Sin mover la aguja, último debate presidencial transitó entre la energía de Boric y las dudas de Kast



Para Claudio Fuentes, cientista político de la UDP, “si bien es cierto que el debate fue muy visto en la televisión abierta, en las redes y también escuchado en las radios, a mi juicio, no debiese inclinar la aguja en favor de uno u otro, porque no hubo grandes diferencias entre uno u otro candidato”.
El encuentro se dio luego del debate a través de Archi, que dejó instalado el tema de la acusación –ya aclarada– de acoso y que José Antonio Kast lanzó a Gabriel Boric, como parte de su reconocido libreto que busca instalar medias verdades o, de frentón, fake news, en pos de debilitar a su rival en el último tramo del camino. Un guión del que el mundo ya ha dado cuenta, luego de las elecciones que llevaron al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.
Para el comando de Gabriel Boric, aquello fue lección aprendida, y que dejó como conclusión que el candidato de Apruebo Dignidad no podía volver a “pisar el palito” de entrar a jugar de lleno en la cancha del representante de la derecha, reconocido como un tipo hábil en tales instancias, en cuyo marco no ha dudado en desplegar toda la artillería y que arrastra consigo un número no menor de fake news.
En esta ocasión, y luego de un inicio sin tregua –donde ambos buscaron dejar en evidencia los flancos que arrastra su contrincante–, el escenario parecía repetirse cuando salió a flote la insinuación que Kast había instalado y que buscaba poner en duda el no consumo de drogas de Boric. Una vez mencionado el tema, el diputado sacó un examen de orina con el que se buscó cerrar rápidamente un debate de fácil propagación en las redes sociales, a menos de una semana de las elecciones presidenciales. Esto, pese a que diferentes personeros de la derecha insistieron, en esta ocasión, con que el examen de orina tiene menos alcance que uno de pelo, en un intento por extender la estrategia del libreto desplegado.
Esa va a ser probablemente la imagen que quedará en la retina del último cara a cara previo al 19 de diciembre, instancia a la que ambos abanderados llegan con un porcentaje de votos menor al esperado y con una distancia poco significativa, pero que dejó a Kast con un 28% de las preferencias, versus un 25,7% de Gabriel Boric, esto en un universo de votantes que alcanza a un poco menos de la mitad de la totalidad del padrón.
Lo jabonoso de sus respuestas ante los innumerables cambios que han sufrido los programas de uno y otro lado, ha evidenciado la necesidad de captura del voto de centro, lo que quedó más que claro al momento en que se les consultó por sus presidentes favoritos de la historia de Chile.
En el caso de Gabriel Boric, reconocido allendista, nombró en primer lugar al segundo gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet –con quien se reunió privadamente apenas esta tocó suelo nacional el domingo recién pasado– y, luego, se refirió a Eduardo Frei Montalva, para cerrar con Salvador Allende, una secuencia que meses atrás habría sido totalmente a la inversa.
En el caso del otrora UDI, este no tuvo empacho en nombrar al ex Presidente Patricio Aylwin, misma estrategia que utilizó el actual Presidente, Sebastián Piñera, y que en su momento fue rechazada por el propio Kast, quien, a través de sus redes sociales en 2017, había publicado: “Cómo cambian los tiempos. Ahora ‘la derecha’ pone a Aylwin en la franja y defiende su legado. ¿Qué haría/diría Jaime Guzmán?”.
Uno de los temas que incomodó a ambos fue el de las AFP. Mientras el frenteamplista cambió su discurso, que en un momento apuntaba a terminar con el sistema de las administradoras de fondos de pensiones, ahora dijo poner a la gente por delante, y que ese será un asunto a discutir, reforzando su mensaje en términos de montos comprometidos para las pensiones más bajas. En el caso del representante del Frente Social Cristiano, al ser consultado sobre si tenía al menos un cuestionamiento al sistema, tuvo un incómodo silencio que no supo bien resolver.
Para Marco Moreno, director de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, “el lenguaje gestual de los candidatos mostró un Gabriel Boric mucho más energético, con muchas más ganas de marcar posición en el debate, y a un José Antonio Kast, si bien sereno, que se mostraba a veces cansado y desorientado. Esto evidentemente no es suficiente, el debate en su conjunto, para poder mover la brújula y llevar a votar a electores el próximo domingo. Habrá que esperar qué pasa en los próximos cinco días para ver si hay hechos que, durante esos cinco días, puedan generar un mayor nivel de movilización”.
