Ola de violencia afecta Oaxaca pese a despliegue de fuerzas federales



A las 12:30 de la madrugada del domingo 19 de diciembre, Anja salió de un bar ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca y caminó hacia el departamento que alquilaba. En el cruce de la calle Porfirio Díaz con Aldama vio cómo cuatro hombres asaltaban con pistolas a un grupo de personas que, como ella, caminaban en la calle. 
Anja, de 28 años, quiso retirarse silenciosamente, pero los asaltantes la vieron, la persiguieron y la alcanzaron. Uno de los hombres le apuntó a la cabeza con la pistola y también le quitó sus pertenencias: un celular, una tablet, dinero, tarjetas e identificaciones.
Anja tiene doble nacionalidad: mexicana y holandesa. Creció en Países Bajos, y desde hace casi cuatro años vive en la Ciudad de México, donde trabaja para una organización civil. Fue de vacaciones el pasado fin de semana a Oaxaca y volvió con la experiencia de un asalto violento en el corazón de la capital.

“Me asusté mucho por la agresión de estos tipos en Oaxaca; los otros chicos a los que asaltaron, que eran citadinos viviendo en Oaxaca, estaban llorando. Hubo mucha agresión”, dice en entrevista. “Quizá por mala suerte yo estaba ahí. Es una lástima, porque Oaxaca siempre me ha parecido una de las ciudades más seguras. En la Ciudad de México yo no camino sola a las 12:30 de la madrugada, pero en Oaxaca me sentía muy segura”.
La misma noche que asaltaron a Anja, dos horas después, otros dos jóvenes de la Ciudad de México salían de un bar ubicado en la zona de Santo Domingo, en pleno Centro de Oaxaca, y tomaron un taxi que los desvió de su destino. El conductor permitió que abordara el vehículo un segundo sujeto que amenazó con un arma a los pasajeros y los golpeó. Contra la voluntad de los pasajeros, el taxi fue conducido hasta una zona descampada a las afueras de la ciudad, donde los jóvenes, que habían ido de vacaciones, fueron abandonados sin celulares, dinero ni identificaciones, en un asalto que implicó un secuestro exprés.
No era la primera vez que pasajeros eran asaltados y plagiados en taxis en el Centro de Oaxaca. En mayo de 2019, Pablo tomó desde su hotel un taxi hacia el aeropuerto alrededor de las 5:00 de la mañana. El conductor se desvió de la ruta habitual y en el trayecto fue abordado por dos sujetos con pistolas. 

