De promesa a crack castigado: Neymar Jr. cumple 30 años


Neymar da Silva Santos Júnior nació el 5 de febrero de 1992  y este día esta llegando a los 30 años. El que pintaba para sucesor de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi tiene todo para hacerlo, pero ha sufrido el castigo de las lesiones y decissiones personales que lo corrieron del eje. Sin embargo, tiene tela para cortar y va portado.Aquel pequeño jugador que retumbaba en las inferiores de Santos, llegó a convertirse en figura de la mano del típico fútbol brasilero y el gran desfachatado después de la era de Ronaldinho que marcó a una generación. Casi con un estilo similar, Ney hizo lo propio cuando irrumpió en Brasil como crack.

En sus primeros años, su pelo llamativo, la agilidad y calidad lo pusieron por encima de todos y así fue como condujo a Santos a conquistar una nueva Copa Libertadores, en 2011, con tan solo 19 años, siendo figura total y rompiendo una racha que no se veía desde la época de Pelé en el club.Ese año, se dio su primer enfrentamiento con Lionel Messi, quien lo terminaría tentando para llegar a Barcelona un puñado de meses más tarde. Así fue como en 2013 apareció para completar la MSN (Messi y Suárez) como un jugador consagrado y marcar uno de los mejores tridentes ofensivos del mundo.

En 2014 llegaba su gran prueba. Luego de la conquista de la Copa Confederaciones en su país, tenía todo para se rla gran figura del Mundial en Brasil, su Mundial. Comandó a Brasil a cuartos de final con tan solo 22 años, pero un rodillazo de Zuñiga en la espalda le dejó una lesión que lo pudo dejar sin fútbol para siempre y perdió su chance.Así empezaría un camino de lesiones que lo iba a alejar del sueño de ser el mejor del mundo, a pesar de que en Barcelona empezaba a creecer junto con Lionel Messi y Luis Suarez, y donde iba a llegar su ansiada triple corona con la coronación en la Champions League, para ser de los pocos en el club de ganar los dos grandes torneos continentales. A fin de año de ese glorioso 2015 llegaría el Mundial de Clubes para cerrar.

Por otro lado, en Brasil seguía en deuda y ya empezaba a apalagr la llama en la gente, hasta que en los Juegos Olímpicos de Río 2016 conquistó el oro ólimpico, uno trofeo que le restaba a la “canarinha” y así rompió en llanto en el campo de juego del Maracána. De regreso a España, se gestaba una de las situaciones más inesperadas en el mundo del fútbol.Atrapado en su cabeza con la ilusión de ser el número uno, aceptó la propuesta para dejar Barcelona, que estaba en armonía, para unirse a Paris Saint Germain a cambio de 222 millones de euros, en lo que fue el pase más caro de la historia. Desde entonces, su camino no fue igual.

La Copa América le era esquiva y en Rusia 2018 se despidió sin pena ni gloria, con el cuchillo entre los dientes de coronarse con la mayor en su país. Sin embargo, en un amistoso previo a la Copa continental que los de Tite iban a lograr, se lesionaba el tobillo y se perdía la coronación y conquista.Los años pasaron y el destino lo llevó a estar en una nueva final de Champions League, con el objetivo marcado del PSG, pero no lo consiguió y se le apuntó por su influencia. La pasta de crack se empezaba a desprender para muchos que lo apuntaron como una figura de marketing más que un jugador, vinculado a su rol para vender productos y las largas noches de fiesta.

Las lesiones, además, fueron parte corriente de su vida y lo quitaron del centro de la escena aunque siempre que juega, brilla. Hoy, vive un presente distinto. Lionel Messi llegó a Paris para ser nuevamente compañero y armar un equipo con el sueño de que Leo, esta vez, lo lleve a la cima a Ney y lo convierta en el N°1 en un mundo donde Cristiano y Messi siguen en la cima.Con 30 años, sabe que la carrera le puede dar algunos años más, aunque dejó en claro que lo anímico y su salud mental pesan para seguir mucho tiempo más en la cima. Así y todo, no se rinde y llega un 2022 lleno de objetivos, donde va por la historia y el mote de leyenda.



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