Para algunas personas la Semana Santa representa vacaciones, para otras tantas fiesta, peregrinaciones, representaciones de la pasión de Cristo o tiempo de reflexión, pero para creyentes de brujería, hechicería, vudú o santería esta es la “semana mayor”, donde creen que se abrirán portales o habrá mucha energía para realizar rituales, algunos de ellos con sacrificios de gatos, perros, gallos, cabras o cualquier otra especie.
Activistas del movimiento para la liberación animal prevén que en esta temporada, el número de animales muertos arrojados a la vía pública en Ciudad de México y que se utilizaron en algún rito pase de 2 a más de 10 por semana.
“Cuando es temporada normal, es decir, cuando no hay semanas santeras podemos encontrar una o dos cajas, con una gallina o dos gallinas, a veces trae chivos o perros o gatos negros, y en estas temporadas podemos encontrar entre cuatro y cinco cajas (un promedio de 10 animales muertos cada semana)”, dijo en entrevista con Animal Político, José Luis Carranza, director de la Fundación FRECDA A.C., la cual desde 2015 ha documentado y denunciado estos hallazgos de animales asesinados.
“Hemos detectado que hay temporadas donde los rituales aumentan, que están muy relacionado con las fiestas católicas, que son aquellas como la Semana Santa, la Navidad y tenemos también el Día de Muertos, en estas fechas aumentan las cajas con animales muertos que llegamos a encontrar en las calles de esta ciudad, principalmente donde hay vías de tren”, agrega Carranza, quien aseguró que en los últimos 8 años él y otros activistas han presentado al menos 15 denuncias ante la fiscalía local, pero agregó que ninguna ha prosperado.
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Alicia —cuyo nombre fue cambiado para evitar represalias—, quien es creyente de la santería, dijo en entrevista que los “ritos blancos” solo se realizarán hasta el día miércoles, “del miércoles para el jueves se para, por respeto y porque a partir de entonces se abren otros portales”.
Sin embargo, los días jueves, viernes, sábado y domingo son utilizados para hacer “ritos oscuros”. En ambos casos se sacrifican animales como una especie de tributo: “los animales negros son para sanación, para recoger lo malo, los rojos son para abrir camino, depende lo que quieras es el color o tamaño del animal”, detalló la santera.
Al preguntarle sobre por qué los animales muertos los arrojan a la calle, Alicia dijo que es por “respeto al santo”, sobre todo se dejan en cruces para abrir caminos o: “para dejar atrás lo malo, como la muerte o que te quieran matar, balacear o robos”.
Venta en el mercado Sonora
“¿Para qué lo necesitas? ¿Para cuándo lo quieres? ¿Es para una persona enferma?”, dijo uno de los vendedores al preguntarle del costo de un zorrillo, que es considerado como fauna silvestre o exótica y que debe estar regulado por la Profepa y Semarnat.
El vendedor no explicó detalles de los permisos, ni tampoco el tipo de zorrillo o si tiene chip de identificación de criadero, solo aseguró que lo tendrá listo en cuestión de horas.
Ofertas como esta se presentan a cada momento. “¿Para qué lo quiere?”, es la pregunta frecuente, aunque muchos de los clientes que visitan este mercado lo hacen buscando especies para sacrificios en rituales, de acuerdo con Alicia, creyente de la santería desde hace 22 años.
“El tamaño del animal es depende lo que tengas. Yo soy como la doctora, que dependiendo el despojo (el mal), te diré qué tamaño. Puede ser un gallo, pero hay casos donde se necesitan, por ejemplo, venados, animales grandes… hasta un tigre o un león”, contó Alicia.
En el mercado Sonora de Ciudad de México, la venta de animales para sacrificio se realiza a plena luz del día. Se puede conseguir un zorrillo en 10 mil pesos, una cabra por mil, un colibrí por menos de 100, una gallina negra desde 70 pesos o incluso especies con protección especial por las autoridades ambientales.
“Si vas al mercado Sonora y pides un tigre o un halcón, tienen catálogos, te muestran catálogos en sus celulares y te preguntan qué quieres, te dan precio. Es un tipo de venta a domicilio, tú les depositas y ellos te lo van a entregar a tu casa”, aseguró José Luis Carranza, activista de liberación animal.
Carranza comentó que desde 2018 tiene un juicio contra la delegación Venustiano Carranza para impedir que sigan vendiendo animales en el mercado Sonora. Él aseguró que la venta de estos animales está prohibida y el sacrificio de las especies en rituales es ilegal.
El activista también detalló que ha realizado algunos rescates de animales, y les ha mandado a hacer estudios, pues en el caso de una gallina encontró que estaba contagiada con gripe aviar.
Animal Político realizó un recorrido en el mercado Sonora y pudo documentar que algunas de las especies que se vendía no tenían agua, tampoco comida, se encontraban hacinados y en áreas sucias. Algunas especies ya no se movían.
Por ejemplo, un gato negro de apenas unos meses se encontraba en su jaula, moribundo. “Está vivo, no tiene enfermedades, se lo dejo en 300”, exclamó el locatario del mercado de Sonora.
En otro local, dentro de una pecera sin sistema de calefacción, con poca agua, se encontraba una cría de caimán o cocodrilo, la cual también estaba a la venta.
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¿Matar a un animal en un ritual es delito?
Existe un marco legal al respecto. El Artículo 24 de la Constitución mexicana refiere que toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión; sin embargo, tiene las siguientes limitantes: “siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”.
En Ciudad de México, matar a un animal con fines de rituales está prohibido en el Artículo 25 Fracción XIII, el cual especifica: “Queda prohibido por cualquier motivo: (…) El uso de animales en la celebración de ritos y usos tradicionales que puedan afectar el bienestar animal”.
A esto se suma que matar a un animal es considerado un delito, que se establece en el Artículo 350 Ter del Código Penal de Ciudad de México.
“Al que cometa actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie animal no humana provocándole la muerte, se le impondrán de dos a cuatro años de prisión y de doscientos a cuatrocientos días multa, así como el aseguramiento de todos los animales que pudiera tener bajo su cuidado o resguardo”, refiere dicho artículo.
En las calles de Ciudad de México es común encontrar cadáveres de animales, algunos de ellos sacrificados en rituales, sin embargo, casi no hay denuncias. En 20 años la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) solo tiene registro de 14 denuncias de restos animales encontrados durante Semana Santa.
La Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Protección Urbana (FEDAPUR) es la autoridad que investiga este tipo de delitos. Animal Político solicitó información sobre el número de denuncias o carpetas de investigación abiertas, pero al corte de la edición no obtuvo respuesta.
El pasado mes de febrero, la revista Gatopardo publicó que en dos décadas, la Profepa solo ha encontrado 252 cadáveres de colibríes y dieciocho vivos dispuestos para su venta. Se trata de una ave que se utiliza para amuletos supuestamente para tener suerte en el amor, y los cuales también se venden en el mercado Sonora.
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