Pablo es oaxaqueño, pero desde hace más de tres décadas ha vivido y trabajado en Estados Unidos; el día del asalto se regresaba a ese país tras haber visitado a su madre. Los asaltantes le robaron 2 mil pesos y 40 dólares; al taxista le quitaron unos 200 pesos.
A raíz del asalto y secuestro exprés, Pablo ha cambiado su rutina cada que regresa a Oaxaca. Ya no usa hoteles –duerme en casa de un amigo—, y el único taxi que aborda es el de un conocido de su familia al que contacta por teléfono. 
“No sé si el taxista estaba coludido. Cuando se subieron, uno de los asaltantes le iba apuntando a él con la pistola, a mí el otro me iba sujetando del cuello”, explica en entrevista. “Me da tristeza lo que pasa en Oaxaca, yo creo que la misma autoridad no pone reglas fuertes contra la delincuencia, (…) que haya más luz en las calles, más seguridad, más policías que anden vigilando”.
En la capital oaxaqueña, los taxis operan mediante concesiones otorgadas por la Secretaría de Movilidad, y no se utilizan aplicaciones digitales para dar servicio. Los usuarios identifican los taxis por los colores de sus carrozas, que a su vez indican las zonas en las que operan –amarillos, azules y guindas–. Algunos choferes están sindicalizados en la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), que dirige el senador morenista Pedro Haces Barba.
Inseguridad al alza con Murat
La inseguridad en Oaxaca se ha mantenido en niveles altos durante la administración del gobernador priista Alejandro Murat, y particularmente en la capital del estado, donde gobierna Morena desde hace tres años, los delitos del fuero común han ido al alza, pese al despliegue de fuerzas federales en la entidad.
El pasado 29 de noviembre, en una conferencia mañanera realizada desde ese estado, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, informó que Oaxaca se ubica en el lugar 14 en homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. El funcionario indicó que la capital del estado es el municipio con mayor incidencia delictiva, seguido de Huajuapan, Juchitán, Santa Cruz Xoxocotlán y Salina Cruz.
Sandoval precisó que en el estado fueron desplegados 13 mil 283 elementos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, y agregó que en 2020 se construyeron siete instalaciones. Señaló que las fuerzas de seguridad estatal y municipales suman 11 mil 895 elementos. En el caso específico de la capital de Oaxaca, dijo, su policía municipal cuenta con 1 mil 500 agentes, siendo la corporación local más numerosa en la entidad.
Pese a esta fuerza policial, cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que los delitos en el estado no han registrado disminuciones importantes en lo que va de la administración de Murat.
Entre enero de 2017 y diciembre de 2020, el número de carpetas de investigación abiertas por “delitos contra la vida y la integridad corporal” (rubro que incluye homicidios, feminicidios y lesiones) pasó de 6 mil 405 a 6 mil 769, un aumento de 6%. Con corte a noviembre de este año, la cifra de carpetas es de 6 mil 108.
En hechos recientes de violencia en el estado, el 14 de noviembre fueron asesinados a balazos tres hombres, entre quienes estaba el hijo de la alcaldesa de Santiago Jamiltepec, Cecilia Rivas Márquez. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en Río Grande, Tututepec.
El 15 de diciembre, en un bar de La Ventosa, en el Istmo de Tehuantepec, fueron asesinados a tiros tres hombres y un policía resultó herido.
Los “delitos contra la libertad y la seguridad sexual” (donde se incluye el de violación, abuso sexual, acoso y hostigamiento sexual) han ido al alza, conforme las cifras del SESNSP. En 2017 se abrieron 917 carpetas de investigación, cifra que creció a 1 mil 488 en 2020 (62% más), y a 1 mil 492 con corte a noviembre de este año.
Los delitos contra el patrimonio también han registrado un aumento. En este rubro se incluyen las denuncias por robo con y sin violencia a casa habitación, transeúntes, en transporte público y en transporte particular, entre otros. En 2017 se iniciaron 15 mil 570 carpetas de investigación por estos casos, mientras que en 2020 la cifra creció a 16 mil 397 (5% más). A noviembre de este año se registraron 15 mil 790 carpetas.
Dentro de ese tipo de delitos, particularmente el de robo a transeúnte ha aumentado. En 2017 se abrieron 1 mil 882 carpetas de investigación, que en 2020 bajaron a 1 mil 652 (12% menos). Sin embargo, en 2021 hubo un nuevo repunte, pues se registraron 1 mil 977 carpetas hasta noviembre (20% más).
Solo el delito de secuestro ha registrado una ligera baja. De 282 carpetas iniciadas en 2017 se pasó a 232 en 2020 (18% menos) y a 214 con corte a noviembre.
Ola de violencia en gobierno morenista
En los últimos meses se han registrado homicidios violentos en la capital oaxaqueña. Los crímenes se han recrudecido en el periodo de la transición del gobierno municipal, que entregará el morenista Oswaldo García Jarquín, quien fue electo para el periodo 2019-2021, al exdiputado federal Francisco Martínez Neri, también de Morena.
Medios locales reportaron que el pasado 21 de noviembre hubo una balacera en el bar El Hábito, ubicado cerca del Centro Histórico de Oaxaca, donde murió una mujer de 25 años. Testigos señalaron que el ataque fue cometido por un grupo de sujetos armados que se dirigieron directamente a la víctima.
El 7 de diciembre, una mujer de 22 años fue atacada a balazos en un restaurante de la colonia Reforma, cercana al Centro de Oaxaca; según testigos, la agresión fue cometida por un solo hombre armado.
Semanas antes, el 13 de septiembre, en esa misma colonia, fue asesinado a tiros Enrique Pacheco Martínez, magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, al salir de casa de su familia.
Datos entregados por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Oaxaca entregados a Animal Político muestran un aumento de delitos de alto impacto ocurridos en la capital en el periodo de enero-noviembre 2020 a 2021.
El número de carpetas de investigación abiertas por robo a transeúnte en la ciudad pasó de 836 a 983, mientras que por el delito de narcomenudeo subieron de 61 a 71; homicidio doloso, de 37 a 48; violación, de 45 a 46; extorsión, de 0 a 20; trata de personas, de 5 a 6; y robo a transportista, de 0 a 6.
Los únicos delitos que han registrado una baja en el mismo periodo son los considerados de menor impacto, por ejemplo, violencia familiar, donde se pasó de 1 mil 003 carpetas de investigación a 980; lesiones dolosas, de 626 a 552; robo a comercio, de 442 a 333; robo de vehículo, de 242 a 226; robo a casa habitación, de 160 a 150, y robo a transporte, de 119 a 90.
La inseguridad en Oaxaca se ha mantenido en niveles altos durante la administración del gobernador priista Alejandro Murat, y particularmente en la capital del estado, donde gobierna Morena desde hace tres años, los delitos del fuero común han ido al alza, pese al despliegue de fuerzas federales en la entidad.
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