayor cantidad de conexiones neuronales, motivo por el cual es de gran relevancia quienes estén al lado de cada párvulo durante este período del desarrollo: por un lado los padres, madres o cuidadores, y por otro el rol fundamental de los educadores, quienes son expertos en potenciar su desarrollo.
Las educadoras de párvulos se preparan profesionalmente para proporcionar oportunidades de aprendizaje, considerando las condiciones del entorno, recursos pedagógicos que requieran y oportunidades de aprendizaje suficientes y necesarias para cada etapa de desarrollo de los niños a los que acompaña y guía; son capaces de potenciar el buen desarrollo cognitivo, emocional y social de cada niño, ya sea en sala cuna, los niveles medios o los niveles de transición.
En estos tiempos de pandemia, el rol de los educadores de párvulos incluso se ha ampliado, convirtiéndose en un apoyo para los niños de nuestro país, pero también para sus familias, ya que buscaron formas creativas de hacer cumplir el derecho a la educación, proporcionando  actividades a través de pantallas o cápsulas educativas, y materiales entregables, para que los niños pudieran seguir aprendiendo y desarrollándose a pesar de las prohibiciones y los riesgos del COVID 19, que no les permitió asistir a colegios, escuelas o jardines.
Aún más, entregado sugerencias oportunas y razonables que los padres necesitaron y todavía requieren, centrándose en lo importante y lo posible, como organizar los espacios en la casa o patio, manejar los tiempos de aprendizaje de los niños, introducir rutinas, aprender a ser más flexible porque hay una familia completa que está bajo el mismo techo y lo más importante fue, aconsejar cómo estar atento y cuidar las necesidades emocionales de sus hijos.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



Source link

Related Posts

Add Comment