El bitcoin cumple 100 días como moneda de curso legal en El Salvador


En el día de hoy bitcoin cumple 100 días desde que se transformó en una moneda de curso legal en la república de El Salvador. El 7 de octubre pasado, el Gobierno encabezado por Nayib Bukele, quien con 40 años es el presidente más joven de la región, puso en marcha la “Ley Bitcoin”, la cual, amparada en un total de 16 artículos hizo de esta criptomoneda, una de curso legal, siendo el primer país en el mundo que toma esta decisión.El argumento estuvo en que si bien desde el año 2000 se adoptó el dólar como moneda, reemplazando al por entonces vigente colón, la realidad es que aproximadamente el 70% de los algo más de seis millones de habitantes no cuenta con acceso a servicios financieros tradicionales.

Y que para impulsar el crecimiento económico del país, se hace necesario autorizar la circulación de una moneda digital cuyo valor obedezca exclusivamente a criterios de libre mercado. Así fue que El Salvador entró a la era bitcoin. Un proceso que al menos en función de como comenzó ya presenta varios signos de interrogación, sobre todo por como arrancó su implementación. El sistema de pago oficial llamado Chivo no resultó confiable desde su estreno en adelante. Chivo se lanzó el 7 de septiembre a la medianoche pero el sistema comenzó a fallar a las tres de la mañana. Se aumentó la capacidad del servidor pero la instalaciones de la app no se volvió a habilitar hasta el mediodía. Las transacciones fallaron durante todo el día, las líneas de servicio al cliente estaban colapsadas y los cajeros automáticos se quedaron sin efectivo.Poco después de las diez de la mañana, el precio de bitcoin se desplomó US$10.000 en tres minutos por lo que los salvadoreños vieron caer sus US$30 de “regalo inicial” por debajo de los US$25, teniendo la mejor clase práctica sobre la volatilidad de las criptomonedas, algo de lo que se sigue recuperando el país contemplando que Bukele había comprado US$20,6 millones en bitcoins para el tesoro nacional el día anterior.La consecuencia de esto es que más del 90% de los salvadoreños que se descargaron la app lo hicieron para obtener el bono de regalo de US$30. Lo gastaron o lo cobraron pero no volvieron a usar Chivo. 

Además, Bukele anunció esta aplicación sobre el cierre del mes de junio pero la corporación que opera la red, Chivo SA, no se formó hasta el 24 de agosto.Chivo SA es una empresa privada, por lo que sí bien está financiada con US$ 60 millones de dinero estatal no está sujeta a las leyes de libertad de información pública.Para dar un golpe de efecto el siguiente punto en el calendario fue el anuncio del presidente de Bitcoin City, palabras realizadas desde la Conferencia Latinoamericana de Bitcoin y Blockchain. “La ciudad va a tener todo: áreas residenciales y comerciales, servicios, museos, entretenimiento, bares, restaurantes, aeropuerto, puerto, tren, todo”, dijo Bukele en inglés, durante la clausura de Labitconf.”Aprovecharemos la generación de energía geotérmica para la ciudad y el minado de bitcoin”, explicó el presidente.

A partir de esto es que surgieron por primera vez en mucho tiempo grandes protestas contra la implementación obligatoria de esta criptomoneda, así como un rechazo al mandatario nacional, algo bastante curioso. Porque la realidad es que la popularidad de Bukele en buena medida estaba hasta ahora en un gasto público expansivo pero como la moneda de El Salvador es el dólar, el mandatario necesita o pedir prestado o que este experimento le salga bien. Lo de pedir prestado no parece poder prosperar porque el hecho de darle curso legal a una criptomoneda cuyo eje está en que opere por fuera de los controles estatales hace que difícilmente el FMI o el Banco Mundial vayan a ser propensos a negociar un acuerdo. Y lo cierto es que Bitcoin se creó originalmente pensado para ser una forma de dinero más orientada a una reserva de valor que a una divisa de transacciones diarias. Además, se suma el hecho de que crear un sistema de pago en el que los usuarios confíen lleva tiempo, más cuando lo haces en un país que funciona en gran medida con efectivo físico, con una altísima informalidad laboral y que tiene una desconfianza generalizada en los bancos tras la dolarización súbita ocurrida en 2001. 



Source link

Related Posts

Add Comment