La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Esta es la definición dada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es la base para entender por qué hacer actividad física implica cuidar no solo el cuerpo, sino que también tiene implicancia directa sobre el estado mental y social de la persona. Es por esto que Gympass, la plataforma corporativa que apuesta a reinventar el bienestar, hacerlo universal, atractivo y accesible, refuerza la idea de ejercitar para encontrar la tan anhelada calidad de vida.
¿Qué beneficios trae el ejercicio a la salud mental? Numerosos estudios aseguran que tener una rutina de actividad física ayuda a prevenir y hasta a revertir, por ejemplo, estados de depresión, ansiedad, trastornos por déficit de atención e hiperactividad, entre otros. Esto sin contar que permite liberar parte de la carga diaria de estrés y es un gran inductor para conciliar un sueño profundo durante la noche. Esto es porque se liberan endorfinas, que tienen un efecto relajante e inducen una sensación de satisfacción física y emocional.
Esto tiene motivos físicos: el ejercicio realizado regularmente aumenta la circulación sanguínea, y eso genera que determinadas zonas del cerebro reaccionen positivamente controlando de un modo más eficiente el estrés, integrando más elementos de la memoria y aumentando la motivación para realizar más acciones durante el día.
Un punto importante es que está probado que hay una relación directa entre el aumento del autoestima y la actividad física, esto más allá de cuán intensa sea. Lo importante es sentirse en movimiento, porque eso motiva.
Además, cuando uno tiene un plan de entrenamiento, por lo general se pautan objetivos que brindan satisfacción cuando se alcanzan, lo que provoca que uno siga aumentando la intensidad del ejercicio o que se asuma un compromiso profundo con la rutina física.
En movimiento
Otro punto a favor de ejercitar es que muchas personas eligen sumarse a grupos, lo que favorece el intercambio social. También, quienes lo realizan al aire libre ganan al estar más en contacto con la naturaleza, estar bajo el sol (sobre todo en estos meses, después de trabajar tanto en nuestras casas, es fundamental para favorecer el tener vitamina D) y hasta poder liberar tensiones y desconectarse de las pantallas.
Por supuesto, hablando del Covid-19, que tanta incertidumbre trajo a las vidas de todos, es que tener planes de actividad física permite concentrarse en una acción concreta, lo que baja la ansiedad. Además, a lo largo del tiempo, va aumentando la productividad de la persona, por lo que para las empresas siempre es una buena opción ofrecerles planes de entrenamiento a sus colaboradores, porque de este modo se le asegura que pueda encontrar el bienestar tanto físico, como mental y social.
Estar en movimiento no solo implica efectos a corto plazo, sino que se evidenció que en los adultos mayores que tuvieron vidas activas esto trajo aparejado la menor frecuencia de enfermedades que tiene que ver con el desgaste cognitivo como el alzhéimer y la demencia senil. En este punto hay que agregar que nunca es tarde para empezar a ejercitar, lo importante es hacerlo.
Incluso, es bueno saber que la intensidad no es todo al hablar de entrenamiento. Lo importante es elegir una actividad que cause placer en quien la practica, como yoga o baile hasta crossfit o nadar. Hay que determinar cuál practicar de acuerdo a los objetivos de cada uno.
Claro que cada tipo de ejercicio tiene sus ventajas: mientras lo que son más aeróbicos aumentan el flujo sanguíneo y eso impacta en la salud mental; aquellos que son de estiramiento tienden a relajar a la persona, lo que colabora en eliminar tensiones acumuladas, y eso también tiene una buena recepción por parte del cerebro.
Por último, siempre es recomendable completar una sesión mínima de 30 minutos de actividad física, por lo menos tres veces por semana. Incluso, esta media hora se puede repartir durante el día.
