Nueva forma de pago del transporte público en la RM: damos la mano y nos agarra el codo



“Pasaje QR” es una aplicación de BancoEstado, que te permite pagar el pasaje en el sistema de transporte metropolitano desde tu celular, pero al igual que la mayoría de las aplicaciones, te exige aceptar sus términos y condiciones para poder usarla. Lo grave en este caso es que indica -entre otras cosas- que se “acepta y autoriza a BancoEstado, el Ministerio de Transportes y RED a proporcionar entre sí y a terceros, dentro o fuera de Chile, los datos personales obtenidos en la interacción de la aplicación con el sistema de transporte”.
A primera vista esto no parece nada terrible y fuera de lo común, y muy probablemente muchas personas aceptaron sin leer estos términos y condiciones. tal como ocurre cuando descargamos e instalamos una nueva aplicación en nuestros teléfonos.
Si la información sólo la pudiese ver y usar BancoEstado, el Ministerio de Transporte y RED, podríamos creer que esto es sólo para mejorar el servicio. Hasta ahí todo muy bien, pues otras empresas, como Netflix o Spotify por ejemplo, gracias a sus algoritmos lo hacen y nos proponen alternativas que muy probablemente nos van a gustar, ya que mejoran nuestra experiencia como usuarias y usuarios.
Sin embargo, nos parece alarmante que haya tan poca claridad sobre este asunto. Lo grave es que no sabemos nada sobre cuál será el tratamiento que se le podría dar a nuestra información recolectada, incluyendo no sólo datos personales, sino que de georreferenciación (ubicación), de IP del teléfono móvil e, incluso, los historiales de navegación.  Esto podría implicar que nuestra valiosa información sobre viajes y lo que vemos en el celular, se la podrían pasar a terceros.
Muchas veces nos cuesta dimensionar el riesgo que esto realmente implica ya que asumimos que nuestros datos no nos pertenecen y lo que hacemos cada vez que aceptamos términos y condiciones. es simplemente permitir que tengan acceso a ellos, no que puedan hacer lo que quieran con nuestros datos.
Ante este escenario surgen distintas preguntas y muchos temores como, por ejemplo, si esos datos serán anonimizados o no; es decir, si sabrán exactamente de quiénes son y qué es lo que hacen y dónde están las y los usuarios.
Las empresas pueden generar un mejor servicio con el uso de datos. En el sector público, si ministerios y otros organismos estatales pudieran compartir su información con datos anonimizados, muchas organizaciones de la sociedad civil podrían realizar estudios o modelos predictivos que podrían prevenir, por ejemplo, el maltrato infantil. El uso de datos en sí no es malo, es el uso que se les da lo que los puede convertir en un problema.
Muchas veces compartimos datos para poder disfrutar de un servicio gratuito o un descuento y podríamos considerarlo como un trato justo, si esos datos se mantienen en la privacidad y no se logra identificar a usuarios o usuarias. y sobre todo si hay múltiples alternativas a elegir. En este caso, con la aplicación Pasaje QR, creemos que estamos dando la mano y nos están agarrando el codo.
 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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