Estamos comenzando un nuevo año y de entre todos los desafíos que se vienen, la protección del Medio Ambiente debiera ocupar un lugar primordial. La urgencia climática, la biodiversidad, la sequía y el bienestar emocional de los ciudadanos así lo demandan.
En la Región de los Ríos, durante los últimos meses del 2021, se dio término al proceso de consulta ciudadana del proyecto “Adecuaciones Central Hidroeléctrica San Pedro”. Se trata del segundo proceso de estas características que enfrenta este proyecto que ya lleva 14 años intentado instalarse en la parte media de la cuenca del río Valdivia.
Como parte de la Mesa Ciudadana Río San Pedro sin represas, en Fundación Plantae estamos inmensamente satisfechos con el nivel de participación que esta instancia consiguió. Lo vemos como una excelente señal de parte de la ciudadanía y quisiéramos que este alto nivel de involucramiento, se replicase en otras instancias.
Si en la anterior consulta -por el mismo proyecto- se reunieron un total de 3.294 observaciones ciudadanas en cuatro meses, esta vez se llegó a 6.423 en un mes y medio, es decir, prácticamente el doble en menos de la mitad del tiempo.
Además de esta elocuente cifra, que nos muestra cuán pendientes y activos están los habitantes a la hora de expresarse y defender el territorio, es necesario destacar el gran trabajo de articulación territorial que se gestó entre las ciudades de Los Lagos, Panguipulli y Valdivia, en donde por un lado, organizaciones de la sociedad civil pusieron sus conocimientos al servicio de la generación de observaciones técnicas y por otro, diversos grupos de ciudadanos se organizaron para difundir estas observaciones y así reunir más adherentes.
Todo este trabajo, contó con el potente respaldo de la alcaldesa y alcaldes Carla Amtmann de Valdivia, Pedro Burgos de Panguipulli y Aldo Retamal de Los Lagos. Ellos, a poco de haber asumido en sus cargos, hicieron público su rechazo al proyecto Central Hidroeléctrica San Pedro (CHSP) y expresaron su apoyo firmando una declaración que, entre otros puntos, recalca que el proyecto está desalineado con la estrategia de desarrollo regional y planes de desarrollo comunal, y constituye un riesgo para las personas al estar emplazado en una zona de alta inestabilidad geológica.
También, casi al finalizar el año, se dio a conocer el segundo Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones (ICSARA) presentado por el Servicio de Evaluación Ambiental al EIA del Proyecto Adecuaciones. Este informe compiló un total de 366 observaciones de servicios públicos. Destacan en este documento, cuestionamientos que hacen referencia al flujo de transporte debido a las operaciones del proyecto, solicitando nuevos estudios de impacto vial y de impacto sobre los grupos humanos presentes en el proyecto. También sobre el riesgo de accidentes y la falta de claridad respecto a información base técnica sobre geología, flora, fauna, hidrología, entre otras.
A todo esto, y como se ha señalado en innumerables ocasiones, se sumó dentro de las observaciones ciudadanas incorporadas en al capítulo final del ISCSARA, la solicitud de descartar a través de información técnica actualizada toda amenaza a la economía local, la identidad cultural, la belleza paisajística, la conservación de los ecosistemas y sus especies, muchas de las cuales estan gravemente amenazadas, como el huillín (nutria de río) o el tollo de agua dulce, ambos en peligro de extinción. Además se pide aclarar con información actualizada el impacto sobre el turismo en el territorio, actividad que ha ido en alza durante los últimos 10 años, generando cientos de empleos y oportunidades de emprendimiento económico. Finalmente, solicitan aclarar la eventual amenaza que el proyecto significaría para toda la cuenca del río, incluso poniendo en jaque, el futuro aprovisionamiento de agua potable para Valdivia.
A estas alturas, parece increíble que, a pesar de los argumentos para su rechazo, este proyecto siga en evaluación. En este sentido, parece ser hora para que el Servicio de Evaluación Ambiental recomiende rechazo al proyecto, y que todas las voces que por muchos años se han unido para decir “No a la Central San Pedro”, sean por fin escuchadas.
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