Libreto conocido (fake news)
“Yo no he mentido ninguna vez”, dijo enfático Kast en el debate, donde fue constantemente interpelado por Boric ante algunas afirmaciones que realizó el candidato de la derecha, intentando cerrar varios de los flancos que abrió su contendor durante la campaña.
Un libreto que se repite en la estructura comunicacional de José Antonio Kast es el de intentar instalar medias verdades para que estas sean viralizadas y cumplan con el efecto de ensuciar a su rival.
Una de las más claras fue sobre la realización del festival musical Lollapalooza, que finalmente se concretará en Cerrillos. En el debate, J. A. Kast afirmó que la Municipalidad de Santiago, encabezada por la alcaldesa Irací Hassler (PC), había cancelado “ideológicamente” el evento, “porque encuentran que es para los zorrones y capitalistas”. El punto lo desmintió la misma alcaldesa en su Twitter, y también Boric. Ambos recordaron que su realización en la comuna estaba condicionada, primero, a una consulta entre los vecinos de Santiago por el uso de espacios públicos, como el Parque O’Higgins.
Otro dato falso que entregó el abanderado de la derecha fue que TVN y Enap han llegado a números azules durante el actual Gobierno, “lo que nunca ocurrió durante los gobiernos de la Concertación”, afirmó. En ambos casos, dicha afirmación es falsa. Según confirmó Fast Check CL, “desde 2006 a 2007, TVN tuvo un aumento de 37,2% en sus utilidades. En el caso de Enap, en 2002 registró un incremento de un 40% en utilidades en comparación con 2001. Todos en números azules”.
Un tema recurrente que sacó a relucir de nuevo el candidato del Frente Social Cristiano, es el de la presencia de militantes comunistas en ministerios de un eventual Gobierno del representante de Apruebo Dignidad, y en especial en el caso de Daniel Jadue, de quien dijo que “puede llegar a ser el ministro del Interior”. Sin embargo, esto ha sido desmentido tanto por el propio Boric como por el alcalde de Recoleta, quien ha explicitado que se mantendrá a la cabeza de dicha comuna.
Asunto complejo para Kast, en cada debate, ha sido el de sus dichos sobre la comunidad LGTBIQ+ y las personas trans, donde se le recordó que en columnas que realizó en años anteriores enfatizó que la actriz Daniela Vega “es hombre”, sin reconocer su identidad de género. Acerca de la comunidad LGTBIQ+, habló el 2017 de una “dictadura gay”, cuando en mayo de ese año el Gobierno iluminó la sede del Ejecutivo con los colores del arcoíris. En la ocasión, escribió que “La Moneda se rinde a la dictadura gay”. Distinto a lo que afirmó anoche en el debate, asegurando que se había referido a un “lobby gay”.
También habló de una “dictadura sanitaria”, en junio de este año, a propósito de las medidas sanitarias de cuarentenas que mantenía el Ejecutivo por la pandemia del coronavirus.
Boric sobre Kast
Entre suma y resta, el analista Claudio Fuentes afirmó que “si hay un ganador, no fue un ganador por nocaut. Si hubo un ganador, ese fue Gabriel Boric, principalmente porque Kast requería ir a la confrontación, requería marcar una diferencia y, a mi juicio, no logró hacerlo en este debate”.
De una opinión similar fue Marco Moreno, quien señaló que “creo que el debate fue más favorable nuevamente para Gabriel Boric que para José Antonio Kast, en términos de la energía desplegada y puesta en las respuestas que se dio a los periodistas”.
“Creo que la solución de continuidad, es decir, cómo pasan de una posición a otra en distintos temas, está mejor lograda en Gabriel Boric que en José Antonio Kast. Eso genera mayores niveles de confianza. En segundo lugar, creo que de alguna forma también lo que observamos es que esta no es una discusión sobre políticas públicas necesariamente, porque no son los temas que le interesan a la gente, sino que sigue siendo una elección sobre personalidades, sobre las trayectorias de vida, sobre las biografías de los candidatos, mucho más que sobre propuestas de políticas públicas, y eso quedó demostrado en el debate”, sostuvo.
 



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