Natalia Cuevas tras final de “¿Quién es la máscara?”: “Me equivoqué en todos mis pronósticos”


Para Natalia Cuevas “¿Quién es la máscara?” fue más que una oportunidad laboral. La comediante llegó como Cigüeña hasta la gran final de anoche del programa de Chilevisión, en la que se coronó como ganadora Muñeca, personaje que hoy revelará su identidad en el capítulo de estreno de la segunda temporada. Jean Philippe Crettón también dio la sorpresa como Rata.Aunque finalmente no ganó, Cuevas cuenta que el espacio animado por Julián Elfenbein fue clave para salir adelante de la depresión que la golpeó durante gran parte de la pandemia.”Lo pasé tan bien, fue tan bonito, (el programa) fue como un regalito de postpandemia, porque era una invitación muy amable, donde había competencia, pero una competencia muy bonita, muy justa, donde no tienes que enfrentarte negativamente con un compañero”, dijo sobre esta experiencia.Hasta antes de “¿Quién es la máscara?”, Natalia Cuevas había estado comenzando a retomar sus shows en vivo junto a otros comediantes como su amigo, Charola Pizarro, en distintos bares. Previamente, durante el peak de la pandemia, había estado dedicada a la venta de desayunos para una empresa y al minimarket familiar que tiene junto a su hijo.Pero las cuarentenas y la enfermedad de parientes muy cercanos, que se contagiaron de covid-19, afectaron a la comediante, que cuenta que en el último tiempo ha comenzado a salir adelante. “He estado un poquito concentrada en mí, retomando clases de fonoaudiología, tratando de recuperarme, porque yo estoy con una depresión, me estoy tratando”, dice Cuevas. “Yo nunca había tenido depresión, primera vez que me doy cuenta que no estaba bien”, agrega.¿Tiene que ver con algún hecho puntual tu depresión?Tiene que ver con la situación que hemos vivido de miedo, de incertidumbre. Tenemos un minimarket con mi hijo, entonces no pasa por el tema del dinero, por lo material, pasa solamente por algo emocional que tiene que ver con la falta de libertad, con el temor, con el miedo, con la incertidumbre, el hecho de ver a otras personas, conversar, desahogarte y todo. Y trabajé mucho y me reventé tratando de hacer cosas para no pensar. Yo me había abandonado demasiado, me había dedicado mucho a trabajar para que la pandemia no nos golpeara. Entonces me afané demasiado para no pensar, porque murió mucha gente a mi alrededor. Hace cuatro meses murió una tía, mis dos primos estuvieron muy graves, porque son del club de los porfiados que no se quisieron vacunar.¿Cómo te ayudó con la depresión el programa?Me levantó mucho el ánimo, el autoestima. Me sentí súper honrada, súper halagada de que me hayan comparado con la Maitén (Montenegro), con la Gloria Benavides, con la Carola Arregui, con la Paola Troncoso, con mis íconos, que yo las adoro y para mí son inspiración.Pronósticos erradosNatalia confiesa que se sorprendió al descubrir quiénes eran sus contendores. Cuenta que a lo largo de toda la competencia nunca supo quiénes estaban detrás de los estrafalarios disfraces.”Me equivoqué en todos mis pronósticos, en todos. Pensé que la Flor era la Tatiana Merino hasta el final”, dice entre risas la comediante, que cuenta que incluso pensé que su amigo y colega Charola Pizarro estaba compitiendo con ella como Indio Pícaro. “Y yo trabajo con él en los eventos. Los fines de semana me decía ‘¿por qué no has venido? ¿estás en la máscara?’ ¡No! Le decía yo”, recuerda entre risas. “Yo pensaba que él era el Indio Pícaro y al final sale en la tele que es el Chico Pérez y casi me morí porque yo había estado como tres semanas mintiéndole descaradamente al Charola, que es mi amigo”, agrega.¿Vas a echar de menos “¿Quién es la máscara?”?Fíjate que sí, fue muy mágica la Cigüeñita. El programa en sí es muy lindo, muy mágico y espero que no pierda esa candidez con pinceladitas de picardía, que siga siendo un programa familiar tal como fue hasta ahora.



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