Chilpancingo enfrenta falta de agua



Una obra de abasto de agua potable para Chilpancingo, Guerrero, en la que oficialmente se invirtieron 489.5 millones de pesos y que fue puesta en marcha por el expresidente Enrique Peña Nieto y el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, no ha funcionado.
Actualmente, el desabasto de agua ha generado que desde hace tres meses mujeres y hombres que viven en distintas colonias de esta capital con cubeta en mano cierren calles para exigir el servicio.
El 13 de abril de 2012, el entonces candidato del PRI a la presidencia, Peña Nieto, firmó un compromiso ante un notario público de realizar una obra para abastecer de agua a Chilpancingo.

El 19 de abril de 2013, un año después de haber hecho ese compromiso público, el gobierno federal, a través del director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, el exgobernador Aguirre y el entonces alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, dieron a conocer el inicio de esta obra.
En dicho convenio se planteaba la realización de nuevas redes de tuberías de conducción, tanques de almacenamiento y rehabilitación de acueductos.
En uno de los puntos de dicho acuerdo, se contemplaba la necesidad de construir una nueva fuente de abastecimiento y esta obra se realizaría en cuanto se dispusiera de los resultados de estudios y proyecto, y en forma preliminar se proponía estudiar los arroyos ubicados en las comunidades de La Esperanza y Azinyahualco.

Asimismo, el acuífero de la localidad de Mochitlán, Río Azul, y el Río Mezcala, los dos últimos ubicados en los municipios de Quechultenango y Zumpango de Neri, respectivamente.
Sin embargo, dichos estudios para determinar una nueva fuente de abastecimiento nunca se realizaron.
El mismo proyecto firmado por Conagua, Aguirre y Moreno menciona varias pequeñas obras que se construyeron pero no operan, como la línea de interconexión Acahuizotla, la planta de bombeo Las Torres-Tanque Texcalco y una subestación eléctrica.
Tampoco funciona el tanque de almacenamiento Tomatal-Colinas del Sur.
Son 14 acciones, entre obras y estudios, que este proyecto contempla para la obra de abasto de agua para las familias de Chilpancingo, y que se realizaron pero no han funcionado.
El 22 de mayo de 2017, cuatro años después de la firma del convenio, Peña Nieto entregó la obra y aseguró que la gente de esta capital tendría agua suficiente para los próximos 15 años.
Según las autoridades federales y estatales, la obra aumentaba la oferta de 230 a 500 litros por segundo de agua.
Según trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), cuando el caudal en las fuentes de abastecimiento de Mochitlán, Omiltemi y Acahuizotla es alto, llega hasta los 325 litros por segundo.
El secretario general de la Sección 15 del Sindicato Independiente de la Capach, Asunción Rodríguez Flores, pidió que la Secretaría de la Función Pública (SFP) realice una auditoría a este organismo para que se sepa de los funcionarios responsables de su quiebra financiera.
Recordó que, cuando Moreno era alcalde de Chilpancingo, en el periodo 2012-2015, fue cuando supuestamente se realizaron obras para que la gente tuviera suficiente de agua.
“La verdad, no sabemos la cantidad de millones de pesos que se gastaron en esa obra pero que no ha funcionado, y la prueba está de que la gente tiene varios meses protestando en las calles exigiendo el servicio”, expresó.
El dirigente sindical dijo que la quiebra financiera que enfrenta la Capach también a ellos como trabajadores les ha pegado en salarios y prestaciones.
A los 400 trabajadores les adeudan parte de su aguinaldo de 2020, además de que las quincenas se las pagan con retraso.
“Nos deben 2 millones de pesos de adeudos por diversos beneficios sociales”, dijo.
Lee: Competitividad estatal: Guerrero, hasta el último
Según Rodríguez, la Capach enfrenta un déficit de 85 millones de pesos por adeudos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), diversos proveedores y trabajadores.
Durante 2013, autoridades y pobladores de la comunidad de Azinyahualco rechazaron la propuesta que les planteó Moreno de que su río Alquitrán abasteciera a las familias de Chilpancingo.
“La ciudadanía y el comisario le dijeron a Mario Moreno que no iban a dar agua a Chilpancingo porque la que tienen la utilizan para sembrar sus tierras”, dijo un ciudadano de esa comunidad de Chilpancingo.
El convenio que firmó con la Federación el propio Moreno en 2013 proponía que el río Alquitrán fuera uno de los candidatos como una nueva fuente de abastecimiento para la capital.
En las tres campañas políticas que ha realizado el priista Moreno (dos veces para alcalde y en el 2021 para gobernador) ha utilizado como bandera garantizar el abasto de agua a las familias de esta capital.
Ahora en este 2022, con Evelyn Salgado como gobernadora y con la alcaldesa Norma Otilia Hernández, ambas de Morena, no se ha planteado cómo resolver este problema del desabasto de agua.
Durante su campaña política, Hernández, al igual que sus antecesores del PRI, tuvo como su principal bandera solucionar este desafío.
Pero hoy en día, y en plena temporada de estiaje, la gente se manifiesta en las calles para exigir aunque sea una cubeta de agua.
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