Académicos y alumnos denunciaron una estrategia encabezada por el Conacyt y el director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Romero Tellaeche, para desmantelar al centro de investigación.
En conferencia de prensa en la sede Santa Fe, profesores y estudiantes dieron a conocer que los profesores no han recibido sus pagos, la matrícula de postulantes ha caído entre el 20 y 30%, se ha contratado a personas sin el perfil necesario, se han desaparecido unilateralmente programas y de forma reiterada se continúa violentando los estatutos del centro de investigación.
Javier Aparicio, secretario general del Sindicato del Personal Académico del CIDE (SIPACIDE), explicó que el centro de investigación, al ser público, recibe recursos fiscales, pero de forma paralela se hacían de recursos propios por proyectos, programas de educación continua, convenios internaciones y demás.
Sin embargo, tras la desaparición del fideicomiso del CIDE en noviembre de 2020, sus recursos propios se han visto comprometidos lo que ha generado retraso en pago a los docentes, recorte en programas educativos, servicios, entre otros.
Conferencia de prensa y reunión informativa de la comunoidad CIDE @sipacide @plumaverdeORG #YoDefiendoAlCIDE https://t.co/gbDv0n12D9
— AsambleaCIDE (@AsambleaCide) May 18, 2022
Y es que, explicó el académico, cuando se cerró el fideicomiso los recursos que estaban ahí quedaron congelados y desde año y medio no se han emitido reglas o lineamientos para que ese dinero se pueda ocupar.
“Estoy haciendo un llamado al Conacyt y a la Secretaría de Hacienda para que liberen los recursos del CIDE. Quiero ser muy claro en esto, no le estamos pidiendo al Conacyt ni a la Secretaría de Hacienda recursos adicionales porque como dije en la introducción, el CIDE tiene recursos propios, pero están congelados”, expuso.
“Si el Conacyt y la Secretaría de Hacienda no le permiten al CIDE tener acceso a sus propios recursos, la viabilidad financiera y académica del CIDE está gravemente comprometida. Ya llevamos varios meses trabajando así, trabajando sin que nos paguen completo”.
Durante su intervención, Lorena Ruano, profesora investigadora de la División de Asuntos Internacionales, denunció que desde el 29 de noviembre de 2021, cuando la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla nombró a José Antonio Romero Tellaeche como director del centro de investigación, las decisiones que ha tomado el economista han sido de forma unilateral “saltándose los reglamentos y saltándose a los cuerpos colegiados”.
Esto, continuó, ha traído como resultado incertidumbre, pues a pesar de las reiteradas solicitudes, la comunidad no tiene diálogo con las autoridades. Un diálogo necesario “para sanar la grave herida que sufrimos desde noviembre pasado. Es urgente un proceso de diálogo para sanar el ambiente académico”, expuso Ruano.
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A esto se han sumado los cambios en los programas sin antes hacerlo del conocimiento de la junta de profesores o del consejo académico. Es el caso de la remoción, el viernes pasado, de la coordinadora de la Maestría sobre Políticas Públicas, Grisel Salazar.
“Esto rompe con el estatuto y sienta un precedente muy preocupante para las coordinaciones de todos los programas docentes”, alertó.
Por su parte, la estudiante Ximena Millán reprochó que el conflicto que atraviesa el CIDE, resultado de la imposición de Romero Tellaeche en la dirección del centro de investigación, ha resultado en una crisis no solo en el nivel académico, sino también en un impacto negativo en los proyectos de vida de quienes decidieron estudiar ahí.
“Sostenemos que estos daños se hacen de forma intencional porque los esfuerzos de su gestión se han centrado en encontrar mecanismos distintos a los establecidos en la normativa para contratar a sus amigos y allegados”, reprobó la estudiante.
“La crisis operativa se manifiesta en la reducción de servicios elementales como suscripciones a revistas académicas, disminución de rutas de transporte, suspensión de actividades y gracias a la contratación directa de nuestros proveedores, pasó lo impensable: 104 personas enfermas”, detalló Millán al recordar que hace unos meses el mal estado de los alimentos entregados en el comedor enfermó a una parte de la comunidad.
Entre los programas que han cerrado se encuentra la licenciatura en Políticas Públicas que se impartía en la sede de Aguascalientes y que se canceló a pesar de que ya se había llevado el proceso de admisión de los estudiantes. Asimismo, la incertidumbre en la que se vive y la falta de recursos se ha traducido en la cancelación de Diplomados y la Maestría en Economía Ambiental.
Como parte de las acciones en defensa del centro de investigación, se anunció que el próximo 4 de junio se convocará a una movilización a la que se invitará a otras universidades que les han brindado apoyo.
“El CIDE padece la peor crisis de su historia y es resultado de la intervención de una autoridad que debería salvaguardar su operación: el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)”, reclamó Millán.
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